La Plaza General San Martín está situada en lo que hoy es el barrio Retiro, en Capital Federal. Los terrenos de la Plaza San Martín y los linderos tienen una historia de lo más versátil: pasó de ser una casa de descanso, a depósito de personas esclavizadas, a escenario de batallas, a plaza de toros, a fábrica de cerveza, a la plaza que conocemos hoy.

A fines del siglo XVII los terrenos de la zona eran propiedad del gobernador del Río de la Plata; Agustín de Robles construyó allí una casa de campo, una mansión con casi 40 habitaciones a la cual le puso de nombre “El Retiro”. 

El puerto de Buenos Aires fue uno de los centros de la trata transatlántica más grandes de América Latina y el Caribe, durante 3 siglos. En la actual Plaza San Martín, junto a donde está situado el Parque Lezama estaban los principales mercados de la provincia. La corona española daba los permisos para el tráfico, siendo las empresas South Sea Company (inglesa) y la Compañía de Guinea (portuguesa) las principales empresas esclavistas de la zona.

Según los registros, entre 1713 y 1718 la empresa South Sea Company, la cual se dedicaba al tráfico de personas esclavizadas, compró los terrenos de la Plaza, luego de que la utilizara por un corto período la Compañía de Guinea. La mansión, o paradójicamente como la solían llamar, casa de descanso, era tan grande que cumplía bien el propósito de comercializar personas. Al comprar los lotes construyeron depósitos bajo tierra, con celdas, en las que se les daba un trato inhumano a las personas africanas antes de venderlas. Producto de las guerras entre España y Gran Bretaña, la corona rompe lazos con dicha empresa, por lo que no tardó en querer ocupar el lugar otra, una de las Compañía de las Indias. Sin embargo, aparecieron las quejas de comerciantes de la zona; como quien se queja del pescado podrido, sólo les molestaba el olor, ya que en esa época estaba muy naturalizado vender personas. Así, los regidores en el Cabildo y particulares no beneficiados directamente con la trata decían: “soliendo venir los negros medio apestados, llenos de sarna y escorbuto y despidiendo de su cuerpo un fétido y pestilente olor pueden con su vecindad infeccionar la ciudad”. 

En 1878, celebrando el centenario del nacimiento de San Martín, luego de una serie de edificaciones y ampliaciones, se bautiza el espacio verde con el nombre del Libertador. Escenario de batallas con los ingleses, escenario de muerte y venta de las personas esclavizadas, con tal valor histórico -siendo Lugar Histórico Nacional desde 1942- es al menos llamativo que no se conserve como patrimonio histórico, resguardando toda su integridad. Su relevancia histórica es la que hace que la Plaza San Martín sea parte del proyecto de la UNESCO en nombrarla como Sitio de Memoria de la Ruta del Esclavo, junto al Parque Lezama, la Capilla de los Negros en Chascomús, y las estancias y capillas jesuíticas en Córdoba.