Desde Santiago de Chile

Argentina ganó cinco medallas olímpicas en la historia del atletismo, y tres de ellas son del maratón. Juan Carlos Zabala y Delfo Cabrera con el oro conseguido en Los Ángeles 1932 y Londres 1948, respectivamente, y la plata de Reinaldo Gorno en Helsinki 1952.

Los Juegos Panamericanos se realizaron por primera vez en 1951, en Buenos Aires, un año antes de la última medalla olímpica en esta disciplina conquistada por la delegación nacional. Desde ese momento hasta el domingo 22 de octubre, solo tres hombres habían subido al podio panamericano, los ya mencionados Cabrera y Gorno en la primera edición de 1951 y Mariano Mastromarino en Toronto 2015. Santiago 2023 marcaría el inicio de una nueva historia, la apertura de un camino: Florencia Borelli ganó la medalla de plata después de una durísima carrera con un tiempo de 2:27:29 y se convirtió en la primera mujer argentina en subirse al podio en esta disciplina. La marplatense se especializaba en 5000 metros y decidió cambiar el rumbo y dedicarse a las pruebas de ruta. En agosto de este año había marcado un récord sudamericano con un registro de 1:09:26 en el medio maratón de Buenos Aires. El próximo año irá por la clasificación a París 2024 en el maratón de Sevilla que se realizará en febrero.

Borelli quedó segunda después de haber dominado gran parte de la carrera, pero fue superada en el último kilómetro por la mexicana Citlali Cristian. Las imágenes mostraron a la atleta argentina que se descompensó a los minutos de terminar la prueba, pero enseguida pudo recuperarse. Al día siguiente de este gran logro, la atleta habló con Página/12 y se expresó sobre la emoción por haber ganado su primera medalla panamericana de mayores.

- ¿Cuáles eran tus expectativas antes de competir?

- Sabía que el oro estaba difícil pero la peleé, fue una carrera rápida, la mexicana salió a correr, yo también me animé y después me pasó faltando un kilómetro para la llegada, pero las carreras son así, me tocó la medalla de plata de la cual estoy muy orgullosa. Fui a buscar el podio, así que con cualquiera de las tres medallas iba a estar contenta.

- ¿Cómo terminaste la carrera?

- Mi familia se preocupó, me descompensé del esfuerzo, tenía las piernas muy acalambradas así que no me podía mantener en pie, me había bajado un poquito en la presión. Los últimos kilómetros venía así, pero son cosas que pasan en el maratón bastante seguido.

- ¿Qué significa para vos ser la primera mujer en conseguir una medalla panamericana para la disciplina?

- Es un orgullo ser la primera en aportar la medalla en maratón. Siempre digo lo mismo, estoy marcando un camino para la generación que viene, que con mucho esfuerzo y trabajo duro, se puede y eso está bueno dejarle algo a la próxima generación. Estamos abriendo camino.

- ¿Cómo te preparaste para los Panamericanos?

- Es duro porque tenés que entrenar muchos kilómetros y eso te deja cansada. Estuve entrenándome en Mar de Plata. Después fuimos a la altitud, a Cachi, Salta, para tener más fuerza y concentrar. Ahí son 200 km semanales, se entrena todos los días, son repeticiones y correr siempre cansada, pero eso es un poco el maratón.

- ¿Cómo conjugás ser atleta de alto rendimiento y ser mamá?

- No es fácil, pero creo que todas las madres tienen una vocación, un trabajo al cual le tienen que invertir tiempo y actitud. Soy muy ordenada, eso también me ayuda mucho a lo que hago porque de otro modo no lo podría hacer. Tengo a mi hermana gemela y a mi marido que me ayudan un montón. 

- ¿Cómo fue el proceso del parate y volver al entrenamiento?

- Quedé embarazada a los 21 y ese año me lo tomé para mí. No hacía nada de actividad, ni siquiera nadaba ni andaba en bicicleta. Fue una etapa hermosa y cuando nació Milo estuve con él adaptándome, en ningún momento me apuré, traté de disfrutar lo que más podía, esa edad vuela cuando son tan chiquitos. De a poco empecé a entrenar y la verdad que volví bastante rápido pese a que no había hecho nada en el embarazo.

- ¿Qué apoyos tenés en el día a día, tanto en lo deportivo como en la vida diaria?

- Mi marido y mi familia me ayudan un montón en el día a día para que pueda ser atleta de alto rendimiento, también tengo algunas marcas que me acompañan y el ENARD y la Secretaría de Deportes que nos viene apoyando hace muchos años con todas las preparaciones y cosas que pedimos que son fundamentales para lo que hacemos y para seguir creciendo.