Los giros políticos de América Latina mantienen su punto de pivot en la figura de los líderes carismáticos. Mientras los partidos que acompañaron, respaldaron y estructuraron estos liderazgos se encuentran sumergidos en un remolino de autocrítica, fracturas y redefiniciones, sus líderes parecen flotar sobre el caos. De alguna manera siguen trascendiendo las estructuras partidarias como si fueran un producto puro de la rosca, las alianzas y los acuerdos. 
En este contexto en Brasil, se empezó a pensar una reorganización del Partido de los Trabajadores (PT). Golpeado por la concreción del impeachment, habiendo sufrido una fuerte derrota en las elecciones municipales y viéndose debilitado cotidianamente por los ataques mediático-judiciales que lo pintan como el agujero negro de la corrupción, el PT está pensando y redefiniendo su estrategia a futuro. En medio de discusiones, diferencias y pujas propias de los partidos titánicos, lo que se sostiene como una verdadera ilusión para todos los sectores de la izquierda brasileña, es que Lula es el candidato a la presidencia de 2018. 
Valter Pomar, quien formó parte de la Comisión Ejecutiva Nacional del PT desde 1997 a 2013, respondiendo entre otras funciones por la Secretaría de Relaciones Internacionales del PT y por la Secretaría Ejecutiva del Foro de San Pablo, considera que no basta con cambiar la Dirección Nacional, sino que es necesario revisar la línea política, la estrategia y el programa del partido. Pomar es doctor en historia económica, profesor de relaciones internacionales en la Universidad Federal de ABC (SP, Brasil), fue también secretario de Cultura, Deportes y Turismo en la ciudad de San Pablo. Atendiendo a una pérdida de apoyo de las bases populares, un ataque permanente del poder judicial y un juego tramposo de la derecha, Pomar considera que es urgente llamar a un nuevo Congreso plenipotenciario del PT. El objetivo del mismo es redefinir una estrategia que apunte a recuperar el poder, más allá de las elecciones, en un sentido amplio y durable para reubicar al PT a la cabeza de la izquierda brasileña.