Los habitantes de las zonas de Marruecos devastadas por el mayor terremoto del país en más de un siglo acamparon a la intemperie el lunes por cuarta noche, mientras el número de muertos aumentaba a más de 2.800 personas.

Equipos de búsqueda de España, Reino Unido y Qatar se unieron a los esfuerzos marroquíes para encontrar sobrevivientes del sismo de magnitud 6,8 que sacudió las montañas del Alto Atlas a última hora del viernes, demoliendo las tradicionales casas de adobe omnipresentes en la región.

La televisión estatal informó a última hora del lunes que el número de muertos había aumentado a 2.862, con 2.562 heridos. Dado que gran parte de la zona del terremoto se encuentra en áreas de difícil acceso, las autoridades no han facilitado estimaciones sobre el número de desaparecidos.

En el pueblo de Tinmel, casi todas las casas quedaron pulverizadas y toda la comunidad se ha quedado sin hogar. El hedor a muerte de docenas de animales enterrados bajo los escombros recorre casi todo del pueblo.

Mouhamad Elhasan, de 59 años, dice que estaba cenando con su familia cuando se produjo el terremoto. Su hijo, de 31 años, huyó al exterior y fue alcanzado cuando el tejado de su vecino se derrumbó, atrapándolo bajo los escombros.

Elhasan dijo que buscó a su hijo mientras gritaba pidiendo ayuda. Pero al final los gritos cesaron, y cuando llegó hasta él ya estaba muerto. Elhasan, su mujer y su hija permanecieron dentro de la casa y sobrevivieron. "Si se hubiera quedado en casa, se habría salvado", dijo Elhasan.

En Tinmel y en otros pueblos, los residentes dijeron que habían sacado a gente de entre los escombros con sus propias manos.

En Tikekhte, donde pocos edificios han quedado en pie, Mohamed Ouchen, de 66 años, describió cómo los residentes rescataron a 25 personas, una de las cuales era su hermana. "Estábamos ocupados rescatando. Como no teníamos herramientas, usamos las manos", explicó. "Se le veía la cabeza y seguíamos cavando a mano".

Imágenes de la remota aldea de Imi N'Tala, filmadas por el miembro español de los esquipos de rescate Antonio Nogales, del grupo de ayuda Bomberos Unidos Sin Fronteras, mostraban a hombres y perros trepando por empinadas laderas cubiertas de escombros.

"El nivel de destrucción es... absoluto", dijo Nogales el lunes, al que le costaba encontrar la palabra adecuada para describir lo que estaba viendo. "Ni una sola casa se ha mantenido en pie". A pesar de la magnitud de los daños, dijo que los equipos de rescate que buscaban con perros aún esperaban encontrar supervivientes.

El epicentro del terremoto se situó a unos 72 kilómetros al suroeste de Marrakech, donde algunos edificios históricos del casco antiguo, declarado Patrimonio de la Humanidad por la Unesco, sufrieron daños. El sismo también causó importantes daños en la mezquita de Tinmel, del siglo XII y de gran importancia histórica.

Las zonas más modernas de Marrakech salieron indemnes en su mayor parte, incluido un lugar cerca del aeropuerto destinado a las reuniones del FMI y el Banco Mundial, que se celebrarán el mes que viene. Se prevé la asistencia de más de 10.000 personas a las reuniones, que el gobierno marroquí desea celebrar, según fuentes.

Tras una respuesta inicial que algunos supervivientes calificaron de demasiado lenta, el lunes por la noche aparecieron campamentos de tiendas de campaña en algunos lugares, mientras la gente pasaba una cuarta noche a la intemperie. El ejército dijo que estaba reforzando los equipos de búsqueda y rescate, suministrando agua potable y distribuyendo alimentos, tiendas de campaña y mantas.

Una de las principales carreteras que conectan las montañas del Alto Atlas con Marrakech quedó bloqueada el lunes por la noche mientras vehículos pesados y voluntarios que transportaban suministros de socorro se dirigían hacia algunas de las comunidades más afectadas.

Voluntarios y civiles marroquíes, ayudados por algunos extranjeros, ayudaron a dirigir el tráfico y a despejar la carretera de restos de rocas. Marruecos ha aceptado ofertas de ayuda de España y Reino Unido, que enviaron especialistas en búsqueda y rescate con perros rastreadores, así como de Emiratos Árabes Unidos y Qatar. Argelia dijo que había asignado tres aviones para transportar personal de rescate y ayuda. La televisión estatal dijo que el Gobierno marroquí podría aceptar ofertas de ayuda de otros países más adelante.

En tanto, se teme que las lluvias previstas a partir de manaña en Marruecos agraven el caos generado tras el brutal terremoto, porque "la compactación del terreno de adobe que es prácticamente tierra se va a convertir en barro".

Así lo ha explicado este martes el presidente de Bomberos Unidos sin Fronteras (BUSF), Antonio Nogales, quien se ha desplazado a la zona afectada y ha advertido que las lluvias previstas en Marruecos agravarán la situación para trabajar allí.

"No son buenas noticias", será todo "mil veces peor", ha señalado Nogales, porque las precipitaciones además dejarán aún más comprometido el equilibrio de algunas de las zonas del terreno a causa del terremoto.

Los aldeanos de pueblos afectados han asegurado que están preocupados ante la posible llegada de las lluvias, como han manifestado algunos de ellos a EFE, en la aldea de Tnirt, a solo 10 kilómetros del epicentro.

En la aldea de Tnirt, poco después de sentir una réplica de 4 grados, Latifa, una mujer de unos 40 años que intentaba convencer a su padre de que saliera de una casa dañada, confesó que sentía terror tras el temblor. Mirando al cielo la mujer dijjo: "lo que más me preocupa es que lleguen las lluvias". "¿Qué vamos a hacer si llueve? Estamos viviendo en la calle".

Según Nogales, las lluvias afectarán a la accesibilidad en las tareas de rescate de víctimas. "Tras el terremoto muchísimas partes de la montaña se encuentran en una situación de equilibrio comprometido que las lluvias podrían empeorar --ha añadido el responsable de Bomberos Unidos sin Fronteras--. No hay nada de bueno en que vaya a llover y menos si además es forma intensa".

En su opinión, las posibilidades de encontrar personas vivas bajo los escombros han disminuido mucho, aunque todavía podría darse alguna situación de rescate pero es muy difícil.

A partir de ahora empiezan ya otro tipo de riesgos con el tema de las epidemias por la descomposición, según Nogales.

Según el pronóstico emitido por la Dirección General de Meteorología de Marruecos, el paso de masas de aire frío por el país favorecerá la lluvia en las tierras del Alto y Medio Atlas y sus vertientes sureste, así como en las llanuras situadas al oeste del Atlas entre el miércoles por la tarde y el viernes.

En consecuencia, el miércoles lloverá por la tarde en las tierras altas del Alto y Medio Atlas y en las llanuras vecinas, así como en las vertientes sudorientales, especialmente en las zonas: Azilal y Ouarzazate.

El jueves y el viernes continuarán las precipitaciones y los chubascos en las regiones del Alto Atlas y del Mediterráneo, en las llanuras occidentales y en las vertientes sudorientales, especialmente en las regiones de Al Haouz, Taroudant, Azilal, Ouarzazate y Marrakech.

Los vientos se prevén moderados y relativamente fuertes, sobre todo el jueves y viernes sobre las tierras altas.

Con respecto a las temperaturas, las mínimas oscilarán entre 10/14 grados centígrados en la sierra y entre 15/20 grados centígrados en el resto de las regiones, mientras que las máximas oscilarán entre 21/28 grados centígrados en las tierras altas y entre 30/38 grados centígrados en el resto de las regiones.