Nonotak es el dúo de colaboración artística de la ilustradora Noemi Schipfer y el arquitecto y músico Takami Nakamoto, ambos de familias japonesas pero criados en París. “Nos hicimos amigos durante la secundaria, en sucesivas vacaciones de verano en Tokio”, cuenta Noemi vía mail. Y Takami agrega: “Tiempo después, durante una pasantía en un estudio de arquitectura en Tokio, ella estaba allí también dibujando su primer libro, así que nos pusimos al día y comenzamos a hablar de estética artística”.

La noción de “espacio” es uno de los puntos principales del trabajo de Nonotak, que sumerge al espectador en un universo sofocante de sincronicidad entre proyecciones, líneas y figuras primarias en blanco y un vacío oscuro, denso, intermitencias, siluetas, sonidos de electricidad y bajas frecuencias. “Las visuales son siempre muy sencillas, pero la complejidad se logra por el soporte sobre el que se proyecta o por cómo se colocan los elementos en el espacio”, dice ella. “Proyectar en pantallas translúcidas nos hace posible jugar con la percepción y que parezcan flotantes. Es un material que usamos mucho para esculpir proyecciones en un contexto espacial.”

Los ejes y la perspectiva son conceptos que experimentan particularmente, pero no sin la noción de luz combinada a ellos. “La luz define la masa y el vacío, el espacio vital y el no vivo. Revela o subraya cierta calidad de un espacio que no te das cuenta a primera vista. Transforma un espacio, lo esculpe.” Su paso por Mutek está ligado a la presentación de Shiro, su segunda performance audiovisual, ejecutada dentro de una estructura de pantallas cruzadas. “La idea es usar nuestras siluetas como parte del contenido visual. Los proyectores están colocados de modo de poder hacer que uno de nosotros aparezca/desaparezca, o ambos al mismo tiempo”, dice Takami.

Nonotak tuvo una primera instalación, Late Speculation, con el mismo concepto de jugar con sus siluetas y sombras. “Había dos proyectores, adelante y atrás, y ambos estábamos dentro del mismo triángulo. Para Shiro queríamos más libertad y ser capaces de controlar el hecho de que sólo uno pueda aparecer y desaparecer. Así surgió la forma de cruz. El hecho de que las cuatro pantallas sean controlables individualmente nos da más formas de narrar una pieza.”

Utilizando Resolume, un software de VJing, para la ejecución, la creación del contenido de Shiro surge de programas como TouchDesigner, Processing y After Effects, y su resultado luce como una continuidad del trabajo visual y sonoro que vienen desarrollando. “Nos gusta seguir adelante con una estética y tratar de evolucionarla en el tiempo. Generar piezas y shows audiovisuales como una serie de trabajos. A muchos de nuestros seguidores les gusta nuestro trabajo por esa razón, pero otras personas piensan que es aburrido por esa misma razón, jaja. ¡Nosotros creemos que es divertido! Siempre nos inspirarnos en el entorno espacial en que montamos nuestra pieza, y la mayoría de las veces nos empuja a crear nuevas versiones o incluso nuevas instalaciones.”