El exministro del Gabinete de Seguridad del expresidente brasileño Jair Bolsonaro, el general Augusto Heleno Ribeiro Pereira, defendió el golpe de Estado de 1964 y cuestionó que fueran miles las víctimas que dejó la dictadura militar

"Su señoría cree que el movimiento de 1964 mató a miles de personas, lo que no pasó, cree que fue un movimiento de venganza, de odio, cuando el movimiento del 64 salvó a Brasil de un giro al comunismo", declaró el exfuncionario ante la comisión de investigación de los ataques a las tres sedes gubernamentales del 8 de enero pasado. Y agregó: "De eso no hay duda, basta con leer la historia, Brasil estuvo a un paso de convertirse en un país comunista".

Estos dichos provocaron las protestas de algunos diputados, como Fábio Felix del Partido Socialismo y Libertad (Psol), quien acusó a Ribeiro de haber cometido un crimen en la Cámara después de sus alabanzas al golpe del 64 y anticipó que pondrán en marcha acciones legales serias por este "ataque a la democracia y al Estado de derecho". "Fue una apología de la dictadura militar. Eso es inaceptable en una cámara legislativa, ningún diputado estaría aquí si la dictadura fuese un movimiento normal", expresó el diputado. "Él humilló a personas que murieron, fueron asesinadas, con esa defensa absurda dentro de un parlamento", añadió.

El golpe del 64

El golpe de Brasil en 1964 fue un acontecimiento político que llevó al derrocamiento del presidente democráticamente electo João Goulart y estableció una dictadura militar en el país. Este hecho fue impulsado por sectores conservadores, militares y apoyado por Estados Unidos, debido a la preocupación sobre la influencia del gobierno de Goulart, que era percibido como inclinado hacia el comunismo.

La dictadura militar que se estableció se caracterizó por la represión política, la censura de los medios de comunicación, la violación de los derechos humanos y la persecución de opositores políticos. El régimen implementó políticas económicas conservadoras y adoptó medidas represivas para mantenerse en el poder.

El 15 de marzo de 1985 José Sarney asumió la presidencia del país, marcando el fin del régimen autoritario que estuvo en el poder durante 20 años y el inicio de una nueva etapa democrática. El ascenso de Sarney al poder se llevó a cabo a través de elecciones indirectas, como parte de un proceso de transición política hacia un sistema más inclusivo y participativo.

"Fue una experiencia nueva" 

La comisión que investiga los ataques cometidos el 8 de enero por miles de bolsonaristas, se instaló el jueves en el Congreso de Brasil y está integrada por 16 diputados y 16 senadores. La mayoría pertenecen a los partidos del Gobierno y sus aliados y tienen un plazo de 180 días para establecer conclusiones.

En este marco, el exministro del Gabinete de Seguridad de Bolsonaro señaló ante la comisión que usar el termino "golpe" no es correcto. "Un golpe necesita tener líderes, no es una acción fácil, menos en Brasil. El término golpe está siendo utilizado con extrema simpleza", estimó.

Ribeiro también calificó de "fantasiosa" la teoría de que Bolsonaro y los suyos pretendieron anular los resultados de las elecciones y subrayó que el papel del Ejército en esos comicios fue claro en la historia de Brasil y que siempre se guió por la legalidad y la democracia. "No había razón para manifestarse. Como ministro no podía pasar por delante del presidente y declarar algo que era de su competencia", indicó.

A su vez, aprovechó su intervención para elogiar los campamentos que se levantaron frente a los cuarteles del Ejército y en los que se pedía una intervención militar. De acuerdo con sus palabras, no eran más que espacios sanos, en los que se rezaba mucho y las personas se reunían para hablar de política. "Había muchas mujeres y niños. Duró mucho tiempo sin ningún acontecimiento reseñable, ni consecuencias nocivas. Fue una experiencia nueva en términos de manifestación política, ordenada, disciplinada, que debe haber influido algo en los movimientos políticos brasileños", valoró.