El presidente de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, pronosticó que este 7 de septiembre, Día de la Independencia brasileña, será una jornada "pacífica y normal", ante versiones sobre movilizaciones de la ultraderecha bolsonarista que reclama un golpe militar. Lula aseguró que su antecesor Jair Bolsonaro, al que se refirió como "la cosa", carece de "coraje" y lo acusó de planificar un golpe de Estado "de la forma más mezquina" porque sabía que iba a perder las elecciones de 2022. Lula realizó esas declaraciones durante el programa Conversación con el Presidente, que emitido por los medios públicos del país.

"La cosa debe ser juzgada"

"Existe un odio que fue diseminado en todo el país por la cosa. La cosa debe ser juzgada por genocidio. Porque no es un chiste que 700 mil personas hayan muerto. Y en gran parte debido a la falta de atención, a la falta de orientación gubernamental, por falta de respeto a la medicina y a la ciencia", dijo el presidente de Brasil ante la presunta responsabilidad de Bolsonaro por más de la mitad de los muertos por covid-19 durante la pandemia.

Lula se refirió además a las causas por el robo de joyas de la presidencia que involucra al círculo íntimo de Bolsonaro y exasesores oficiales, y también al expediente por los actos golpistas del 8 de enero, cuando bolsonaristas asaltaron la sede de los poderes en Brasilia para pedir al Ejército un golpe de Estado que derroque al líder del Partido de los Trabajadores.

En ese sentido Lula dijo que Bolsonaro "no tuvo coraje" de pasarle la banda presidencial el primero de enero, ya que el ultraderechista optó por viajar dos días antes a Florida, en una estadía en Estados Unidos que duró tres meses. "Él fue a esconderse porque estaba esperando un golpe. De hecho, quería dar un golpe de la manera más mezquina posible", afirmó.

Un Día de la Independencia tenso

Estas duras palabras de Lula se dieron en medio de una serie de medidas de seguridad preparadas por el gobierno en torno a los actos oficiales del Día de la Independencia. El presidente participará del desfile militar en Brasilia el jueves por la mañana y al mediodía partirá hacia India a la cumbre del G20.

"El 7 de septiembre será pacífico y normal", aseguró Lula mientras el bolsonarismo se dividió para promover varias acciones que incluyen protestas, repudiar a los militares que desfilen en las celebraciones oficiales, y como dijo el senador Flavio Bolsonaro, hijo del ultraderechista, impulsar la donación de sangre como forma de vincular a la extrema derecha con el patriotismo.

El ministro de Justicia, Flávio Dino, confirmó que el gobierno movilizará a la Fuerza Nacional, un cuerpo de elite de la policía, para reforzar la seguridad de Brasilia durante los actos del Día de la Independencia. "No vamos a permitir la repetición de los terribles eventos del 8 de enero", dijo Dino, quien dijo que las amenazas de actos violentos que se registran en grupos de extrema derecha en redes sociales son "algo residual". 

La Policía Federal de Brasil realizó este martes más de 50 allanamientos con el objetivo de "identificar a los pequeños financistas y personas que fomentaron" los actos golpistas del 8 de enero. La Corte Suprema ya aceptó las denuncias presentadas contra 1.290 personas, que en su mayoría participaron directamente en los ataques a la sede de los tres poderes.

En otro tramo de la extensa entrevista de este martes, Lula criticó a Bolsonaro por no querer cumplir los fallos del Supremo Tribunal Federal, que investiga al expresidente en varios procesos. En ese marco propuso por primera vez que los votos de los jueces de la máxima corte sean secretos, sin identificar quién votó, y evitar así que exista "animosidad" en la población ante cada fallo.

Lula también sostuvo que los militares se apropiaron del 7 de septiembre durante la dictadura (1964-1985). "Lo que queremos hacer ahora, con la participación del Ejército, la Marina y Fuerza Aérea, es un 7 de septiembre para todos, de los militares, de los maestros, del vendedor de panchos, de los emprendedores, de todos", aseguró el mandatario.