Un grupo de alrededor de 30 hinchas de Boca que ya se encuentra en Río de Janeiro aguardando la final copera con Fluminense denunció que fue agredido y asaltado por hinchas del club carioca mientras se encontraban en una playa de Copacabana. Horas más tarde se informó que hubo tres detenidos, uno de ellos con antecedentes penales.

En redes sociales, los simpatizantes boquenses contaron que estaban disfrutando de un día de playa cuando fueron sorprendidos por un contingente de la misma cantidad de hinchas identificados con el Flu que los atacó sin que hayan sido defendidos por la policía de Río. Según la versión de los hinchas xeneizes les pegaron y les robaron algunas de sus pertenencias, entre ellos celulares y banderas. En el grupo de agredidos había mujeres a las que también golpearon. A raíz del incidente, los boquenses debieron ser atendidos en una guardia por cortes menores en la cabeza.

Los violentos brasileños también mostraron en sus redes sociales como trofeos los gorros y el dinero que le sacaron a los hinchas de Boca. También publicaron en su cuenta de Instagram un mensaje amenazante, citando un posteo del líder de La 12, Rafael Di Zeo, en el que aseguran: "Todos los hinchas comunes de Boca, las familias y los niños van a ser bienvenidos en Río, pero los cagones de La 12 quedan atentos". Di Zeo, por su parte, publicó en la misma red una foto informando que él y su grupo de la barra boquense ya están en viaje rumbo a Río para esperar este miércoles la llegada del plantel.

Por su parte, Daniel Scioli, embajador argentino en Brasil, dijo que “hay una expectativa enorme y una tensión creciente” por la final de la Copa e hizo un especial llamado de atención al comportamiento de los hinchas xeneizes debido a que “la Policía tiene tolerancia cero ante determinadas circunstancias.

“Estamos siguiendo muy cerca todo lo que es el aspecto preventivo para esta gran final, hay una tensión creciente con la llegada de tantos hinchas de Boca", dijo Scioli en diálogo con Télam Radio.

Además, el embajador advirtió a los hinchas de Boca para que “se abstengan de provocaciones, que no respondan y no realicen insultos o expresiones sobre aspectos de religión u orientación sexual" ya que "son delitos que no están sujetos a fianza alguna”.

De igual modo, aconsejó al público argentino que “se abstenga de comprar entradas en las adyacencias del estadio, porque habitualmente las organizaciones criminales falsifican las entradas y las venden en la playa o en las inmediaciones”.