Las ventas de los comercios minoristas, medidas en cantidades, cayeron en agosto 0,3 por ciento en relación a igual mes del año anterior y acumularon en ocho meses una baja de 2,6 por ciento interanual, según la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME). “En la comparación con julio, el declive fue de 8,7 por ciento aunque se debe básicamente a factores estacionales ya que se compara contra un mes donde el consumo habitualmente salta de la mano del aguinaldo y las vacaciones”, señaló la entidad. De los 18 rubros relevados, sólo siete mostraron una leve recuperación. Pese a ello, el presidente de la CAME, Fabián Tarrío, evaluó que “lentamente y con comportamiento dispar el comercio comienza a moverse con más entusiasmo”

Los siete rubros que crecieron fueron Perfumerías y cosmética (2,9 por ciento), Materiales para la construcción (2,5), Juguetería (2,5), Deportes (0,8); Alimentos y Bebidas (0,7); Muebles de Oficina y del Hogar (0,2) y Golosinas (0,1). La contracara fueron Marroquinería (-2,9 por ciento), Calzados (-2,8), Joyería y Relojería (-2,5), Textil-Blanco (-2,0), Neumáticos (-1,5), Bijouterie (-1,4), Bazar y Regalos (-1,2), Electrodomésticos y artículos electrónicos (-1,1), Textil-Indumentaria (-1), Ferretería y materiales eléctricos (-1,0), y Farmacias (-0,6).

El informe precisó también que las ventas de los comercios a través de la modalidad on line, un segmento con baja incidencia, ascendieron en agosto 3,6 por ciento frente a igual mes de 2016.

La entidad sostuvo que “con descuentos muy agresivos, los negocios de casi todos los rubros salieron a la caza de compradores”, y señaló que en Indumentaria y Textil “fue donde más se vieron las rebajas, se aplicaron promociones 2x1, 3x2 en productos como jeans, sacos, remeras, tapados, que tuvieron buenos resultados”. El análisis planteó que “en las ciudades de frontera, el acuerdo entre CAME y Atacyc para dar financiamiento sin interés ayudó a movilizar las ventas en 77 ciudades golpeadas por la competencia de países como Chile y Paraguay, pero los viajes de argentinos a comprar a esos países siguen activos”. “En lugares como Bariloche, muchos comercios sintieron ese efecto”, afirmó.