Se levanta temprano, sale de la cama, calza los pies y va por escaleras hasta la planta baja para encaminar el desayuno. Cocina, come, lava los utensilios y vuelve a acomodar todo porque será un día de entrenamiento, como todos. Pero si hay que lavar ropa, también va por ello... y lo que pueda imaginar una persona, también. Lo cotidiano, lo que cualquiera estuvo haciendo hace dos minutos o hará luego de este relato. Todo eso podría ejecutar Roberto 'Kaki' Rivas. Porque un día se enfrentó al desafía: luego de un robo a mano armada que lo dejó dos semanas en terapia intensiva, despertó sin poder ver y aceptó que su vida continuaría inflexiblemente así.

Tenía 24 años cuando el destino cambió su existencia y tardó más de una década en confrontar la condición. Pero hoy, con 48 años de edad y ciego desde hace media vida, refleja su estirpe de eterno deportista. A pesar de que hace poco volvió a manejar un auto de Turismo Carretera, su nueva pasión y constante superación está en la práctica del tenis adaptado. Es uno de los seleccionados para representar a Argentina en el torneo mundial que se disputará en Inglaterra el próximo mes.

Ante la consulta de Líbero justifica esa frase sobre el cumplimiento de los sueños: "Puedo decir que desde chico me gustaban los autos y las motos hasta que llegué a la máxima categoría, fui campeón de TC Pista, de Karting y corrí Motocross". Las cosas se fueron dando, logró juntar para una motito a los nueve años y al rato la vendió para comprar otra. Imaginó una agencia y cumplió su meta laboral llegando a las principales factorías japonesas. Siempre en Carlos Tejedor, Lanús, Banfield, Avellaneda; su zona de confort... Allí mismo donde el 6 de noviembre de 1999 sucedió todo. "Cada dos por tres me viene a la cabeza la fecha, podía haber ido al banco o no, podía haber ido a una carrera, pero pienso que el destino estaba marcado así", confiesa.

Un atraco, dos autos delante y el tiroteo. La ambulancia llevó a 'Kaki' al hospital con el rostro marcado por los perdigones. Que más de una noche no pasaba o que no se podía tocar nada eran frases que, vagamente, recuerda de la recorrida facultativa. Dos semanas después despertó, pensando en la carrera de Buenos Aires y que había que juntar el presupuesto... pero alguno de los 15 cuerpos extraños que aún tiene en la cabeza le había dañado el nervio óptico y no hubo más por hacer.

"Tardé casi 12 años en aceptarme ciego"

La juventud, la vitalidad, el éxito y esa vida nómade de rockstar propia de un piloto de TC pasó a un segundo plano. Y aunque costó asimilarlo, enfrentó nuevos desafíos: "Tardé casi 12 años hasta aceptarme ciego, salir a la calle me daba vergüenza hasta que un día tomé coraje y agarré el bastón. Empezó una nueva adrenalina... Antes era correr en Rafaela a 280 km/h y ahora es estar concentrado a cada paso".

"¿Y ahora qué hago?", fue la pregunta clave para Roberto Rivas. Le gustaba competir pero tenía que encontrar otro camino hasta que una increíble combinación de amistades le conectó con Gabriel Copola, un joven que juega ping pong en silla de ruedas que le habló del tenis adaptado para no videntes. La cancha es parecida al tenis tradicional aunque con menor dimensión. Sus límites tienen una cinta con relieve para sentir con la pisada y la red está un poco más baja. La pelota es más grande y permiten hasta tres piques en el suelo para seguir el sonido del 'sonajero' y dar la devolución. "Me sirve mucho el entrenamiento mental para imaginar el partido, la jugada, la cancha, el rival. Perdí la vista pero la imaginación está conmigo", aclara. "A veces me sorprendo de lo que hago, porque antes no podía ir al baño solo", cuenta.

Sostiene su teléfono con sistema voice over, que le dice qué aplicación está encendida y así entra a su Instagram, se saca fotos y escribe... También escucha las carreras por radio: "Me siento adentro del auto cuando los periodistas relatan las curvas y sobrepasos, me imagino haciendo yo mismo las maniobras". De hecho, hasta volvió a manejar cuando su amigo Emanuel Moriatis se sentó con él en un verdadero Ford de TC para relatarle las curvas y dejar que 'Kaki' condujera, cumpliendo el sueño en el autódromo de La Plata, con pleno apoyo de toda la Asociación Corredores Turismo Carretera.

Del 18 al 27 de agosto le llega su próximo desafío con un nuevo mundial. Tiene cierto apoyo, "pero juntamos el dinero de manera individual", remarca sobre el viaje a Inglaterra por el que que hace cuatro meses trabaja y fomenta en la bio de su IG (@kakirivas) o con el alias (rober.mundial.tenis) para recibir donaciones y continuar su legado.