En la lista aparecen políticos vinculados con la dictadura franquista pero también escritores como Antonio Machado o Calderón de la Barca, Góngora, Bécquer o Quevedo, por considerar que forman parte del “modelo pseudo-cultural franquista”.

Aunque el alcalde Maties Serracant negó que existiera el propósito oficial de rebautizar la plaza que lleva el nombre de Machado, la secretaria de Cultura, Montserrat Chacon, justificó el pedido hecho a Abad: “Encargamos el informe para saber qué tenemos en las calles y disponer de una fotografía con la que comenzar a trabajar. Es una herramienta más, una propuesta. No significa que lo que el informe diga es lo que tengamos que hacer”, aseguró la funcionaria.

El Ayuntamiento, por su parte, al hacerse público el informe, se defendió diciendo que quería “comprobar si con la Ley de Memoria Histórica había que suprimir y sustituir algún nombre”, tal como lo establece la iniciativa del antiguo gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, que ordenó el retiro de las estatuas del dictador Francisco Franco.

La plaza que quedó en el centro del debate por su nombre en la ciudad catalana.

La inclusión de Machado en el informe de Abad, que  afirma que "bajo la aureola republicana y progresista con que se ha revestido su figura hay una trayectoria españolista y anticatalanista”, sorprendió a propios y extraños.

El poeta andaluz, una de las figuras más relevantes de la Generación del 98, murió en el exilio, en Francia, pocos meses después de la derrota de la II República. “Su obra es una exaltación de Castilla (a través de su paisaje) como núcleo y esencia del Estado español, lo cual incluye una idea excluyente de la diversidad”, señala Abad en su informe, cuya divulgación reavivó la discusión acerca del proceso separatista catalán, que contempla un referéndum para el próximo 1 de octubre, que ya han rechazado tanto el gobierno de Mariano Rajoy como el Tribunal Constitucional.

Ante el escándalo, el alcalde tuvo que aclarar por Twitter que “Machado se queda”. “Lo que es necesario eliminar son los nombres de los fascistas”, agregó Sarracant.