Entrevistas: Gastón Godoy 


POSTOLSKI VA POR LA REELECCIÓN 

“Debilitan al campo popular”

“En esta facultad estamos peleando contra Cambiemos, el rectorado y contra nuestros propios compañeros, que han decidido ver en esta oportunidad un momento para debilitar al campo popular”, dice Glenn Postolski, el actual decano de Ciencias Sociales (UBA) que se postula en busca de otros cuatro años en el cargo.

–¿Por qué se dividió el espacio que venía conduciendo la facultad desde 2002?

–Los que tienen que explicar la ruptura son los que rompieron, no los que estamos donde estuvimos siempre. Es legítimo que haya compañeros con vocación de conducir, que aparezcan propuestas superadoras y que, si no se pueden saldar las diferencias, se vaya a otra propuesta. Lo que sucedió, y por eso diría que fue una ruptura dolorosa –hay muchos compañeros valiosos que decidieron hacer una apuesta diferente–, es que no tuvieron la voluntad de agotar las discusiones en el espacio conformado. Definieron que para disputar la facultad es válido ir a un acuerdo con los sectores del gobierno nacional, en una foto que es muy diferente a otras épocas. Si bien es verdad el latiguillo de algunos compañeros de que “radicales hubo siempre”, no es el mismo radicalismo. Los protagonistas de ese acuerdo han pasado de un radicalismo más institucional dentro de la UBA a formar parte del eje que domina la universidad, que tiene una visión mercantilista de la educación. Hay compañeros que en virtud de una oportunidad, creo que equivocadamente por el momento histórico del país, priorizaron cerrar con ellos que continuar, con tensiones y diferencias, dentro del marco común de la lista 10. 

–¿Qué está en juego en las elecciones?

–Está en juego algo que va mas allá de la facultad. Hace tiempo se habla del rector peronista de la UBA (Rubén Hallú antes, Alberto Barbieri hoy), pero la universidad lejos está de tener algún tipo de anclaje con un proyecto popular. Quienes gobiernan la UBA han tenido un proceso de cada vez mayor orientación al neoliberalismo. La UBA viene teniendo un avance de los sectores mas vinculados al radicalismo PRO. En ese contexto, Sociales tiene un significado simbólico estratégico. Este sábado se va a reunir en Sociales el Comité por la liberación de Milagro Sala. Carolina (Mera) seguro estará, pero sus aliados son los que reivindican la política de Gerardo Morales y la prisión de Milagro Sala. Esas contradicciones explotan inevitablemente: los compañeros tomaron una decisión que no mensuraron en su magnitud.

–¿Qué profundizaría de su gestión y qué intentaría cambiar?

–Cuando uno atraviesa el tiempo electoral y habla con la gente, la cabeza se te abre. La dinámica de lo cotidiano te envuelve en una lógica de lo burocrático; después entre lo imaginado y lo realizado siempre va a haber una distancia. Nuestros mejores momentos como espacio se dieron cuando construimos las instancias más participativas posibles, que las hubo, pero nos gustaría que sean una práctica más constante todavía. Cuando convocamos a espacios públicos y abiertos, salimos fortalecidos. Un segundo período nos invita a ser mejores, y lo somos cuando participan y opinan todos. 

–¿Cómo ve actualmente a la UBA? 

–Hace cuatro años, cuando asumí el decanato, veíamos un escenario de una UBA en tensión, pero con la posibilidad de reconfigurar un frente más amplio, con más sectores que den una discusión: somos parte del espacio “Otra UBA es posible”, un espacio que no tuvo la posibilidad de fortalecerse y proyectarse. Mientras que el núcleo más neoliberal, más cercano al PRO, se fortaleció. Veo una UBA que va a ser más difícil y árida para nuestro bloque. Hoy la UBA piensa mucho más en los ránkings que en la experiencia vital de sus estudiantes y las condiciones de trabajo de sus trabajadores.

–¿Qué posición tiene frente a la asamblea que elegirá al próximo rector?

–Necesitamos discutirlo con todos los actores que formen un frente opositor a esta lógica de la UBA. Con fortaleza tiene sentido llevar un candidato: hay derrotas que son dignas. Creo que vamos a estar en ese proceso de discusión; a quien le toque debe saber que va a una arena de disputa donde la cancha es desigual, pero estamos acostumbrados a eso. No importa qué enemigos están del otro lado cuando hay convicciones y valores para defender.


MERA ENCABEZA LA LISTA DE OPOSICIÓN

“Una facultad más integrada”

 

Carolina Mera, directora del Instituto de Investigaciones Gino Germani, aspira a ser la primera mujer en ocupar el decanato de la Facultad de Ciencias Sociales (UBA). “Nuestro principal desafío –dice– es lograr una facultad más integrada, lograr una comunidad. Tenemos cinco carreras muy potentes, que poniéndolas en sintonía y diálogo, son de una riqueza académica y social enorme.”

–¿Por qué definieron irse del actual espacio de gestión?

–En estos años compartidos hubo desencuentros en formas y estilos de gestionar, distintas prioridades del día a día. Mutuamente empezaron a surgir distintas posiciones; y así fue apareciendo la posibilidad de mi candidatura, que surgió de diversos espacios que no se sentían representados por un segundo mandato del actual decano.

–¿Por qué no intentaron modificar eso desde adentro?

–La alianza que dirige la facultad se compone de distintos espacios, es heterogénea, y lo que no se logró fue renovar un período tal cual está la alianza. No fue posible porque la gestión no es simplemente un acuerdo político, sino también un trabajo cotidiano: cómo ves la facultad, qué medidas tomás, a quién convocas para tomar decisiones. El cogobierno no es simplemente una elección, sino tener en cuenta las heterogeneidades.

–La principal crítica del oficialismo a su lista es la participación del radicalismo, con el argumento de que  implica el ingreso de Cambiemos en Sociales. 

–Son pavadas, globos electorales, hablando de Cambiemos. Quieren crear un fantasma para ganar votos. Nosotros queremos una universidad pública, gratuita masiva y de calidad, parte de un proceso de profundización democrática, como se venía llevando durante el kirchnerismo. Somos militantes convencidos de eso, estamos muy lejos de Cambiemos. Creo que, desde la dictadura para acá, el mejor gobierno fue el del kirchnerismo. Sin embargo, la facultad no es solo kirchnerista. Yo puedo serlo, pero desde el momento en que aspiro a conducir la institución debo pensar en todos. Acá hay trotskistas, peronistas, socialistas, radicales; creo que no hay gente del PRO en la facultad. En nuestro espacio no hubo nadie que no haya estado en contra de la detención arbitraria de Milagro Sala. Desde Ciencias Políticas (la carrera con más peso del radicalismo) sacaron una declaración en contra de su detención.

–¿A qué le daría prioridad en su gestión?

–Nuestro principal desafío es lograr una facultad más integrada, lograr una comunidad. Tenemos cinco carreras muy potentes, que poniéndolas en sintonía y diálogo, son de una riqueza académica y social enorme. La estructura institucional que fue formando Sociales no promueve el diálogo, la comunicación entre los claustros. Queremos una institución integrada al barrio, entrar en contacto con las organizaciones que están en la zona. La facultad hoy está marginada, fuera de la dinámica que los tiempos requieren. Queremos una institución que ponga en valor la producción que realizan investigadores, docentes y estudiantes, con potencia hacia el exterior, que pueda crear discursos, participar de debates e incidir en políticas públicas. Deberíamos hablar más de los temas que abordamos: género, pobreza, derechos humanos y salud, entre otros. Para defender lo que se ganó en 12 años necesitamos una facultad que funcione, que  investigue y conecte a sus graduados. Buscamos crear un conocimiento mas igualitario, equitativo y de justicia social. 

–¿Cómo ve la relación de Sociales con el rectorado de la UBA?

–Nuestra facultad tiene que replantearse ese vínculo, necesitamos tener un diálogo, lo que no significa un alineamiento lineal y unilateral. Hay que sentarse y hablar, habrá momentos donde se tira más y menos de la cuerda, pero tener un diálogo adulto. 

–¿Qué posición adoptaría en la asamblea universitaria, apoyaría una candidatura opositora al rector Barbieri?

–Es algo que todavía no discutimos en nuestro espacio, hay heterogeneidad de opiniones; las definiciones no son individuales. A veces se quiere poner muy blanco sobre negro, no es tan así. Nuestra facultad, aún siendo del espacio opositor, el decano ha votado una cantidad de propuestas y expedientes enorme.