En la conciliación que tuvo lugar en el Ministerio de Trabajo de la Nación, con una audiencia encabezada por la titular de la cartera, Raquel “Kelly” Olmos, las partes involucradas en el conflicto de Refinería del Norte (Refinor) se comprometieron a mantener la paz social. Entre las medidas para ese fin, la empresa dió marcha atrás con las licencias obligadas a trabajadores.

La decisión que había tomado la empresa se relaciona con la baja en la producción de gas y crudo a raíz de la falta de materia prima para procesar en la planta de Campo Durán, ubicada en el departamento San Martín, en el norte salteño. Se llegó a esta situación ante la falta de pago a proveedores, según lo informado por los gremios en un comunicado en el que habían anunciado el estado de alerta y movilización nacional.

Ayer el secretario general del Sindicato de la Industrialización Privada del Petróleo y Gas de Salta y Jujuy, Sebastián Barrios, contó sobre el encuentro en el marco de la conciliación obligatoria ordenada por el Ministerio de Trabajo de la Nación, que tuvo lugar el lunes con referentes en representación de las partes, entre ellos, representantes de la Secretaria de Energía de la Nación y la provincia. 

Barreios entendió que fue más que positivo ver la presencia y el compromiso de la ministra de Trabajo de la Nación para poder entablar un diálogo entre las partes y evitar el perjuicio de las fuentes laborales, que son más de 600.

Se espera una próxima reunión para el 18 de octubre con el propósito de continuar acercando las posiciones entre los involucrados. “Principalmente hemos pedido la presencia de YPF”, dijo el gremialista a Radio Nacional. Es que si bien Refinor tiene como accionista mayoritario al grupo Vila-Manzano (según lo indicado por los trabajadores), una gran parte de las acciones también está en manos de la empresa reestatizada.

Una cuenca madura

La secretaria de Energía de la Nación, Flavia Royón, afirmó que por el momento se buscan diversas alternativas para mantener los puestos laborales en la actividad que se produce en el norte.

Entre las acciones que se impulsaron desde la cartera está la entrega de gas importado para que Refinor cuente con un caudal mínimo para seguir con la producción. “Pero Refinor es una empresa privada y tiene una situación compleja financiera y comercialmente”, afirmó la funcionaria, quien, sin embargo, aseguró: “vamos a tratar de cuidar a los trabajadores”.

Entre los inconvenientes, Royón mencionó que la del norte salteño es una “cuenca madura y con años de declino, y cualquier metro cúbico que pierdan agrava la situación”. Esta particularidad, afirmó, la pone en desventaja ante la explotación del proyecto Vaca Muerta en el sur, que genera una situación de menor competitividad para las explotaciones en zona norte.

Frente a esta situación se buscan políticas con diferentes incentivos de aranceles diferenciados, incluso para la importación. “Estamos en escenario de transición energética y vamos a tener que prever qué va a pasar”, indicó Royón al deslizar que es preciso la reconversión de las actividades.