La justicia electoral Brasil determinó por mayoría inhabilitar al expresidente Jair Bolsonaro a presentarse a cargos públicos hasta 2030, al condenarlo por diseminar mentiras y sospechas infundadas sobre el sistema de comicios brasileño ante embajadores de países extranjeros.

El Tribunal Superior Electoral logró la mayoría de cuatro votos sobre siete con el sufragio de la jueza Carmen Lúcia Antunes, que condenó al ultraderechista Bolsonaro a no presentarse en las elecciones presidenciales de 2026, ni en las municipales de 2024 y 2028.

El juez principal en el caso, Benedito Goncalves, había dictaminado esta semana que el expresidente fuera inelegible por ocho años. Dijo que el ex mandatario había "usado la reunión con los embajadores para sembrar dudas e incitar teorías de conspiración".

Las condenadas declaraciones de Bolsonaro fueron hechas luego de perder las elecciones de octubre de 2022 frente a Luiz Inácio Lula da Silva. Pero fue solo el primer movimiento desestabilizador. A la semana de haber asumido el nuevo gobierno, un movimiento creado por él para anular el resultado de las elecciones culminó con la invasión de edificios gubernamentales en Brasilia.

Tras la sentencia, Bolsonaro negó haber actuado de esa manera y había adelantado que recurriría a la Corte Suprema. "No he atacado el sistema de votación, solo mostré sus posibles fallas", dijo en una entrevista. "Este juicio no tiene ningún sentido", añadió.

Bolsonaro apelará

La decisión se tomó en la cuarta sesión del juicio tras el quinto y decisivo voto, el de la magistrada Carmen Lúcia. Hasta hoy, tres de los siete jueces de la corte habían votado a favor de la condena, y uno en contra. Resta ahora el parecer de dos jueces, que podrían pedir un aplazamiento del fin del juicio.

El ex presidente estuvo ausente en todas las sesiones y se enteró del revés a su carrera política en Belo Horizonte, al sureste de Minas Gerais, donde tenía previsto un almuerzo con miembros de su Partido Liberal (PL), según informó la propia agrupación.

El abogado de Bolsonaro, Tarcisio Vieira, anticipó que en caso de condena, recurrirá la decisión ante el Supremo Tribunal Federal.

El caso se centra en un evento con diplomáticos organizado por el entonces mandatario en la residencia presidencial de la Alvorada, en el que aseguró sin pruebas que buscaba "corregir fallas" del sistema de urnas electrónicas con la "participación de las Fuerzas Armadas".

En su discurso, transmitido por la TV pública y las redes sociales, dijo que la supuesta vulnerabilidad del sistema podía servir para manipular el resultado en su contra, algo que repitió en numerosas ocasiones durante la campaña electoral contra Lula.

"Narrativa delirante"

Los cuatro jueces que ya votaron para condenarlo criticaron duramente su conducta. Gonçalves asoció a Bolsonaro a un "discurso violento y mentiras" que pusieron "en jaque la credibilidad de la justicia electoral", y dijo que la reunión con los diplomáticos "sirvió para incitar un estado de paranoia colectiva" sobre el sistema electoral.

El discurso de Bolsonaro se convirtió en una "narrativa delirante con efectos nefastos para la democracia", y no se trató de un acto aislado, sino de algo "concatenado estratégicamente a lo largo del tiempo, con fines electoreros", apuntó por su parte André Ramos Tavares, el juez que votó días atrás.

"¿Qué puede ser más grave para un jefe de Estado que, con objetivos electorales, movilizar el aparato de la República para transmitir intencionadamente la idea de que las elecciones brasileñas no son limpias?", agregó el magistrado Floriano Marques, al día siguiente, mientras justificaba su voto condenatorio.

El único parecer hasta ahora favorable a Bolsonaro fue de Raul Araújo, para quien "la intensidad del comportamiento no fue tal para justificar la medida extrema de la inelegibilidad".