El juez de Violencia Familiar y de Género de Metán, Carmelo Paz, rechazó la entrega de un bebé de cuatro meses a su progenitor de 58 años, quien lo reclamaba tras denunciar a la madre del pequeño por supuesto maltrato al hijo. La decisión judicial se basó en que la mamá concibió al niño siendo una adolescente, ahora tiene 18 años y ha sido víctima de violencia sexual y psicológica desde los 16 años.

"El señor la denuncia a la madre del menor (de edad) por supuestamente descuidarlo al hijo de ambos. Ahí tomo conocimiento de esta situación mediante consulta policial. El señor lo tenía en brazos al menor de cuatro meses y estaban los dos en la sede de la preventora policial. Entonces me informa la policía, la consultora, que estaba también la hermana de la (adolescente) que se ofrecía a tenerlo al chiquito", contó el juez a Salta/12.

Paz explicó que decidió que el bebé y su madre se queden con la hermana de ella. Sin embargo, el progenitor se negaba a entregar al niño y a cumplir con la medida judicial.

"Me opongo por supuesto a esa situación y mantengo la orden primera que había dado porque, bueno, yo tengo estudiado y tengo entendido mediante la bibliografía pertinente que todo embarazo adolescente es producto de un abuso porque las menores (de edad) no están con la madurez sexual suficiente como para consentir una relación de ese tipo y menos un embarazo. Es más, son víctimas de ese embarazo pero puede suceder que no se perciban víctimas ni se perciban violentadas. Eso está estudiado hoy", manifestó el juez.

Aclaró que el progenitor del niño finalmente "cumplió con la orden" pero intentó revertir la situación. "Yo mientras tanto, para ir con las medidas de seguimiento, el abordaje del equipo interdisciplinario, le aconsejé que vaya yendo al psicólogo a los efectos de que si tengo que tomar una decisión, tenga los informes pertinentes", señaló.

El juez dijo que en su fuero "ya había un expediente anterior de 2020, donde los padres de la (entonces) menor ponen en conocimiento que ellos aceptan la relación con este señor de 56 años (en ese momento) porque temen que de oponerse (la adolescente) tome una decisión drástica y que ya sabían de algún caso parecido con esas mismas circunstancias". Recalcó que "decisión drástica es una frase abierta, a la libre interpretación" y estima que se referían a un "eventual suicidio". 

"De eso se dio intervención a la Asesoría de Menores y a la Fiscalía pero no sé cuál es el curso posterior, tampoco debo saberlo porque no tienen el deber de informármelo", señaló el juez. Explicó que su competencia es disponer las medidas cautelares y que las tomó en 2020. 

"En el medio, y todos sabemos, que hay un círculo de violencia. Es muy probable que haya recompuesto la relación y que al final la menor haya tenido una reconciliación", y en ese marco haya sido "el nacimiento de este menor", sostuvo Paz. 

El juez dijo que tenía conocimiento de que en el expediente iniciado en la fiscalía en 2020, los propios familiares de la niña mencionaron que "la gente habla de una posible 'venta' de la menor porque ellos de la nada tienen un auto y la gente habla de esa situación". "Entonces todo eso está sabiendo la fiscalía", indicó el magistrado. 

Explicó asimismo que el padre y la madre de la adolescente adujeron que a esa versión de que vendieron a la hija "la ven como una calumnia, una injuria", como "la falsa atribución de un delito".

Paz dijo que desde 2020 interviene por la adolescente la asesora de incapaces Nº 2 Karina Sing. Ahora también remitió a la Asesoría la situación que se refiere al bebé. La Asesoría informó que interviene la Asesoría N° 1 de Metán, a cargo de Fernando López Saravia, y se indicó que madre e hijo están a resguardo de familiares, que también está interviniendo el área de Niñez y Familia de la provincia y que la Asesoría está monitoreando que se garanticen los derechos de ambos. 

El Ministerio Público Fiscal precisó que corresponde la intervención de la fiscalía 1 de Metán, pero que aún no llegó a esta dependencia la vista que le corrió el juez. Y no se brindó mayor información sobre las medidas que se pudieron haber tomado para resguardar a la adolescente. Esas actuaciones se iniciaron hace ya tres años y por lo que se ha visto, la chica continúo en su rol de pareja de este hombre adulto mayor e incluso se convirtió en madre. 

Paz indicó que la ahora joven y el hombre de 58 años convivían en un pueblo del departamento Metán, no en la ciudad del mismo nombre. 

"En mi juzgado está el menor a resguardo de la tía y son medidas cautelares y provisionales las que dicto yo en violencia familiar y de género. O sea que se pueden instalar las acciones de fondo correspondientes de mayor resguardo del menor pero mientras tanto están en la esfera de custodia de la madre con la hermana", indicó el juez respecto al último expediente.

Respecto al progenitor del bebé, aclaró que no ordenó la prohibición de contacto con el niño, pero sí le ordenó la prohibición de acercamiento a la joven madre y a su grupo familiar. 

"Trato de visibilizar (...), hay una situación de violencia hacia una menor, todo embarazo adolescente es producto de un abuso aunque no se la perciba a la menor como víctima ni ella se perciba como víctima y no le voy a quitar al (bebé) exigiéndole una conducta de una madurez de una persona mayor, obvio que en el transcurso de su maternidad, teniendo 16 años y ahora 18 no se le puede exigir sino un apoyo psicológico de los poderes públicos y de las políticas públicas para afrontar una maternidad medianamente responsable", sostuvo Paz.

Por ello, el juez dijo que dio intervención a la Secretaría de Niñez y Familia de la provincia. 

Paz contó que el hombre de 58 años tiene dos hijos con otra pareja y que responsabilizó a la madre adolescente del cuidado de estos dos hijos. Por esto el juez interpretó que la joven además viene siendo víctima de "violencia psicológica" desde los 16 años al "estar a cargo de dos hijos que no son propios, más uno propio y exigírsele una conducta de una mujer mayor con la madurez para tener y criar hijos".