Las organizaciones barriales de la Ciudad de Buenos Aires realizarán este sábado una serie de semaforazos en diversos puntos de la ciudad para reclamar la modificación del Código Urbanístico (CUR) y la suspensión de los permisos de obra de edificios en altura. Se trata de las agrupaciones que a fines de julio conformaron el colectivo Interbarrial Buenos Aires, que nuclea a más de veinte barrios porteños que ya se declararon en "emergencia urbanística ambiental" y presentaron proyectos en la Legislatura para modificar el CUR. En los semaforazos volverán a denunciar la "destrucción sistemática" de "los barrios de casas bajas y del patrimonio histórico de la ciudad".

Los semaforazos estarán divididos en cuatro puntos de la ciudad y se realizarán al unísono, a las 11 horas de este sábado. Los puntos de encuentro señalados para las manifestaciones son las esquinas de Cuenca y Nogoya --en Villa del Parque--, Cabildo y Crisólogo Larralde --en el límite de Núñez y Saavedra--, Álvarez Thomas y Elcano --Colegiales, Chacarita y Villa Ortúzar-- y Córdoba y Scalabrini Ortiz --Palermo y Villa Crespo--. 

"Indistintamente del barrio al que pertenezcan esos cuatro puntos, invitamos a que se acerquen todos los vecinos y vecinas que se sienten interpelados por nuestra lucha, que se centra en el pedido de modificación o derogación del CUR", señaló en este sentido Sandra Barbonetti, vecina de Villa del Parque e integrante de Conciencia Urbana Comuna 11, una de las agrupaciones que convoca a los semaforazos desde la interbarrial.

Además del pedido de modificación del nuevo CUR aprobado en 2018, los vecinos y vecinas también reclaman como medida urgente la "suspensión inmediata de permisos de obra" y la "suspensión de demoliciones patrimoniales". Barbonetti precisó en este sentido que el pedido de suspensión de permisos es para aquellas obras que superen los nueve metros de altura. "Además de la destrucción sistemática de los barrios de casas bajas para las construcciones en altura, está aconteciendo una destrucción del patrimonio histórico de la ciudad", agregó. 

"En Villa del Parque, sin ir más lejos, hay una propiedad que tenía una protección cautelar por ser anterior a 1941 y ahora esa protección fue levantada. Eso autoriza a que la casa sea demolida o que se le puedan introducir modificaciones que alteren su impronta. Tenemos el temor de que este caso termine con otra demolición para construir una torre que modifique la identidad barrial", contó la vecina de Villa del Parque sobre uno de los casos que enfrenta ese barrio. 

Almagro, Balvanera, Bajo Belgrano, Boedo, Caballito, Chacarita, Coghlan, Colegiales, Flores, Floresta, Núñez, Palermo, Parque Chas, Saavedra, San Cristóbal, Villa Crespo, Villa del Parque, Villa General Mitre, Villa Ortúzar, Villa Pueyrredón y Villa Santa Rita son algunos de los barrios que participan con sus agrupaciones del colectivo que en la primera semana de septiembre ya se manifestó a las puertas de la Legislatura porteña. Antes, en su documento fundacional de fines de julio se habían declarado en "emergencia urbanística ambiental".

Las organizaciones alertan principalmente sobre el "aumento exponencial" de los volúmenes y de las alturas constructivas permitidas por la normativa que reemplazó al antiguo Código de Planeamiento Urbano, y el avance sobre los pulmones de manzana, líneas de frente y de retiro. En segundo lugar, denuncian la "proliferación desenfrenada de demoliciones y de construcciones que dañan viviendas y afectan la identidad de los barrios, y la calidad de vida de vecinos y vecinas".

Más allá de lo específicamente constructivo, las organizaciones también advierten sobre la "ausencia de regulación estatal que deriva en la saturación de servicios públicos", entre los que se encuentran la electricidad, el gas, las cloacas, los estacionamientos, establecimientos de salud y escuelas. En este sentido, reclaman contra "el estallido de la explotación comercial y la saturación de usos del suelo, el avance sobre los espacios verdes y la destrucción y pérdida del arbolado urbano necesarios para el medio ambiente, que disminuyen la ya insuficiente relación de metros cuadrados verdes por habitante".

Buena parte de las organizaciones de la Interbarrial ya presentaron en la Legislatura diversas iniciativas para modificar la normativa del CUR en sus barrios. Los casos de Lomas de Núñez y Bajo Belgrano son los únicos exitosos hasta el momento, ya que consiguieron la aprobación de leyes que limitan la construcción. En tanto, todavía esperan los proyectos de Palermo, Villa Devoto, Chacarita, Colegiales, Villa del Parque y Villa Ortúzar, entre otros, que ni siquiera fueron tratados en debates de comisiones. Más allá de esos casos puntuales, los y las vecinas reclaman la modificación integral del Código para toda la ciudad. 

El pasado 27 de septiembre las organizaciones también se manifestaron en la puerta del Canal de la Ciudad, donde se realizó el debate de candidatos a jefes de gobierno. Allí, Jorge Macri, el candidato del oficialismo, reconoció fallas en el CUR y aseguró que, de ganar las elecciones, promoverá la modificación del Código. Las organizaciones reclaman, sin embargo, que los cambios se realicen de inmediato y es por eso que ese mismo día también le entregaron una nota al actual jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, y al secretario de Desarrollo Urbano, Álvaro García Resta.