La primera reacción del Gobierno a la marcha de la CGT no se hizo esperar: ayer por la tarde, Mauricio Macri decidió apartar de su cargo a Luis Scervino, el Superintendente de Servicios de Salud, hombre muy cercano a José Luis Lingeri (Obras Sanitarias) y de vínculos con Camioneros y la Unión Obrera Metalúrgica. Scervino era el hombre de la CGT dentro de la estructura estatal y su eyección implica un quiebre en el vínculo entre la administración de Cambiemos y la cúpula sindical. Desde la Superintendencia se controlan los fondos de las obras sociales, la principal fuente de financiamiento de los sindicatos. Macri separó también de su cargo al viceministro de Trabajo, Ezequiel Sabor, quien lo acompañaba en esa área desde su gestión al frente del gobierno de la Ciudad de Buenos Aires.