Este miércoles se cumplieron setenta años de la creación de la Confederación General Económica, en 1953, bajo el impulso del entonces presidente Juan Domingo Perón. Su fundador y principal creador fue José Ber Gelbard, quien dos décadas después se convertiría en gestor emblemático del pacto social entre la CGE y la CGT encabezada por José Ignacio Rucci, y del Plan Trienal que puso en marcha, como ministro de Economía, en el tercer gobierno de Perón. 

“Este evento también apunta a reflexionar sobre la necesidad de desarrollar proyectos y leyes de defensa a la producción y el trabajo nacional”, señaló Marcelo Fernández, presidente de la actual Cgera, durante el acto en el Salón principal del Banco Nación, donde se conmemoró el aniversario de la creación de la CGE, y a la vez el Día del Empresario Nacional, instituido hace poco más de una década en homenaje a dicha entidad.

Conducida por Gelbard en sus primeros años de vida, la CGE fue protagonista de la historia económica aportando un impulso esencial a la defensa del fuerte protagonismo del mercado interno, una distribución de la riqueza equitativa entre el capital y el trabajo, y a un modelo de país "pensado federalmente, agregando valor a las materias primas y recursos naturales en origen”. Temas centrales, hoy más que nunca, en el debate de un proceso de desarrollo productivo nacional.

Su momento de mayor brillo fue en año 1973 cuando Gelbard, primero ministro de Héctor Cámpora y luego del General Perón, enviara al Congreso Nacional 22 proyectos de ley para la defensa de la Producción y el Trabajo Nacional. En su gestión se alcanzó el pacto social entre la CGT y la CGE, una política de ingresos concertada entre sindicatos, empresarios y el gobierno. Durante su vigencia se logró alcanzar la meta de inflación cero y una mejora en el salario real que llevó a una participación de los trabajadores en el ingreso nacional que sólo se había alcanzado en los años 50 en las primeras presidencias de Perón.

"Este aniversario nos da el impulso para discutir las mejores políticas de estado que se deberían aplicar, tomando el plan de aquél momento y poniéndolo en contexto actual y futuro", señaló Marcelo Fernández en el acto, acompañado en el estrado por Silvina Batakis (presidenta del Banco Nación), Agustín Rossi (jefe de gabinete), José de Mendiguren (secretario de Industria) y Augusto Costa (ministro de la producción bonaerense), entre otros.

El brillo de la CGE se fue apagando al mismo tiempo que el de la democracia. Tras la muerte de Perón, sus logros quedaron definitivamente bajo los escombros primero con el Rodrigazo en 1975 (una brutal política de ajuste alentada por José López Rega, personaje clave en el gobierno de Isabel). Con el terreno asfaltado, llegó en marzo de 1976 la dictadura militar y económica, que intervino la CGE, persiguió a sus dirigentes y hasta intentó el asesinato de dos de ellos (Julio Broner y José Ber Gelbard) en el exilio. 

Las distintas entidades pymes homenajearon este miércoles a esa CGE de dirigentes empresarios comprometidos con un proyecto nacional, incluso a riesgo de sus vidas.  "La Confederación General Económica fue creada por Empresarios Nacionales de todas las regiones del país que querían un país desarrollado industrial, comercial y productivamente, con un mercado interno permanentemente activo como sostén de la actividad económica", apuntó Fernández.

"Hoy varias Confederaciones que nuclean a Hombres y mujeres con ese pensamiento estamos celebrando sus 70 años de vigencia levantando su pasado, pero también su futuro. Queremos discutir el plan Trienal, los 22 puntos que aquel equipo económico liderados por José Ber Gelbard propusiera como Ministro de Economia. Y nos preguntamos cuál habría sido el destino de la Argentina si hubiéramos seguido con esas políticas".

Esa misma disputa de modelos hoy sigue abierta. Y así quedó expresado en algunos de los discursos de este miércoles en el Banco Nación. "Qué tipo de modelo de funcionamiento de la economía argentina es el que garantiza las mejores condiciones de vida para nuestra gente, se preguntó Augusto Costa, y respondió: "Claramente, un modelo que ponga a la producción, al trabajo y a la industria en el centro. No hay futuro para la Argentina sin empresarios y trabajo nacional".