Los científicos que continúan con la toma pacífica del Ministerio de Ciencia y Tecnología durante el fin de semana, recibieron nuevas muestras de apoyo de artistas y dirigentes de derechos humanos. Siguen en ese edificio ubicado en el barrio porteño de Palermo aunque el titular de esa cartera, Lino Barañao, se mantiene firme en su decisión de no recibirlos y seguir en su cargo: “Mi renuncia no destrabaría el conflicto”, afirmó.

El motivo por el cual decidieron mantener la protesta fue porque hasta ahora no obtuvieron respuestas positivas a sus demandan. Una de ellas es el incumplimiento de un acuerdo firmado hace nueve meses en el que se estipuló la puesta en marcha de un programa de fomento al reingreso al Conicet de los 500 trabajadores despedidos no bien asumió la gestión de Mauricio Macri.

La organización Jóvenes Científicos Precarizados y la Red Federal de Científicos Afectados y Científicos y Universitarios Autoconvocados también demandan una respuesta a la contrapropuesta presentada por ellos y organizaciones gremiales. Se ofrecieron negociar las reglas, pero hasta esa oferta fue rechazada por las autoridades del Ministerio.

Las actividades de solidaridad con los reclamos de los científicos en el edificio ubicado en Godoy Cruz al 2200 comenzaron a las 15 con un recital de poesías. Dos horas después hubo un panel de debate sobre derechos humanos del que participaron los abogados Ismael Jalil y Alejandrina Barri, de la Correpi y el Ceprodh, respectivamente. El cierre será con un recital de distintos artistas musicales, que comenzará a las 19.

Barañao mantiene su postura de no dialogar mientras la sede de su cartera esté ocupada y aseguró que, contrario a lo que se le reclama, su gestión esta “cumpliendo con lo esencial del acta acuerdo que se firmó en diciembre, que era dar continuidad a todos y cada uno de los becarios".

"Ya se inició el proceso de incorporación a universidades y distintos organismos. No vemos una base para haber escalado este conflicto en la forma que se hizo", puntualizó durante una entrevista con Perfil.

Los investigadores reiteraron sus tres reivindicaciones: “Garantizar que no se reduzcan los salarios, que el trabajo sea estable y que el programa de reinserción cuente con el financiamiento necesario”.