Caputo Hermanos no logra explicar los pagos millonarios en efectivo a Jonathan Morel, el líder del grupo ultraviolento Revolución Federal, que se sucedieron hasta días antes del intento de asesinato de Cristina Fernández de Kirchner. Distintos empleados de la empresa que pertenece a los hermanos de Luis “Toto” Caputo, el exministro de Finanzas de Mauricio Macri, desfilaron por la fiscalía de Gerardo Pollicita para intentar explicar la operatoria de la firma con la carpintería de Morel, pero no logran despejar las dudas ni aclarar el rol de Rossana Pía Caputo, cuya indagatoria viene reclamando la vicepresidenta.

Jonathan Morel le facturó a Caputo Hermanos hasta agosto del año pasado. Para entonces, Revolución Federal estaba en el cénit de su actividad pública: escraches, antorchas encendidas contra la Casa Rosada, una escaramuza con policías de la Ciudad afuera del departamento de CFK y la penetración de dos de sus integrantes al edificio de la esquina de Uruguay y Juncal. Todo eso sucedió antes del 1 de septiembre del año pasado, cuando Fernando Sabag Montiel intentó dispararle a CFK.

La confirmación de que los pagos se extendieron hasta esa época la dio una empleada administrativa de Caputo Hermanos, María Luján Palferro, que declaró el miércoles pasado en la fiscalía de Pollicita. “Recuerdo que los trabajos se entregaron en agosto de 2022 y después de esa fecha no tuve que expedir ninguna otra orden de pago”, dijo la mujer que trabaja para la firma de los Caputo desde 2021.

Ella también confirmó que el propio Jonathan Morel pasó a retirar 1.500.000 a la oficina en, al menos, una oportunidad. Días antes, había declarado Lucas Nudelman, otro empleado que se dedica a hacer pagos, y había dicho que era una rareza que se pagara en efectivo –sobre todo si se consideran las sumas abultadas que maneja Caputo Hermanos, que se dedica a la construcción de barrios privados. El fiscal Pollicita le preguntó a Palferro si hubo otro caso en los que se haya pagado en efectivo a proveedores. “No lo recuerdo, tendría que ver las órdenes de pago”, se excusó la empleada.

Según las estadísticas que dio Palferro, ella suele emitir 200 órdenes de pago por semana: el 80 por ciento de ellas se salda por transferencia, el 15 por ciento por cheque y únicamente un 5 por ciento en efectivo. No quedó claro si efectivamente es así o si introdujo esa variable para intentar explicar el escenario poco convencional que se dio en la relación entre Morel y Caputo Hermanos.

El otro tema que los empleados que están declarando como testigos es el rol de Rossana Pía Caputo. Ella aparece en la causa como el nexo con Morel. La versión oficial indica que Caputo estaba caminando por la zona de Boulogne, donde Morel había montado una carpintería después de aprender el oficio por YouTube. Entró al local y compró unas mesitas que se rompieron. Aun así la mujer le encargó más.

Caputo Hermanos –según había dicho Nudelman– se dedica a la infraestructura de los barrios, no al diseño de interiores. Según declaró Palferro, únicamente lo hizo en el Espacio Santa Clara al Sur y Espacio Añelo. En ambos proyectos estuvo casualmente involucrado Morel. “Ésta fue la primera vez que recibí facturas de Rossana, la había visto en los pasillos de la empresa y era normal que concurra a la oficina porque es la hermana de Hugo y Flavio Caputo”, comentó Palferro.

Al día siguiente, Pollicita citó a otra empleada de Caputo Hermanos: Mariela Sabrina Arcolini, que es abogada, se desempeña como coordinadora legal y hace gestión de cobranza extrajudicial para los Caputo. Arcolini trabaja hace ocho años en la firma. Entró como 2015 como recepcionista. Por la antigüedad, se podría presuponer que conoce bien cómo funciona la empresa de los hermanos de “Toto Caputo”.

Arcolini tampoco despejó las dudas sobre el rol de Rossana Pía Caputo. “Ella no tiene un rol dentro de Caputo Hermanos. Es decoradora independiente de interiores”, dijo. “Tengo entendido que hizo la decoración de los SUM (salones de usos múltiples) de todos los fideicomisos”, dijo con un alto grado de imprecisión. La abogada aportó documentación y dejó en claro que eran los papeles que Flavio Caputo le había dado. Su compañera había declarado que Flavio fue, hasta mediados del año pasado quien autorizaba todos los pagos. 

“A la luz de lo declarado por Lucas Nudelman, termina de quedar absolutamente claro que lo que existió no fue una decisión comercial casi inentendible de Caputo Hermanos, sino una evidente financiación de una agrupación violenta y dispuesta a matar”, habían afirmado días atrás los abogados de la vicepresidenta, José Ubeira y Marcos Aldazabal, que reclaman que el juez Marcelo Martínez de Giorgi indague a Rossana Caputo.

Antes de que comenzara la feria, Martínez de Giorgi amplió el procesamiento de Morel por amenazas contra Jorge Ferraresi, Victoria Donda, Víctor Hugo Morales y las legisladoras porteñas Maia Daer y Claudia Neira. También amplió el procesamiento contra Leonardo Sosa, el otro fundador de Revolución Federal, y dispuso el procesamiento de Natanael Reinstein Menin por los incidentes que protagonizaron afuera del departamento de CFK el 22 de agosto pasado, después de que los fiscales Diego Luciani y Sergio Mola pidieran la condena de la vicepresidenta y su inhabilitación perpetua en la causa conocida como Vialidad.