Más de 270 personas que integran organizaciones barriales, de mujeres y sociales se convocaron ayer para el lanzamiento en Rosario de Re.Te.Ger, la red de promotores y promotoras territoriales en prevención de violencia de género. "Decidimos apostar desde nuestras estructuras a un cambio cultural", expresó la Procuradora General de la Nación Alejandra Gils Carbó, quien subrayó: "Primero debemos trabajar desde adentro, porque si no cambia la justicia, no cambia nada", pero también indicó que es "insuficiente la actuación judicial" para erradicar la violencia de género.

Antes del acto, en rueda de prensa, le preguntaron a Gils Carbó por el caso de Santiago Maldonado. "Es un caso de la mayor preocupación del Ministerio Público, hay una fiscal interviniendo (Silvina Avila, de Esquel), a quien le hemos dado todo el apoyo de la institución con procuradurías especializadas como la de ciberdelincuencia, que en realidad lo que investiga es la ruta de los teléfonos, los cruzamientos de llamados. También está la Procuraduría de Violencia Institucional", dijo.

Ya en el acto de lanzamiento de Re.Te.Ger., Gils Carbó se refirió a las agencias territoriales de acceso a la justicia, Atajo, que son oficinas del Ministerio Público Fiscal en los barrios para -justamente- lograr que las personas con menos posibilidades de obtener respuestas tengan herramientas para buscarlas. Allí, el 30 por ciento de las denuncias que llegan son por violencia machista. La Procuradora señaló, además, que el 70 por ciento de las actuaciones por todos los temas, llegan de mano de mujeres.

Sobre la tarea judicial específica, Gils Carbó señaló que "pretender abordar amenazas y lesiones como un delito común, sin tener en cuenta el contexto de violencia de género nos ha llevado al fracaso", y recordó que existe un "circuito de la violencia", al tiempo que consideró necesario "evitar la revictimización en la justicia".

Si bien la violencia machista es competencia de la justicia provincial, y por ende, el fuero federal no tiene una actuación específica en Santa Fe, la red territorial apunta, justamente, a contar con personas formadas en cada uno de los barrios. "El trabajo de promotores y promotoras es comunitario, para que haya personas preparadas para detectar, orientar, asistir y acompañar una situación de violencia de género en cada club, en cada vecinal, y en cada organización comunitaria", dijo Gils Carbó y subrayó que "son los agentes del cambio cultural" porque propiciarán el empoderamiento para que cada mujer pueda recuperar su autonomía.

El acto fue coordinado por Mariela Labozzetta, directora de la Unidad Especializada en Violencia hacia la Mujer (UFEM). Estuvieron también Susana Chiarotti, de Insgenar, que tendrá a su cargo uno de los módulos de la formación y Griselda Coria, de la comunidad qom, quien dijo unas palabras en su idioma, al tiempo que reivindicó el acceso de sus hermanas a la salud, la educación bilingüe y la justicia. "En el barrio en el que trabajo hay falta de acceso a los derechos de todo tipo. Según un censo que realizamos en 2012, el 90 por ciento de las mujeres de pueblos indígenas eran desempleadas y no pudieron terminar la escuela. Estamos trabajando para llegar a las hermanas que están invisibilizadas", dijo Coria. Tras la inauguración, el primer módulo de la formación estuvo a cargo de Viviana Della Siega, de Insgenar.