El procurador general de la provincia de Salta, Pedro García Castiella, envió ayer al ministro de Seguridad y Justicia de Salta, Marcelo Dominguez, una comunicación oficial reiterando su solicitud de refuerzo de la seguridad en las oficinas de las Fiscalías Penales del Distrito Judicial Orán, ubicadas en la calle Lamadrid al 300 y Coronel Egües al 400, en la ciudad de San Ramón de la Nueva Orán.

El Ministerio Público Fiscal de Salta informó que la necesidad de reforzar la custodia está relacionada con "el material probatorio recopilado a partir de dispositivos electrónicos incautados en el marco de la investigación del homicidio calificado de Alejandro Avandillo", hecho por el que también está acusado Cristian Gabriel "Gringo" Palavecino, que también es investigado por otro homicidio, una tentativa de homicidio y el millonario robo a la frutihortícola Abra del Sol. 

Ese material descubierto consiste en fotografías de los edificios donde funcionan las fiscalías penales de Orán, el Cuerpo de Investigaciones Penales (CIF) de esa ciudad, así como de edificios contiguos y postes de alumbrado público cercanos a los balcones de uno de los edificios, "elementos que se encontraban en las extracciones telefónicas de los aparatos celulares secuestrados, lo que sugiere una posible actividad de inteligencia y seguimiento por parte de una organización criminal", detalló el MPF.

Precisamente, este hecho y otros casos pendientes están siendo investigados actualmente por la Unidad Fiscal de Litigio Estratégico contra el Crimen Organizado del Norte, integrada por las fiscaleas Luján Sodero Calvet, Claudia Carreras y Soledad Filtrin Cuezzo y el fiscal Pablo Cabot.

El MPF añadió que el material probatorio secuestrado en el marco de la investigación del homicidio de Avandillo, "incluye elementos de convicción relevantes para otros casos, incluyendo la causa denominada 'Palavecino, Cristian Gabriel; Malissia, Matías; Ruiz, Dimas y otros por robo calificado en perjuicio de la empresa Abra De Sol'".

Sicarios en Orán 

Cristian Palavecino llevaba cinco años prófugo cuando fue capturado a principios de octubre último. Además del homicidio de Alejandro Avandillo, que el 19 de mayo de este año recibió un disparo en la cabeza y murió un mes y medio después, fue imputado por la tentativa de homicidio de Ricardo Adrián Gerónimo, cometido el 1 de mayo de 2017 y por el homicidio de Raúl Fernando Martínez, cometido el 6 de ese mismo mes y año. 

Gerónimo fue atacado en inmediaciones del pasaje Las Tipas y José Ingenieros de la ciudad de Orán. Cuando abría el portón de su casa, un hombre le hizo más de 15 disparos. El atacante huyó en un automóvil mientras que Gerónimoa, que había recibido seis tiros, fue ayudado por sus familiares, pudo llegar al Hospital San Vicente de Paul y salvar su vida. 

Cinco días después Martínez fue asesinado de seis tiros, a las 21.50 del 6 de mayo de 2017, en la avenida Esquiú y Alvarado. En este caso el atacante bajó de una motocicleta, en la que iba como acompañante, hizo los disparos y huyó. 

Gerónimo y Martínez se conocían y ambos trabajaban como pasadores en la frontera con Bolivia. Y también eran conocidos sus asesinos. 

El intento de matar a Gerónimo y el asesinato de Martínez vinculan a Palavecino con la trama de sicariato en Orán. En junio de 2020 el Tribunal de Juicio de Orán condenó a cinco personas por estos dos hechos. Se estableció que los ataques fueron ordenados por el narcotraficante Ricardo Raúl “Coya” Rojas, en venganza por el supuesto robo de una carga de drogas. Norberto Roque Mendoza, Enzo Javier Quiroga y Matías Francisco Sarmiento participaron del ataque a Gerónimo,a mientras que José Martín Castillo mató a Martínez.

Rojas y Castillo fueron condenados a prisión perpetua por este homicidio. Rojas fue condenado también en relación a Gerónimo. Las agravantes fueron por "promesa remuneratoria, por el número de participantes y por la utilización de arma de fuego". Mendoza y Quiroga fueron condenados a 19 años de prisión efectiva como coautores de la tentativa de homicidio de Gerónimo. Una de las agravantes que aplicó el Tribunal fue por "promesa remuneratoria". Mientras que Sarmiento fue condenado a 15 años de prisión efectiva como partícipe necesario de este hecho, también en este caso había sido contratado para este ataque. 

En ese juicio se estableció que Rojas, Castillo, Gerónimo y Martínez trabajaban en la frontera con Bolivia. Todos pasaban ropa y otras cosas. 

Rojas y las dos víctimas se conocían desde mucho antes y habían tenido diferencias. Para atacar a Gerónimo, Rojas se contactó con otro detenido, Enzo Javier "El Jujeño" Quiroga, quien a su vez se contactó con Mendoza, y le encargó el asesinato con la promesa de pagarle 4 mil dólares. Pero como Gerónimo salvó su vida, para el segundo atentado Rojas contrató a Castillo, un remisero de Tucumán. 

En el momento en que atacaron a Gerónimo y Martínez, Rojas estaba detenido por narcotráfico en el Complejo Penitenciario Federal II de General Güemes, desde donde organizó los atentados. 

Por otro lado, en el atentado a Avandillo también está implicado, y detenido, Carlos Esteban Lami, que tiene antecedentes por tráfico de drogas y uso de armas de fuego.