Patricia Bullrich vs. Javier Milei y Javier Milei vs. Patricia Bullrich. Si Patricia baja un punto, Milei sube un punto. Si el libertario baja, la exministra sube. Ese cuadro de situación, vigente durante la semana que transcurrió, se proyecta hacia el debate de este domingo porque ambos necesitan pelear los votos en el mismo mercado opositor. La lógica es que sigan enfrentándose entre ellos, Bullrich diciendo que ella es la oposición seria y Milei atacándola con el argumento de la casta. Sin embargo, parte de la batalla también consiste en denunciar al peronismo. En especial porque cada uno debe exhibirse como el opositor más firme y hay una presión fuerte de los medios alineados con la derecha para golpear al oficialismo. 

En ese marco, parece cantado que sacarán de la manga el caso Insaurralde, la inflación y el dólar, temas tocados muy someramente en el primer debate. El desafío de Sergio Massa es posicionarse como el más apto para cambiar la actual situación, algo que no le será fácil. El acento estará puesto en cuestiones concretas: explicar que las propuestas de Milei y Bullrich significarían brutales aumentos de la luz, el gas y el colectivo; la pérdida de puestos de trabajo que implicaría no comerciar con Brasil o China y los efectos de permitir la tenencia de armas. Todo, planteado de forma tranquila y con ejemplos de la vida cotidiana.

El escenario no se movió, pero…

La mayoría de los encuestadores coinciden en que, hoy por hoy, el escenario es de balotaje entre Milei y Massa, con Bullrich a considerable distancia. Tal vez eso produjo la desesperación de la candidata de Juntos por el Cambio (JxC) y el coqueteo de Mauricio Macri con Milei. Para colmo, Bullrich tuvo un mal desempeño en el debate de Santiago del Estero.

Eso es lo que explica que desde el lunes pasado, la exministra salió a enfrentarse con Milei, casi tratándolo de desequilibrado mental. Roberto Bacman, del Centro de Estudios de Opinión Pública, diagnostica que “se acordaron tarde. Patricia necesita matar a Javier”.

En las semanas anteriores, Bullrich había ido levantando respecto de la brutal caída después de las PASO. En la medida que ella subía, Milei bajaba. Como el peronismo más o menos se mantuvo, Milei siguió primero pero Massa se acercó mucho. En la dinámica de ganancias y pérdidas de la derecha, la caída de Bullrich, tras el debate, derivó en una subida de Milei. Como explicó Federico Aurelio, de Aresco, “la semana de Bullrich fue mala. Mal desempeño en el debate y los problemas del oficialismo, con Insaurralde y el dólar, hacen que el electorado opositor se enoje más, lo que lleva a que crezca Milei y caiga Bullrich”, señala el consultor. Una de las preocupaciones de Unión por la Patria (UxP) es esa: una baja fuerte de Bullrich y que Milei suba fuerte, distanciándose mucho.

Gustavo Córdoba, de Zuban-Córdoba cree que "los encuestadores subregistran el voto a Milei. Como se vio en las PASO, no detectan a sus votantes. De manera que, es cierto, lo probable es el balotaje Milei-Massa, pero no descartemos que el libertario tenga cuatro puntos ocultos y que eso le de una ventaja importante". 

Debate, segundo tiempo

Como se sabe, los candidatos preparan las estrategias para esta segunda parte, en base a los tres temas programados Seguridad, Trabajo y Vivienda.

Facundo Nejamkis de Opina Argentina cree que “el viraje de Bullrich de esta semana, confrontando con Milei, era imprescindible. Ella necesita mostrarse como la opción de cambio seria y estable”.

  • En esa sintonía apareció en escena este viernes Carlos Melconian con una crítica a la dolarización y a la frase de Milei de que con la suba del dólar es más fácil dolarizar: “el dólar alto hace puré el salario”, disparó Melconian. Aunque está claro que el fuerte de Bullrich no es la economía, tendrá que transitar ese tema, al menos en las preguntas cruzadas.
  • La exministra se lanzó con la grotesca idea de escuchar las conversaciones entre detenidos y abogados. Claramente para competir con Milei.
  • Dijo que va a indemnizar a las víctimas de las organizaciones guerrilleras. También para competir con Milei.

Aurelio también sostiene que Bullrich, como lo hizo esta semana, debe ir contra Milei. ”El voto peronista es más bien estable. Massa lanza una medida que pone dinero en el bolsillo, el peronismo aumenta un punto. Aparece el caso Insaurralde o se dispara el dólar, el peronismo baja un punto. No hay grandes oscilaciones. Los movimientos fuertes son de Bullrich y Milei. Milei llegó a estar en 40 puntos. Cayó 7. Bullrich estuvo en 20, subió 7. De manera que las convulsiones fuertes son entre ellos”.

No te conviertas en meme

Gustavo Córdoba tiene una recomendación para los cinco participantes del debate: “El eje es no cometer errores, no convertirse en meme. Para nosotros no hay grandes oscilaciones, ni producto del debate ni por el caso Insaurralde. Los votantes ya eligieron y resulta difícil modificar el escenario. Juan Schiaretti, por ejemplo, aumentó su conocimiento en el primer debate, aumentaron las opiniones positivas, pero no sumó en intención de voto. Muchos dicen que Patricia Bullrich tuvo un desempeño flojo: pese a eso, nosotros no registramos que haya perdido votos. Ahora bien, si uno comete un error serio en el debate, ahí puede haber un movimiento”.

De tácticas y estrategias

Para la mayoría, este domingo en la Facultad de Derecho, Bullrich y Milei deben continuar lo hecho esta semana: pelearle el voto a su contrincante en la oposición. Eso consiste en cuestionar al otro, pero también en presentar el perfil opositor apuntando a Massa. La disputa es por presentarse como quien tiene más chances de producir un cambio.

Nejamkis afirma que también Massa debe plantearse como alternativa de cambio, bastante en sintonía con la frase que dijo al pasar el domingo pasado: “Ahora viene una nueva etapa, mi gobierno, no este gobierno”. Su principal competidor --piensa Nejamkis-- es Milei: “debe tener en cuenta que si pierde votos, también se van a Milei, no a Bullrich”.

En el equipo de campaña de Massa trabajan sobre esa idea. El candidato no pondrá el acento en que Milei es desequilibrado --como lo hizo Bullrich la semana que pasó--, sino en poner en duda sus propuestas. “¿Les parece que puede andar eso de que la gente tenga armas? No funciona en otros países. Me pregunto ¿no va a producir cierres de comercios como los vimos en la época de Macri? Lo mismo respecto de la venta de órganos, la dolarización o las tarifas”. O sea, cuestiones concretas, elementales.

Bacman coincide con esa propuesta. “Hay que usar palabras fáciles, conceptos sencillos de entender. En seguridad, probablemente Massa exponga lo que hizo en Tigre. Pero tiene que proyectarlo hacia adelante, vamos a hacer tal cosa si soy presidente. Y hay que explicar bien lo que significa gobierno de unidad: no puede quedar como una trenza política. Debe ser claro que es una convocatoria para los mejores, los más capaces”.

Que se preparen los moderadores

Córdoba pronostica que “no va a haber fair play este domingo. Se van a interrumpir, van a guardar para replicar a lo largo de toda la noche, no como el domingo pasado. El primer debate fue casi un precalentamiento”.

Quedan dos semanas para la elección. Todo indica que Bullrich, que en teoría se está quedando afuera del balotaje, tiene que mover la estantería. Es la que está en situación de emergencia, con su coalición resquebrajada y el expresidente Macri haciendo gestos contradictorios. Milei necesita distanciarse todo lo posible para tener alguna chance de ganar en primera vuelta o, caso contrario, encarar el balotaje con buena ventaja, es decir con una carta ganadora. Del otro lado, Massa requiere de lo contrario: quedar cerca para plantarse con chances. Los balotajes son otra historia.

Por ahora, esas son especulaciones. La realidad es que este domingo la disputa se centra en entrar al balotaje y entrar lo mejor posible. Lo demás es ciencia ficción.