La ciudadanía de La Pampa, Salta, y Tierra del Fuego elige sus autoridades provinciales, en condiciones no alteradas por la intromisión de la Corte Suprema de Justicia. En las tres asoman como favoritos los oficialismos locales, prolongando la tendencia. En otras notas de esta edición se analizan en detalle.

En San Juan sí intrusaron los Supremos, se suspendió la votación a gobernador, se realizan las de intendentes, legisladores provinciales, concejales. En Tucumán, nada de nada.

Esta columna comentó los fallos de la Corte el miércoles pasado, tratemos de abreviar acá. Los clichés a veces son didácticos. La expresión “en tiempo y forma”, propia del dialecto judicial, es precisa. Las decisiones o los actos procesales para tener valor deben ceñirse a las normas y realizarse a tiempo. “La Justicia” tardía no es justicia, otro lugar común certero. La Corte pudo y debió resolver días o semanas atrás la cuestión principal, validez de las candidaturas del gobernador tucumano Juan Manzur y su par sanjuanino, Sergio Uñac. Le bastaba ponerse las pilas, cumplir con perentorios plazos legales. 

Intérpretes tan diversos como el fiscal federal Federico Delgado, los juristas Domingo Rondina y Andrés Gil Domínguez, las abogadas Graciana Peñafort y Natalia Volosin concuerdan en que es muy grave suspender elecciones. La Corte prepoteó con la ostensible intención de mostrar que tiene las togas más grandes. Ningún abogado con experiencia en Tribunales defendió a los Supremos. Incluso se fisuró el frente de letrados macristas: Félix Lonigro le negó razón al Tribunal.

El abuso de las medidas cautelares es una de las veinte plagas que corroe al sistema democrático. Las huestes de Juntos por el Cambio (JxC) se entusiasman: van por más. Lusers seriales formoseños difunden que acudirán a la Corte para impugnar la reelección del gobernador Gildo Insfrán. El senador radical Luis Naidenoff se mueve entre bambalinas, está excitado desde que algún enviado le susurró la posibilidad de ser candidato a vicepresidente de la exministra Patricia Bullrich. Es imaginable que tire la piedra y esconda la mano. Siempre hay ONGs de abogados procesistas dispuestas a auxiliar a los apóstoles del sistema democrático. La jugada parece inviable, incluso para nuestra Corte de los milagros. Las cautelares sobre San Juan y Tucumán invocaban violaciones de las respectivas constituciones, que limitan el número de reelecciones. La de Formosa, las habilita. Las circunstancias son harto diferentes.

Si algo abunda en el Ágora son chantas hablando de Derecho sin saber. Es gratis o a veces rentado. La grita de los medios dominantes y de redes sociales suma falacias, disfrazadas de argumentos. ¡La Constitución nacional veda los mandatos por tiempo indefinido! proclaman y mienten. Los diputados y senadores pueden ser reelegidos indefinidamente (artículo 46 y 50 CN). Los jueces no son reelegibles… son vitalicios. Cuac.

La Constituciones provinciales son soberanas para escoger su sistema de representación. La intervención de los poderes nacionales es factible pero no automática, debe partir del respeto a las autonomías locales... La seguimos otro día. Volvamos a los comicios, empezando por donde hoy no hay.

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Perdidos en las cerrazones: El gobernador Juan Manzur se postulaba como compañero de fórmula de Osvaldo Jaldo. La resolución de la Corte sorprendió a los compañeros tucumanos. Felipe Yapur contó bien las tratativas dentro del justicialismo provincial. Cundía un parecer favorable a la retirada de Manzur, no compartido por éste. En definitiva, atendió razones, retiró su postulación (“se bajó”, en jerga). No le agradó, pensaba y piensa que le restaría poder.

Manzur afirmó que la cuestión judicializada se volvió abstracta, que la Corte tendrá que cerrar la causa. Puede ocurrir, es más que probable, que la Corte opine distinto y se arrogue una semanas para sentenciar.

En cualquier caso, hace falta tiempo para consagrar formalmente al nuevo candidato, que lo aprueben las autoridades partidarias, que se impriman las boletas. Laburo para imprenteros, inversión en papel… las boletas son numerosas y largas en el Tucumán querido. El sistema de “acoples” promueve elevado número de candidaturas. Y, dicho sea al pasar, entorpecía que se separaran los comicios como en San Juan dejando pendientes las de gobernador y vice. Con ley de Lemas, puede funcionar… con acoples es imposible.

Manzur anuncia que las elecciones serán pronto, en junio. Los cambiemitas maquinan pedirle a la Corte que las lleve hasta agosto. Sería un delirio, un avasallamiento. No apueste fortunas en contra: los cortesanos están ensoberbecidos y a la vez asediados por el juicio político, las denuncias fundadas que llueven su contra. Encerrados aunque no parezca.

Las internas peronistas post fallo en San Juan y Tucumán corroboran que la política existe y que la vida sigue su curso. La Corte abusó del poder al anular elecciones pero puede considerarse con facultades para revisar las candidaturas cotejándolas con las Cartas magnas provinciales. Manzur arriesgó al presentarse. Asumía una postura discutible, sabía (tenía que saber) que la Corte es opositora, al mango. Se jugó contra un rival poderoso, desprovisto de escrúpulos.

Los memoriosos evocaron al presidente Néstor Kirchner exigiendo en 2006 al bonaerense Felipe Solá y al jujeño Eduardo Fellner que desistieran de buscar sus reelecciones a gobernador en circunstancias discutibles. Ni calcadas a la de Manzur o  a la de Uñac ni tan diferentes. NK reaccionó ante la consulta popular en Misiones que se pronunció contra una reforma Constitucional favorable a las re-re de Carlos Rovira. El entonces presidente detectó un clima de opinión nacional adverso y se anticipó preventivamente al contagio. Solá y Fellner acataron a la conducción. Solá se enojó para siempre o casi. Con otro temperamento Fellner se alineó sin corcoveos. Lo que interesa, mirado desde hoy, es que la conducción política nacional sirvió para ordenar las provincias y pavimentar el camino a numerosos triunfos en las elecciones de 2007. En nuestra época, con el presidente Alberto Fernández como titular del PJ, es imposible reiterar el precedente hábil y sistémico. Los liderazgos, bien ejercidos, lubrican el funcionamiento del sistema político. La falta de conducción… ay, ay, ay.

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San Juan, desdoblamiento interno: Hace contados meses varios gobernadores peronistas sumaron sus firmas al pedido de juicio político a la Corte. El sanjuanino Uñac amagó y rehusó, a la hora señalada. Los compañeros gobernas lo cuestionaron y sospecharon que era un guiño para que los Supremos no bocharan su candidatura. La Corte todavía no se expidió sobre la cautelar. Pidió informes innecesarios, chicaneros. Todo modo, es verosímil que sentencie antes de fin de mayo o a principios de junio. 

En San Juan rige la Ley de Lemas, un método embrollado que unifica las primarias y las generales. La interna peronista enfrenta a Uñac contra el diputado y exgobernador José Luis Gioja. Con su estilo campechano y no estridente, Gioja recriminó en conjunto a la Corte por usurpar poder y a Uñac por presentarse sin derecho. El actual mandatario esperará el veredicto supremo, alega que no vulneró su constitución. Un revés sería doloroso para él, impredecible el impacto en las futuras competencias interna y provincial con un reemplazante.

Muy pocos juristas se interesaron en estudiar los dos casos en que interviene la Corte. Uno de ellos, Mauro Benente, explica que la presentación de Uñac es lícita, a la luz de la Constituciòn de su provincia. Entre los apologistas de la Corte nadie hizo el esfuerzo de estudiar, lo suyo es el prejuicio.

Las otras categorías se votan hoy, el peronismo imagina un triunfo. Se homologa la elección a una encuesta masiva pero la gente de a pie votando es algo más contundente que cualquier sondeo. El escenario futuro, abierto. Habrá que ver.

Se usarán las boletas que estaban listas para el Super Domingo federal y normal, esto es con Uñac y Gioja encabezando las listas peronistas para otros cargos. Juntos por el Cambio lleva cuatro sublemas con sus respectivos candidatos (ver nota de Felipe Yapur).

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Los idus de junio: Manzur guarda silencio mientras mantiene en pie la intención de ser precandidato a vicepresidente desde su desembarco en el gabinete nacional después de las Primarias Abiertas (PASO) de 2021. Encarga encuestas desde ese pasado remoto, no estaría midiendo pero subsiste el optimismo de la voluntad. Quizá lo favorezca un éxito en Tucumán mediando su renuncia previa. Necesita que eso suceda antes de fin de junio, del cierre de listas para las PASO y las generales de Nación.

Las cuentas regresivas recorren la vasta y bella geografía patria. En Santa Fe, contrarreloj, el gobernador Omar Perotti consumó un enroque que mejora algo sus perspectivas. No puede ser reelecto, postulaba al ministro Roberto Mirabella, hombre de su confianza que no “movía la aguja”. A último momento convenció al senador Roberto Lewandowski a representar a su fracción en las PASO santafesinas. Lewandowski, periodista de reciente paso a la política, goza de popularidad reconocida por todas las fracciones del peronismo. En la siempre transitoria foto de hoy queda favorito para la interna. Sus adversarios se la facilitan yendo en distintas listas. El diputado nacional Marcos Cleri apoyado por la Cámpora, el diputado provincial Leandro Busatto, que representa a La Corriente que lidera el ministro Agustí Rossi, y el diputado Eduardo Toniolli apoyado por el Movimiento Evita. La fragmentación de los compañeros rivales favorece a Perotti, aupado por el ministro de Economía Sergio Massa.

Juntos por el Cambio confluye con sectores del socialismo y el radicalismo, armando una nueva coalición, el Frente de Frentes. Pinta como un hueso duro de roer. La zona núcleo siempre le cuesta al peronismo. El resultado del año 2019 fue una excepción en Santa Fe.

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Habas porteñas y amarillas: El Frente de Todos no termina de encaminar el armado para agosto y octubre. La inflación erosiona las chances de cualquiera de sus candidatos. A menudo parece que las mejores noticias le llegan desde la principal oposición. El internismo, los conventillos, las reuniones fallidas y sobreactuadas erosionaron las chances de los cambiemitas que a principios de este año imaginaban ganar por goleada. Ahora, dudan, miran con temor al diputado Javier Milei, ventilan broncas, se “sacan”.

El colmo de las torpezas es porteño. Nadie, pero nadie de veras, fabulaba que el PRO tendría complicaciones en el terruño, el domicilio existencial, la Ciudad Autónoma de Buenos Aires. Le es fiel desde hace 16 años. ¿Un feudo? ¿un electorado cautivo? Ja, ja. Por lo pronto, un distrito cuya población apenas crece, en el que los adversarios no terminan de afirmarse. El jefe de Gobierno Horacio Rodríguez Larreta no tuvo destreza para instalar un sucesor o sucesora con conocimiento público y legitimidad. El intendente bonaerense Jorge Macri corporiza un experimento de su primo el expresidente Mauricio, viene cuesta abajo. Los fallos recientes de la Corte amenazan la tentativa de mudanza cruzando la avenida General Paz. La exgobernadora María Eugenia Vidal perdió su estrella desde que cayó goleada en Buenos Aires… El espacio está vacante.

Los cambiemitas, a diferencia de los peronistas, se juntan a cada rato. Hoy en día los resultados de reunionistas versus no reunionistas se asemejan demasiado. De nuevo: la cuenta regresiva apremia, todes tendrán que despabilarse.

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Recalculando y valorando: Retomemos el hilo conductor de los reproches a la Corte. ¿Por qué se considera tan grave suspender dos elecciones en las que iban a pronunciarse cientos de miles de argentinos? Usted me dirá que la pregunta incluye la respuesta. Desde ya. Permítame extenderla un poco.

La Argentina atraviesa un conjunto de crisis simultáneas que acentúan los daños de la pandemia, de la guerra entre Rusia y Ucrania, la sequía. Enumeramos sin agotar la lista. Deuda externa exorbitante e incumplible. Restricción externa. Inflación galopante y espiralada. Crisis de legitimidad de los tres poderes del Estado. Angustia, atonía y mal humor o indignación ciudadanas. Emerge un candidato facho, incontinente verbal, violento, misógino que promueve la venta de órganos humanos y la dolarización. Parece que esa prédica insensata cuela.

La entropía y la apatía acechan más que un hipotético estallido social. Mucho más, intuye quien les habla.

Cito por una vez a Sergio Massa, adopto un cachito el lenguaje coloquial. No tenemos lugar para un quilombo más. Ni es joda el malestar masivo. Ni está firme el sistema: hace falta apuntalarlo y no serrucharlo.

Digan lo que digan los “contra mayoritarios” (el nombre es arquetipo de la cosa) es esencial que la gente común vote, se exprese, participe. Es condición necesaria en grado extremo para que sobreviva la democracia. No es joda suspender en tiempo de descuento dos elecciones cuando había centenares o miles de personas que ajustaron sus agendas para ser autoridades de mesa o fiscales, deberes cívicos. No es joda cambiar de fecha como quien cambia de corbata ante una ciudadanía descreída. Menos si los magistrados no explican lo que hicieron, no se exponen a entrevistas, ni a debates públicos. “Hablan” mediante fallos crípticos que casi nadie lee.

El sistema democrático está frágil, puede zozobrar. Es destructivo que tres multimillonarios encerrados en un frasco intefieran sin previo aviso ni debate social atrasando un hecho colectivo auspicioso. Máxime porque podrían haber evitado daños  laburando en tiempo y forma.

Ojalá que, pese a esa conducta repudiable, las poblaciones sigan votando con buena participación y jornadas plenas de civismo. Ojalá suceda ahorita mismo en La Pampa, Salta. Tierra del Fuego. Y en el comicio incompleto de San Juan, otro capítulo para el libro Guiness criollo.

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