Desde Río de Janeiro

El neoliberalismo busca realizar el objetivo central de mercantilizar el conjunto de las relaciones sociales. A expaldas de los derechos. Cada necesidad genera un derecho, en las palabras de Cristina Kirchner. En las antípodas del neoliberalismo.

Mercantilizar a expensas de los derechos es debilitar a la democracia. La existencia del neoliberalismo como programa de gobierno y su puesta en práctica se choca directamente con la democracia. Cuanto más mercantilización, menos derechos, menos ciudadanía, menor democracia.

El neoliberalismo promueve la esfera mercantil, que tiene a los consumidores como su sujeto. El antineoliberalismo promueve la esfera pública, que considera al ciudadano un sujeto de derechos. La esfera estatal es un espacio de disputa entre la esfera mercantil y la esfera pública.

La esfera pública es la esfera de los derechos, la esfera de la democracia. La esfera mercantil es a esfera de la desigualdad, de la concentración del ingreso.

Mercantilizar es quitar los derechos de las personas, es imponer la centralidad del mercado, es quitar ciudadanía a las personas. El neoliberalismo es absolutamente incompatible com la democracia.

No por nada, sus representantes más representativos son Trump, Bolsonaro (foto), Milei, que se chocan abiertamente con la democracia. Porque implementar un programa económico neoliberal supone disponer de un gobierno autoritario, tener un estilo de gobierno de confrontación abierta con el Poder Judicial, con los medios, con los movimientos sociales, se chocar con la democracia.

Democratizar a nuestras sociedades es desmercantilizarlas. Es democratizar a los Estados, volviéndolos instrumentos fundamentales para recuperar a la política, para priorizar las políticas sociales, para proyectar el país al plan internacional.

Superar al neoliberalismo es democratizar a la sociedad en todos sus niveles. Democratizar al Estado, democratizar a los medios de comunicación, democratizar las relaciones económicas y sociales.