Locos por el campo es el nombre del nuevo programa que la TV Pública emite los domingos, a las 14. En formato de “docu-reality”, el ciclo campestre sigue las peripecias de Fernando Entín, “galerista, actor, creativo y –sobre todo– un bicho de ciudad”, que como se siente “saturado del tráfico, de la urgencia y de la locura urbana” se va de excursión al campo. Con gran producción y muy bien filmado, a Locos por el campo no le falta ritmo televisivo ni situaciones más o menos graciosas. Según reza la gacetilla, “busca ser un medio para acercar el campo a la ciudad de una manera amigable y entretenida, y pretende ser un certero reflejo de lo que es la actividad agropecuaria en la Argentina”. El pequeño detalle es que detrás del programa que “celebra” al mundo agropecuario está Monsanto, la mayor empresa de agronegocio y biotecnología del mundo, denunciada por el uso del glifosato, el herbicida que la Organización Mundial de la Salud (OMS) concluyó como “probablemente cancerígeno”.
Si la TV estatal debería ser un medio a partir del cual se difundieran políticas públicas, como la de la Salud, al menos no parece oportuno que programe un ciclo sobre el campo financiado por la compañía que está en el ojo de tormenta por las consecuencias negativas que para la salud de la población humana y animal –y el medio ambiente– tiene el uso del herbicida. Según se puede ver en la apertura, Locos... cuenta con tres auspiciantes: la automotriz Toyota, el Banco Macro y Monsanto. Las tres empresas son sponsor de un programa que en 2015 se emitió en A24 y que el 13 de noviembre aterrizó en la pantalla pública. No hace falta comentar que en los dos envíos emitidos hasta el momento, no hubo ni siquiera una referencia al glifosato.  
¿No es incompatible con los fines de la TV pública que el único programa sobre el campo de su pantalla sea financiado por una compañía cuestionada por la OMS? PáginaI12 trasladó el interrogante a Horacio Levin, director ejecutivo de la TV Pública, que admitió que hasta ayer desconocía cuáles eran los auspiciantes del programa. “En mayo pasado me vino a ver Nicolás Borenstein, de la productora Comando TV, y me mostró el programa. Me encantó. Me dijo que me lo daba gratis a cambio de tres chivos (publicidades). Como no tenía ninguna erogación para el Estado dije que sí. No sabía que Monsanto era uno de los auspiciantes. De cualquier manera, se trata de una empresa legal. Nosotros no hacemos censura previa”, subrayó el ejecutivo. 
–¿Pero no le parece raro que una empresa cuestionada como Monsanto, por el uso de sus agroquímicos, financie un programa sobre el campo en la pantalla estatal?
–Si ese apoyo condiciona la artística, lo pensaría. Pero por los temas que trataron en el programa, no me parece así. Si en el programa promocionaran algo que es dañino para la gente, no lo permitiría. 
–Hay numerosas denuncias sobre el uso del glifosato. Incluso, la OMS concluyó que es “probablemente cancerígeno”.
–Nosotros no miramos los auspicios. Como canal público no ponemos trabas para que todos se expresen. No veo que ese apoyo afecte a la artística del programa. Es un ciclo de media hora, puede que se nos haya escapado. 
 -Ahora que conoce que Monsanto es auspiciante, ¿cuál será la evaluación que harán del ciclo?
–Voy a hablar con el productor y si hay algo raro, le voy a pedir que lo cambie. Pero si no hay ningún tipo de bajada de línea a favor del auspiciante, seguirá sin problemas.
En el adelanto de la temporada 2016 que se puede ver en el canal de YouTube de Locos... (ninguno de los dos envíos están subidos a la web de la TV Pública), hay una escena que habla por sí sola. “¿Si tendrías (sic) que definir en una palabra al campo argentino?”, le pregunta el conductor a una productora agropecuaria, ambos sentados en medio de hectáreas que brillan bajo el radiante sol. “Ecoprogreso”, responde ella con una enorme sonrisa. “Para nosotros –detalla– el ecoprogreso es producir cuidando la ecología”. Sonriente también, Entín le responde: “Te doy la mano, te levanto y vamos a cosechar”.