Ley de Identidad de género (26.743) visibiliza la identidad trans en todas sus etapas, tanto en la adulta como en la infancia y por ello es imprescindible poner el agenda la información sobre infancias trans para que niñas, niños y adolescentes pueden ejercitar sus derechos y que las personas adultas desde sus diferentes roles puede acompañar. 

Marcos Ordoñez médico, especialista en Medicina General y Familiar y magister en Salud Sexual y Reproductiva, y miembro del equipo de capacitación en Educación Sexual Integral de la Secretaría de Derechos Humanos y Género de la Unión de Educadores de la Provincia de Córdoba habló con La Rioja/12 sobre la importancia de hablar de las infancias trans, el rol fundamental de la ESI  y la necesidad de aplicarla de manera transversal a toda la sociedad.

¿Por qué tenemos que hablar de identidades trans?

Por varias razones, primero que nada, porque durante muchísimo tiempo, por lo menos en el último tramo histórico, han sido absolutamente silenciadas. Y lo cierto es que el proceso de la construcción identitaria comienza tempranamente y si bien generalmente es en la entrada a la adolescencia, el punto que se vuelve crítico porque la demanda identitaria toma cada vez más fuerza, el proceso de la construcción identitaria comienza muy tempranamente. Hablando con la mayoría de las personas trans hablan justamente de que la percepción que han tenido con relación a su cuerpo y a su identidad han sido muy tempranas y se habla incluso de los 3 años más o menos como una edad donde ya estos procesos comienzan ha manifestarse. Por lo tanto, tiene que ver obviamente, con la adquisición del lenguaje y otras características conductuales que empiezan a tener los niños y las niñas en su desarrollo; y esto implica tener una mirada y una respuesta sobre estas infancias. Vuelvo a repetir, han existido siempre, pero muchas veces como sociedad y como familia no tenemos respuestas ante esto que nos encontramos. Ante esta expresión muchas veces inesperadas, sobre todo porque estas identidades han sido negadas absolutamente a lo largo de la historia y mucho más en la niñez -porque generalmente se asocia estas construcciones más a un proceso posterior a la adolescencia- hoy se sabe que comienzan muy tempranamente.

¿La construcción de la identidad de género, entonces, no comienza en la adultez?

En absoluto. La construcción de la identidad de género, tanto en personas hetero como trans, comienza desde que desde que nos insertamos en la cultura desde que empezamos a entrar en las lógicas y en los mandatos socioculturales; y cuando empezamos a hacer espectadores de cómo son las dinámicas, la distribución, la división de roles y ahí empieza un proceso de identificación y esto se empieza a construir. Esta construcción identitaria que se da tan tempranamente es un proceso en el que no se puede intervenir ni a favor ni en contra. Por ahí hay mucha confusión en la gente quizás por este término que muchas veces se utiliza desmedidamente y que no corresponde como es el de la elección y acá no hay elección. La entidad se siente, se percibe y es que uno no elije ser, sino que uno es. Aquello que late y pugna dentro de uno es un tipo de construcción identitaria que busca obviamente expresarse y es tan potente el proceso de la identidad que, aun sabiendo que entra en un terreno donde básicamente pierde en términos sociales, aun así todo las personas trans se construyen en esta identidad no comprendida y no lo pueden ocultar. No lo pueden sostener en el silencio porque atenta contra su propia salud mental.

Y qué importancia tiene, por ejemplo, el acompañamiento de la familia, porque también hay quizás una mirada adultocéntrica y aparen comentarios tales como: se le va a pasar, seguro tiene una confusión, no sabe todavía lo que quiere.

Obviamente que se vuelve central, digo en como en cualquier ser humano no solamente en las personas trans se vuelve fundamental el apoyo y la contención y la seguridad que brinda el medio familiar y es lo que habitualmente las personas trans no acceden a ello. Justamente a partir de sus de sus construcciones comienzan a vivir muchas veces el rechazo, la marginación incluso dentro del seno familiar, así que imaginemos lo que significa en términos de construcción de la subjetividad, lo que implica que el espacio que naturalmente tendría que ser el que nos brinda la protección, la seguridad y el afecto, es el que muchas veces no rechaza. Es tan importante hablar de las infancias trans sobre todo para que la familia pueda comprender y que no es tan difícil de sobrellevar. Obviamente que nos vamos a tener que enfrentar a las lógicas sociales que todavía no están preparadas. El primer espacio, el de la familia, debe garantizar este derecho del niño, a la protección y al amor. Y, por eso digo, es tan importante hablar de estas temáticas para que aquellas familias que tienen un niño o una niña que está transitando este este espacio de la construcción identitaria acompañar y no poner ningún tipo de presiones, ni a favor ni en contra y dejar que estos procesos fluyan. Es un proceso muy complejo y mayoritariamente estas identidades tienden a justamente a consolidarse con el tiempo y la familia tiene debe acompañar y como deben acompañar todas las instituciones de la sociedad.

¿Qué importancia te parece que tiene la ESI?

La ESI es y quizás es la única herramienta de la que disponemos en primer lugar. Los límites que tiene la ESI es que está destinada a niños, niñas y adolescentes. Y el problema es que yo creo que estamos en un momento donde toda la sociedad necesita ESI, todos los grupos etarios porque si no, lo único que hacemos es profundizar la brecha generacional. Podemos ver en las nuevas generaciones que hay muchísima más apertura, mucha más libertad, incluso se vive con mucha más naturalidad estos procesos también para quiénes son compañeros de aquellas personas que están transitando estos procesos identitarios, son mucho más flexibles. Sin embargo, quizás el sector más duro, más resistente sigue siendo el mundo adulto. Por eso digo, que la ESI se vuelve una herramienta central para un niño o niñas o adolescentes, primero, para conocer que la identidad es un derecho, eso es fundamental; segundo, porque a través de la ESI comprendemos el valor de la no discriminación, no lo que significa la discriminación como como violencia, y nadie debe ser discriminado o violentado y que nadie debe discriminar y violentar y también la obligación ciudadana de no violentar, ni discriminar. Entonces digo, es una herramienta fundamental, justamente porque uno de sus ejes, que es el respeto a la diversidad, nos enseña eso a comprender  las diferencias de identidades, de orientaciones sexuales y que todos somos parte de este gran abanico de expresiones de lo humano y que no es nada problemático ni de complejo, que es mucho más natural de lo que creemos.

Por tu experiencia: ¿cuánto crees que hemos avanzado y cuáles son esas barreras que todavía siguen existiendo?

De alguna manera se avanzado. Obviamente que tenemos un avance jurídico importante que es tener una ley de Identidad de Género, pero también está claro que esta ley ha ido por delante de los cambios sociales. Esta ley que la tenemos del año 2012 no implica necesariamente que la sociedad había avanzado en la comprensión de amplio espectro de la diversidad sexual y de una aceptación, sino que es una ley que justamente viene a decir: las personas trans tienen derecho a todos los mismos derechos que tiene cualquier ciudadano. Entonces falta trabajar en esto de la concientización social y  me preocupa mucho el mundo adulto porque son los que tienen que dar, por ejemplo, respuestas a la infancia trans.

 Es importante la comunicación sobre esta ley y que la que las personas las conozcan, que las instituciones las conozcan y las respeten como la escuela, por ejemplo. Tenemos que trabajar en eso, en la conciencia social, en la comprensión el problema que tenemos y es que hay pocos canales para trabajar. En la escuela, tenemos la ESI y socialmente no tenemos mucho más y ahí hay que apelar al ingenio de cómo trabajar y disputar justamente luchas en todos los espacios para hacer de esta ley de Identidad de Género en todos los espacios. Queda mucho por delante. Lamentablemente me gustaría que hubiéramos avanzado más, pero sin embargo se ven expresiones y se va gestando una transformación social lenta, y en los adolescentes se está dando mucho más acelerado el proceso. Creo que en eso han facilitado lo medios de comunicación, pero no hablo de los medios de comunicación tradicionales, que refuerzan el viejo modelo,  sino de comunicaciones alternativas que muestran otra manera de ver el mundo y de comprender la sexualidad. Tampoco quiero universalizar porque también es cierto que por ahí esos procesos se dan mucho más en los sectores urbanos y vos te corres un poquito de las ciudades y sigue una mirada muy rígida. La discriminación y el prejuicio se basa en el desconocimiento y en la desinformación. Muchas veces las personas cuando pueden acceder a la misma cambian radicalmente la manera de mirar las cosas.