Para llegar a la movilización en Plaza de Mayo, la CGT necesitó de largas e intensas negociaciones. En este contexto, la convocatoria a un paro nacional se avizora como mucho más complicada. Las diferencias internas y el peso de los grandes sindicatos se harán sentir en el Comité Central Confederal (CCC) convocado para el próximo 25 de septiembre. Algunos dirigentes enrolados en el sector de los Gordos reconocían ayer, poco después de finalizado el acto, que los promotores del paro no cuentan con los votos necesarios para imponerlo.

El CCC, cuya sigla recuerda a las viejas estructuras partidarias del comunismo soviético, lleva en su interior la representación de las confederaciones sindicales. Podría compararse con una especie de parlamento y, como tal, no todas tienen la misma cantidad de representantes. Por caso, los Gordos con su gran cantidad de afiliados llevan tres delegados. Luego está el sector de dos delegados, donde están los camioneros, y luego viene una serie de confederaciones a la que solo les corresponde uno. Las negociaciones serán fuertes y las presiones externas también.

Ayer, uno de los dirigentes que milita en los Gordos y que subió al palco, reconocía muy suelto de cuerpo que los promotores de la medida de fuerza no solo no tienen los votos sino que “tampoco hay clima” para una medida de esa magnitud. Acodado en una de las vallas, buscó agregarle un condimento político al asegurar que no está en ellos favorecer a la candidatura de Cristina Fernández de Kirchner. Casi con una sonrisa, concluyó que “el paro no prospera”. Luego dijo que tampoco buscan apoyar a ningún otro candidato.

Una frase que parece confirmar aquello que se decía en los pasillos de la CGT luego de que se ratificara la marcha, el miércoles pasado: “Algunos Gordos cambiaron movilización por paro”. Y es que ese día los Gordos, junto a los independientes (también con importante cantidad de afiliados), llegaron al edificio de la calle Azopardo con la intención de bajar la marcha, pero Andrés Rodríguez (UPCN) cambió de opinión quebrando el frente interno. Voceros gremiales aseguran que fue el impulsor de ese trueque que le permitió al moyanismo hacer la movilización y, por ahora, no fracturar la central obrera.

Incluso anoche sectores sindicales ligados a los independientes sostenían que ni el desplazamiento del titular de Superintendencia de Servicios de Salud, Luis Scervino, a quien ligan a José Luis Lingeri (Obras Sanitarias), puede provocar que las probabilidades de aprobar el paro avancen, sino todo lo contrario. “Los Gordos dirán que la marcha provocó la salida de un funcionario con buen diálogo con el sindicalismo”, aseguraron sin dudarlo.

La fecha del CCC coincide con la muerte de José Ignacio Rucci. La marcha de ayer lo hizo con el primer aniversario de la conducción tripartita de la CGT y también con el renunciamiento de Eva Perón a su candidatura a la vicepresidencia en 1951. Es probable que cuando pusieron fecha de la marcha no lo hayan tenido en cuenta, pero se hizo a 45 años la Masacre de Trelew.