A días de conocerse la muerte de Leandro De Niro Rodriguez, el nieto de 19 años del reconocido actor estadounidense Robert De Niro, la madre del joven reveló que la causa del fallecimiento habría sido una sobredosis de pastillas mezcladas con fentanilo.

"Alguien le vendió píldoras mezcladas con fentanilo", escribió Drena De Niro en un posteo de Instagram según el diario inglés The Mirror, y enfatizó que "sabían que estaban mezcladas y aun así se las vendieron". 

"Para todas estas personas que siguen jodiendo vendiendo y comprando esta mierda, mi hijo se fue para siempre”, lamentó la mujer ante la presunta de un usuario, según ese medio. Aun se espera el informe oficial de toxicología. 

El emotivo mensaje  de Drena De Niro en sus redes sociales tras la muerte de su hijo. Foto: @drenadeniro

El joven fue encontrado el domingo en un departamento en Nueva York "inconsciente y sin responder" tras un llamado al 911. La noticia del deceso fue confirmada por su familia el día posterior.

Ese día, su mamá publicó una foto de Leandro en sus redes sociales y escribió: "Fuiste tan profundamente amado y apreciado, desearía que solo el amor pudiera haberte salvado". Por su parte, la estrella de Hollywood emitió un comunicado donde expresó sentirse "profundamente afligido" por el fallecimiento de su "amado" nieto Leandro. "Apreciamos mucho las condolencias de todos. Pedimos que se nos dé privacidad para llorar la pérdida de Leo", agregaron. 

Leandro quería seguir los pasos de su abuelo y había tenido pequeñas participaciones en películas como Cabaret Maxime y The collection

Qué es el fentanilo

El fentanilo es un fármaco que no tiene olor y resulta entre 25 y 50 veces más potente que la heroína y entre 50 y 100 veces más potente que la morfina. Según los expertos, esta sustancia actúa uniéndose a los receptores opioides que se encuentran en áreas del cerebro que controlan el dolor y las emociones y puede provocar aletargamiento, náuseas, confusión, estreñimiento, sedación, problemas para respirar, pérdida del conocimiento y hasta la muerte.

En Estados Unidos, este opioide empezó a utilizarse en la década del 60 como un anestésico intravenoso y con el correr de los años su consumo -legal e ilegal- se fue extendiendo, al generar un verdadero desafío para las autoridades. Según el Centro para la Prevención y Control de las Enfermedades (CDC) estadounidense, en el país norteamericano más de 100.000 personas murieron por sobredosis entre abril de 2020 y abril de 2021. Los expertos en estupefacientes señalan que se trata del mayor aumento jamás registrado a nivel local. 

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