Con una ya clásica bendición de herramientas de trabajo a integrantes de organizaciones sociales y políticas, el flamante Arzobispo de Buenos Aires, Jorge Ignacio García Cuerva, ofició la misa central de los festejos por San Cayetano, en la que participaron cientos de fieles, organizaciones sociales y políticas, dirigentes gremiales y  funcionarios. El prelado llamó a “no resignarse” y demandó “políticas públicas que reconozcan el esfuerzo y la actividad de tantos hermanos que se desloman todos los días”.

Uno de los integrantes del gobierno nacional que se acercó hasta la iglesia ubicada en el barrio porteño de Liniers fue el ministro de Obras Pública, Gabriel Katopodis. Fue a agradecer el crecimiento del empleo durante la administración de Unión por la Patria y prometer mejoras en los ingresos.

“Hoy tenemos trabajo y el paso que vamos a asegurar es que ese ingreso sea digno", dijo a la salida del templo que, hasta el momento, no fue visitado por ningún dirigente de la oposición de derecha que promete ajustes y recortes de los derechos laborales.

Qué dijo el arzobispo en la homilía

La misa central comenzó a las 11 y en su homilía García Cuerva advirtió que "no existe peor pobreza que la que priva de la dignidad del trabajo a su pueblo". Además, consideró que si bien el índice de desempleo en el primer trimestre de este año "ha sido del 6,9 por ciento, y puede ser más bajo que en otros períodos de la historia argentina", no hay que "conformarse" y sí "pedir más".

"No nos queremos conformar, soñamos con más y mejor trabajo para todos”, dijo. "Hoy en San Cayetano estamos pedigüeños. Te pedimos trabajo pero vamos por más: te pedimos mejor trabajo, mejor pan, más salud, paz para nuestro pueblo. Y lo hacemos con mucha fe, a pesar de la exclusión, de la inflación, del desencanto y de los sueños rotos."

García Cuerva dedicó buena parte de su homilía a los "grandes laburantes no siempre reconocidos ni valorados", para los cuales pidió por un "trabajo digno, bien remunerado".

"Pienso en quienes trabajan en el reciclado juntando cartones”, ejemplificó y llamó a pensar en todos aquellos que viven en situación de precariedad con "trabajo mal pago, en negro o trabajo esclavo" que los "aleja de familiares y amigos".

"Le pedimos a San Cayetano un trabajo digno bien remunerado. Le pedimos paz para nuestro pueblo atravesado por la violencia de la inseguridad social y económica; la inseguridad de no tener un futuro alentador, ni esperanzas para los hijos y nietos. Le pedimos políticas públicas que reconozcan el esfuerzo y la actividad de tantos hermanos que se desloman todos los días".

El pedido de los fieles y la organizaciones sociales

En tanto, cientos de personas siguen desfilando por el santuario de Cuzco 150, cerca de donde también se concentraron decenas de organizaciones sociales y gremiales, como las dos CTA, la Unión de Trabajadores de la Economía Popular (UTEP), la Corriente Clasista y Combativa (CCC), Barrios de Pie e integrantes del Tercer Malón de la Paz, que marchó desde La Quiaca (Jujuy) hasta Buenos Aires.

Este colectivo se movilizó hasta Liniers pese a que desde el jueves permanecen frente al Palacio de Tribunales para reclamar que la Corte Suprema de Justicia se expida contra la reforma de la Constitución de esa provincia.

"Acompañamos la histórica consigna de Tierra, Techo y Trabajo que, en particular, toma relevancia hoy por la presencia del Tercer Malón de la Paz, que se suma a las consignas para pedir por la protección de la Pachamama y el trabajo", dijo María José Cano, referente de Derechos Humanos de la CTA Autónoma.

El Tercer Malón de la Paz está conformado por unos diez pueblos originarios de Jujuy. Partió el pasado 25 de julio rumbo hacia la Capital Federal y en su camino pasó por Salta, Tucumán, Catamarca, Santiago del Estero, Córdoba y Rosario.

La convocatoria de las organizaciones fue en Cuzco y Rivadavia y reafirma el reclamo por medidas concretas hacia el sector de la economía popular enmarcadas en la Ley General de Tierra, Techo y Trabajo.

El titular de la CTA Autónoma, Hugo Cachorro Godoy, llamó a recordar en esta fecha “a quienes están inventándose el trabajo y generan cooperativas; porque si bien el desempleo es un mecanismo de dominación, con organización popular se lo puede vencer”.

“Lo que nosotros hacemos –dijo- es dignificar la capacidad de lucha de los pobres que tienen voluntad de salir adelante y no se rinden. La organización popular es un mecanismo para luchar con amor.”

Además, el dirigente elogió el gesto del arzobispo García Cuerva de bendecir las herramientas y sostuvo que la masiva convocatoria es “una reafirmación de la esperanza de que en lo colectivo, en unidad y en la organización que como pueblo tenemos que tener para salir adelante de esta encrucijada tan difícil”.

De la misma manera ratificó el reclamo de la central obrera al gobierno nacional para que haya “un aumento de emergencia, un salario universal y una suba del salario mínimo vital y móvil”, ya que cuando este ingreso “se tira para abajo, se tiran para abajo también todos los mecanismos salariales”.