Ezequiel Luciano nació en Rosario en el seno de una familia compuesta por padres profesionales. “Mi mamá es profesora de matemática y mi papá, locutor”, cuenta. Hizo la primaria en una escuela pública, la N°83 “Juan Arzeno”, y la secundaria en el Instituto Politécnico Superior “General San Martín”, perteneciente a la Universidad Nacional de Rosario (UNR), donde se especializó en Química.

En 2016 viajó a la Olimpíada Internacional de Química en Georgia, viaje que define como “una experiencia única. Viajé con otros tres estudiantes de mi edad (dos de La Plata y uno de CABA), y dos mentores acompañantes, que eran docentes/investigadores de la Facultad de Ciencias Exactas y Naturales de la Universidad de Buenos Aires (UBA). Ambos integraban el Comité Olímpico Nacional de la Olimpíada Argentina de Química. Ellos junto a otros docentes nos entrenaron para la instancia internacional", recuerda en diálogo con el Suplemento Universidad de Página/12.

Apasionado por la ciencia y la investigación, Ezequiel cursó la Licenciatura en Química en la Facultad de Ciencias Bioquímicas y Farmacéuticas de la UNR. En los primeros años de la carrera estudiaba para sacar la mejor nota posible; en los últimos años se abocó a mantener un promedio alto, consciente de que eso le abriría las puertas hacia una beca de investigación tanto en el país como en el exterior.

Tan intenso fue su esmero que no sólo logró tener el mejor promedio de su facultad, sino que además fue reconocido como el mejor promedio de la UNR por graduarse con un puntaje de 9.97. https://www.instagram.com/p/CkUFvzMpLtI/?img_index=10

Ritmo de estudio

La licenciatura le llevó cinco años y medio de cursada. Los primeros dos años se dedicó exclusivamente a la carrera y en tercero, paralelamente, comenzó a dar clases en el Politécnico.

Sobre el tiempo dedicado al estudio considera que dependió de la modalidad de cada materia. Muchas eran de índole práctica y le resultaban más fáciles. Las teóricas las preparaba en las vacaciones de verano y dejaba pasar dos mesas de exámenes hasta presentarse, porque “nunca me sentía seguro”, recuerda.

“Los cursos de los últimos años son de 10 personas y se establece con los profesores, que en su mayoría son investigadores del Conicet, una relación de casi colegas”, afirma.

Este año comenzó el doctorado en Ciencias Químicas en la UNR a través de una beca del Conicet. Su lugar de trabajo es el Instituto de Investigaciones en Ingeniería Ambiental, Química y Biotecnología Aplicada, su tema de tesis de doctorado se vincula con la química computacional y su directora es la Dra. María Marta Zanardi.

“Mi tema de tesis doctoral, en forma sencilla, es el desarrollo de métodos computacionales y de inteligencia artificial que permitan encontrar la correcta geometría espacial de moléculas orgánicas. Es una temática bastante aplicada. La idea es que puedan ser utilizarlos por químicos orgánicos de diferentes ramas, por ejemplo, aquellos que producen nuevos fármacos”, explica al Suplemento Universidad de Página/12.

De estudiante a docente

Luciano entrenó recientemente a un equipo de 11 estudiantes del Politécnico y uno de la Escuela de Educación Secundaria N°215 “José Manuel Estrada”, de la localidad de Bigand, provincia de Santa Fe, que se presentaron la semana pasada en el Certamen Nacional de las Olimpiadas de Química que tuvo lugar en Córdoba.

“Me gusta mucho la docencia”, confiesa. Actualmente también es docente del Laboratorio de Química Orgánica en quinto año del Politécnico y da clases de la materia Físico Química en la Tecnicatura Universitaria en Química del Politécnico, que se dicta en el turno noche.

“Al finalizar el doctorado me gustaría realizar instancias postdoctorales de investigación en el exterior para conocer otra gente, otras culturas, otras formas de trabajar. Y siempre ejerciendo la docencia, que es una de mis grandes pasiones. Así que ’profe’ voy a considerarme siempre”, concluye. https://www.instagram.com/p/Cy1V75rPdzO/?img_index=3