Los cambios en las políticas migratorias en los países latinoamericanos y en Estados Unidos impactan directamente en los cientos de miles de migrantes que se mueven por la región .Durante 2022 el continente registró un importante incremento de movimientos migratorios, mucho mayor que los documentados en 2021.

En los primeros meses del año la región fue el epicentro de crisis migratorias sin precedentes: el intento de cientos de migrantes por salir de Chile y transitar por Perú, el cruce de cerca de 250.000 personas por la selva del Darién (la frontera natural entre Colombia y Panamá), y la llegada de otros cientos de miles a la frontera entre México y Estados Unidos.

Acá repasamos los 10 hechos más recientes que evidencian la actual crisis migratoria en Latinoamérica.

1. Chile: controles migratorios y militarización de la frontera

Hacia finales de febrero el gobierno del presidente Gabriel Boric ordenó la militarización de sus fronteras con Perú y Bolivia ante “la llegada masiva de población a través de pasos no habilitados”. A diario cientos de personas cruzaban estos puntos esquivando los controles migratorios. 

Entre 2018 y septiembre de 2022, 127 mil refugiados y migrantes ingresaron a Chile a través de puntos no oficiales y un 30% eran niños, reveló la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) en su más reciente informe sobre tendencias migratorias.

En abril, Chile aprobó una ley que amplía las facultades de Carabineros y la Policía de Investigaciones para realizar controles de identidad. Con esta medida levantaron la prohibición que existía sobre las inspecciones de identidad fundado en motivos discriminatorios. De esta manera cualquier persona que durante un control de identidad no pueda acreditar su situación migratoria regular puede ser detenida.

2. Crisis en la frontera entre Chile y Perú

Tras el endurecimiento de los controles migratorios y la militarización de la frontera, la llegada de migrantes al punto migratorio La Concordia, entre la localidad chilena de  Arica y la ciudad peruana de Tacna, fue inédita.

Todos los días más de 100 personas, a veces 400, llegaban a este punto fronterizo. En su mayoría se trataba de migrantes venezolanos que salían de Chile empujados por el

aumento en el costo de vida y las nuevas políticas migratorias. El objetivo era salir de Chile y pasar por Perú para volver a Venezuela.

Pero rápidamente las autoridades peruanas ordenaron la militarización de su lado de la frontera. Bajo estas medidas cientos de migrantes se quedaron varados en el desierto de Atacama. 

Organismos internacionales como ACNUR y la OIM pidieron a los gobiernos aplicar medidas humanitarias para resolver lo que en pocos días se convirtió en una crisis. Una de las primeras soluciones llegó con la repatriación de 115 migrantes venezolanos a través de vuelos humanitarios financiados por el gobierno de Nicolás Maduro en Venezuela.

Esta semana los vicecancilleres de Chile y Perú dieron por “superada” la crisis en su frontera, aunque reconocieron que “la movilidad humana llegó para quedarse” y apuntan a profundizar la agenda sobre migración.

3. El incendio en Ciudad Juárez: 40 muertos

El pasado 27 de marzo murieron 40 migrantes y 20 resultaron heridos en un incendio en una estación migratoria del Instituto Nacional de Migración (INM) en Ciudad Juárez, localidad mexicana fronteriza con Estados Unidos. Los migrantes eran de Guatemala, Honduras, El Salvador, Nicaragua, Venezuela y Colombia.

Llevaban varios días, incluso semanas, esperando una cita para solicitar asilo en territorio estadounidense. La semana en la que ocurrió el siniestro, el alcalde de Ciudad Juárez había ordenado una redada para detener a los migrantes que pedían dinero en la calle o se dedicaban a la venta ambulante mientras esperaban su turno para cruzar al norte. Algunos tenían permisos humanitarios o visa de turista.

El incendio fue una de las peores tragedias migratorias en México. Cientos de migrantes hicieron una vigilia y exigieron justicia por los 40 muertos. La fiscalía mexicana comenzó la investigación. Los medios locales revelaron imágenes que evidenciaron los maltratos sufridos por los migrantes y la negligencia de las autoridades ante el incendio. No tenían agua o alimentos. Había más de 50 personas en una celda. 

Los migrantes presuntamente iniciaron una protesta al enterarse que iban a ser deportados. En las imágenes se ve como en medio del humo los agentes encargados no hicieron nada para rescatar a los migrantes detenidos.

4. Expulsiones en caliente: Título 42

En marzo de 2020 el gobierno del entonces presidente de Estados Unidos, Donald Trump comenzó a aplicar el Título 42. Una medida de la década de 1940 y reflotada bajo el argumento de la pandemia de coronavirus. 

Con esta norma Estados Unidos expulsó a migrantes antes de que pudieran siquiera pedir asilo. Las personas eran retornadas a los países de tránsito o a sus países de origen. Durante el tiempo en el que la norma estuvo vigente Washington deportó a cerca de 2,8 millones de personas.

En 2022, las autoridades estadounidenses y mexicanas expulsaron a más de 190.000 migrantes de Centroamérica (principalmente de Guatemala, El Salvador y Honduras). Esto representó un incremento del 58% respecto a los números registrados en 2021 (más de 124.000 expulsiones de migrantes).

5. Caravanas migrantes

El año empezó con caravanas de migrantes saliendo de Centroamérica y México con destino a Estados Unidos. Al menos dos caravanas con más de mil personas cada una salieron Centroamérica y México con migrantes de Colombia, Venezuela, Nicaragua, El Salvador, Haití, Honduras y Guatemala.

Además, tras el incendio de Ciudad Juárez en el que murieron 40 personas, miles de personas organizaron un Viacrucis migranteEl objetivo era no sólo cruzar territorio mexicano, sino visibilizar el maltrato al que son sometidos por las autoridades migratorias mientras esperan su turno para llegar a Estados Unidos. 

Partieron de Tapachula, frontera sur de México. Sin embargo, las autoridades mexicanas rápidamente buscaron disolver la movilización migrante y les otorgaron visas a las más de 3.500 personas que integraron el viacrucis.

Esta forma de cruzar una de las rutas más peligrosas para migrantes comenzó hacia fines de 2018 como alternativa frente a la violencia que enfrentaban las personas cuando migraban solas.

6. La ruta por México: migrantes hacinados en trailers

La frontera entre Estados Unidos y México es una de las más mortíferas de la región. En nueve años murieron más de 4.000 personas intentando cruzar al norte. El trayecto por territorio mexicano supone importantes riesgos de seguridad. 

Para cruzarlo, muchos migrantes, en su mayoría centroamericanos aunque también de Suramérica y Asia, viajan hacinados en trailers para evitar ser capturados por las autoridades. 

Los casos de migrantes que son encontrados al interior de camiones ocurren con una frecuencia casi semanal. A veces viajan durante días sin oportunidad de salir, hacinados y en condiciones infrahumanas. Otras veces son abandonados por los conductores o coyotes. También existen casos en los que bandas criminales secuestran el trailer y a los migrantes.

7. Selva del Darién: cifras récord

El año pasado la cantidad de migrantes que cruzó la selva alcanzó una cifra récord que duplicó la de 2021: 250.000 personas cruzaron la frontera natural entre Colombia y Panamá.

En 2021 unos 133.000 hicieron este recorrido por el Darién. Los migrantes que toman esta ruta lo hacen con el objetivo de llegar a Estados Unidos.
Según la OIM, desde 2014 murieron 221 migrantes en la selva del Darién, de los cuales 14 murieron este año. Pero el organismo indicó que es muy difícil establecer el número exacto y advirtió que la cantidad de muertos puede ser mucho mayor.

8. Fin del Título 42

El 11 de mayo la norma conocida como Título 42 fue levantada por el gobierno de Estados Unidos. Su derogación fue una de las promesas de campaña del mandatario Joe Biden.

Sin embargo, la decisión llegó casi tres años después de que asumió la presidencia. Según organizaciones de derechos humanos, esta política vulneró la realidad migratoria de la región. La ONG Global Exchange documentó más de 13.000 casos de tortura, violencia y malos tratos a migrantes.

Los rumores sobre el levantamiento de la norma también influyeron en la llegada de migrantes. En marzo, cerca de 300 migrantes, en su mayoría de Venezuela, intentaron cruzar el puente entre la localidad mexicana de Ciudad Juárez y la estadounidense de El Paso. 

Además, pocas horas antes de la derogación del Título 42, la incertidumbre sobre cómo iba a impactar el cambio de medida también llevó a cientos de migrantes y refugiados a intentar cruzar a Estados Unidos.

9. Título 8: la nueva política

La expectativa sobre el fin del Título 42 y la posibilidad de que Estados Unidos adopte una política migratoria más abierta terminaron con el anuncio del Título 8.

Aunque la normativa no prevé expulsiones en caliente, las reemplaza por expulsiones aceleradas. Es decir, si el migrante ingresa sin una cita previa o por fuera de las "vías legales" es expulsado y Estados Unidos no permitirá su ingreso durante cinco años.

Además, para que el pedido de asilo sea aceptado, la persona tendrá que demostrar que solicitó asilo en alguno de los países de tránsito y que éste le fue negado. Y deberán demostrar un "temor razonable de persecución" para ser considerados.

También tienen que pedir una cita a través de la aplicación móvil CBP One que otorga un total de 1.000 citas diarias. Muchos migrantes denunciaron que este sistema presenta importantes demoras y también complejiza el acceso para personas que no tienen celular o no pueden costear las recargas de internet en los teléfonos.

10. Centros migratorios en Colombia y Guatemala

Antes de poner fin del Título 42, el gobierno de Biden anunció la creación de centros migratorios en Colombia y Guatemala.

Una forma de filtrar la entrada de migrantes en dos puntos por donde a diario pasan miles de personas con la intención de buscar asilo en Estados Unidos.

Según el gobierno estadounidense, los centros migratorios permitirán que las personas puedan acceder a algunas vías legales de migración (obtener estatus de refugiado, programas de reunificación familiar y permisos de trabajo). Las autoridades dijeron que están estudiando abrir más centros migratorios en otros países latinoamericanos.

En estos centros las personas serán evaluadas por autoridades migratorias que en principio definirán bajo que programa podrían migrar hacia Estados Unidos. Para el gobierno de Biden es una forma de “identificar a más personas elegibles”.