La actividad económica interrumpió una caída consecutiva de cuatro meses para “crecer” 0,3 por ciento en agosto en comparación con igual período de 2022, según informó Indec al difundir el informe del EMAE. Por segundo mes consecutivo marcó una variación positiva respecto al mes anterior: en agosto el EMAE superó en 1,3 por ciento al registro de julio. Mientras la industria manufacturera y la producción agropecuaria incidieron negativamente sobre la actividad, el impulso positivo provino de sectores como la minería, el comercio, las actividades empresariales y la intermediación financiera.

El EMAE venía cayendo de manera ininterrumpida desde abril, pero en agosto la tendencia se revirtió levemente al anotar una variación positiva del 0,3 por ciento interanual. Agosto fue un mes difícil para la economía luego del cimbronazo que provocó la devaluación post PASO. Las proyecciones para el conjunto del año apuntan una contracción de 2,5 por ciento interanual, según estimaciones del FMI y Banco Mundial.

En los primeros ocho meses del año el EMAE se contrajo 1,6 por ciento respecto de igual período de 2022. Por su parte, ambos organismos internacionales prevén una recuperación de la actividad en 2024 de la mano de una buena cosecha agraria y apuntan un crecimiento del 2,8 por ciento interanual.

Al analizar el desempeño del EMAE según sector de actividad, se destaca la incidencia en este orden de los distintos rubros: en primer lugar la explotación de minas y canteras que se expandió 5,1 por ciento interanual en agosto, seguida por el comercio minorista y mayorista que creció 1,3 por ciento interanual, en tercer lugar las actividades empresariales, inmobiliarias y de alquiler con un aumento del 1,4 por ciento y en cuarto puesto la intermediación financiera que trepó 4,2 por ciento (y junto con la minería fueron las ramas de la economía que más crecieron en el mes).

Del otro lado, los sectores que le comieron al EMAE prácticamente todo el aporte de los arriba mencionado fueron, ordenados según la incidencia negativa, los siguientes: la industria manufacturera que retrocedió 3,5 por ciento interanual en agosto, la agricultura que quedó 2,8 por ciento abajo de la producción en igual mes de 2022 y la pesca que se desplomó 19,3 por ciento. Puntualmente los datos de industria y de la construcción habían sido difundidos por Indec en la primera semana de octubre, y medida la primera exclusivamente en el universo pyme había marcado una contracción mayor (del 5 por ciento interanual).

La variación intermensual del EMAE anotó un crecimiento del 1,3 por ciento que si bien es positivo, también es inferior al 2,5 por ciento registrado en julio. De aquí a futuro es dable esperar signos más negativos en el desempeño de la actividad, la aceleración inflacionaria (especialmente en agosto y septiembre) y los movimientos del tipo de cambio que volvieron a tomar fuerza en octubre generan un clima de incertidumbre que atenta contra la dinámica de los negocios y el consumo.