Peñafort, a su turno, precisó que “las huellas” de la manipulación aparecen en el mismo sistema de carga de datos, ya que mientras el escrutinio general provisorio se interrumpió cuando estaba cargado algo más del 95 por ciento de los votos, en las mesas en que ganaba Unidad Ciudadana la carga se interrumpió entre el 90 y el 92 por ciento de los datos y en las que ganaba Cambiemos en el 97 por ciento promedio. “La cantidad de telegramas ilegibles es anómala”, insistió la apoderada.

Según la denuncia, las 1500 mesas que aún no fueron cargadas representan alrededor de 300.000 votos, cuya ausencia no solo perjudica a Unidad Ciudadana sino a todos los partidos y alianzas que compitieron en las PASO. “El secuestro de 300.000 votos pone de manifiesto que ‘el plebiscito’ que planteó el Gobierno terminó en un fracaso”, concluyó Moreau, quien repitió que la tendencia que favorece a la alianza de la ex mandataria “era muy clara” cuando el oficialismo decidió interrumpir la carga de datos.