El presidente Alberto Fernández eligió recluirse en la residencia presidencial de Chapadmalal tras el Tedeum del 25 de Mayo y escuchar desde allí los ecos de la plaza colmada para escuchar a Cristina Kirchner. El lunes retomará su agenda presidencial con un cronograma cargado. En la mañana recibirá en la Quinta de Olivos al presidente electo de Paraguay Santiago Peña y por la noche partirá a Brasil, donde su par Lula Da Silva encabezará una reunión con mandatarios regionales para reimpulsar la Unasur. 

En abril, tanto Argentina como Brasil confirmaron oficialmente su intención de recuperar ese organismo de cooperación regional, vaciado durante las presidencias de Mauricio Macri y Jair Bolsonaro, pero Fernández también tiene asuntos económicos particulares para seguir tratando con Lula respecto de los acuerdos para establecer un mecanismo de financiamiento de exportaciones e importaciones sin usar dólares y una estrategia regional para hacer frente a la inflación. 

La agenda presidencial comenzará el lunes a las 9.30 con la visita de Peña, representante del histórico y conservador Partido Colorado. La visita del mandatario electo de Paraguay a la Argentina será su segunda bilateral internacional, tras haber elegido viajar a Brasil para reunirse con Lula como primer encuentro. Peña ganó con comodidad las elecciones presidenciales del 30 de abril pasado, con el con algo más del 42% de los votos.

Por la noche, Alberto partirá rumbo a Brasilia para participar el martes desde las 10 en la cumbre de jefes de Estado sudamericanos en el Palacio de Itamaraty. Cuando, por su parte, el ministro de Economía, Sergio Massa, esté rumbo a China. 

El encuentro será con agenda abierta y se espera que se extienda hasta las 18, pero cuyo principal objetivo será reimpulsar la Unasur, que durante la oleada de gobiernos de derecha en la región fue vaciada y buscó ser reemplazada por el Grupo de Lima, con la exclusión de Venezuela como principal objetivo político. 

"El principal objetivo del encuentro radicará en reanudar el diálogo de alto nivel sobre América del Sur como espacio de paz y cooperación, así como identificar los denominadores comunes que permitirán la retomada de la integración y de la cooperación sudamericana", expresaron fuentes diplomáticas, citadas por la agencia NA, en la previa. 

El mes pasado, el encargado de confirmar que Argentina volvería a impulsar la Unasur fue el canciller Santiago Cafiero quien publicó una serie de tuits en los que destacó que "por decisión soberana, la Argentina vuelve a la Unasur como Estado Miembro para promover su revitalización institucional y construir una región cada vez más integrada".

"De esta manera hemos decidido desandar el camino iniciado por el macrismo de forma arbitraria el 12 de abril de 2019. La continuidad de la Argentina en la UNASUR le suma al país una instancia integradora que no es excluyente de ninguna", sostuvo Cafiero. 

Tras el encuentro de jefes de Estado en el Palacio de Itamaraty está prevista una cena en el Palacio de la Alvorada. Allí el presidente tiene temas bilaterales de los que hablar con su par brasileño. Brasil mantiene un compromiso político para alcanzar un acuerdo con la Argentina que permita saltar el uso de dólares para las operaciones comerciales entre ambos países, que son principales socios. A principios de mayo, se contaba con un acuerdo avanzado entre los ministros de Economía Massa y su par brasileño Fernando Haddad

Lula y Alberto también impulsan desde principio de año una estrategia regional frente a la inflación, que incluye a México. En abril se realizó un primer encuentro virtual entre los mandatarios --Colombia, Chile y Cuba completan el espacio-- y se espera tener una cumbre presencial a principios de este mes en Cancún, México, pero fue demorada luego de que el presidente mexicano Andrés Manuel López Obrador se contagiara de Covid-19. La intención es establecer un mecanismo para el intercambio de productos clave a menor precio de producción.