3 San Martín (SJ): Ardente; Prósperi, Escudero, Pucheta, Casierra; Fernández, Agüero, Rodríguez, Luque; Villarruel, Barceló. DT: Néstor Gorosito.

1 Central: Rodríguez; Ferrari, Leguizamón, Tobio, Parot; Martínez, Gil, Romero, Colman; Zampedri, Herrera. DT: Paolo Montero.

Goles: PT: 44m Zampedri (C), ST 16m Agüero (SM), 18m Barceló (SM), 42m Ardente, de penal (SM).

Cambios: PT: 10m Carabajal por Villarruel (SM), ST: 12m Carrizo por Herrera (C), 27m Gelabert por Fernández (SM), 28m Coscia por Romero (C), 31m Mosca por Luque (SM), 32m Pereyra por Colman (C).

Expulsados: ST: 13m Parot (C), 25m Tobio (C).

Arbitro: Juan Pablo Pompei.

Cancha: San Martín.

 

Central ganaba cómodo y a San Martín lo ganaba el nerviosismo, cuando el chileno Parot se fue expulsado. Desde ese momento, y en solo cinco minutos, la tarde mutó a noche para el Canaya. El sanjuanino se lo dio vuelta en cinco minutos y también Tobio se retiró expulsado. Sobre la hora, el verdinegro convirtió otro tanto para estampar el 3 a 1 final. Los de Montero acumulan siete goles en contra en dos partidos. La victoria ante Boca fortaleció, unió al grupo y, a futuro, debería pensarse como un antes y un después para un plantel que no la venía pasando bien en la previa a semejante triunfo. Montero confió nuevamente ayer en el triple cinco y volvió a apostar en San Juan por Martínez, Gil y Romero. Tienen características disímiles, pero merodean la zona media. Por un lado, el triángulo le imprime contención y fricción al equipo, pero, por otro lado, Central pierde peso ofensivo.

San Martín no salió a la cancha a atosigarlo, pero el Canaya tampoco pudo imponerse. No tuvo precisión y mucho menos volumen de juego. Colman, inconstante, no apareció de manera fluida y debió ser Martínez, que juega más retrasado, una especie de conductor. Así es difícil. Pese a la mediocridad del partido, Zampedri tuvo la suya y rechazó firme Ardente. Central era previsible, se parecía más al que cayó goleado con Banfield que al que anuló a Boca.

Y como no pisaba el acelerador cuando dominaba la pelota, el sanjuanino recuperó terreno perdido y avanzó en el campo. De la mano del habilidoso Luque, el local desnudó fallas en el fondo canaya, sobre todo en la zona de la saga. Rodríguez le tapó de manera espectacular un cabezazo a Luque en la siguiente. La falla, otra vez, vino por el centro de la última línea. Cuando el primer tiempo moría y Central no creaba, Zampedri se elevó tras un centro de Gil, le ganó a tres defensores en el salto y cabeceó al gol. Inesperado, pero producto de una gran acción del nueve.

En ventaja, Central se agrandó y jugó con la desesperación del verdinegro. Montero se destinó al contragolpe y Ardente se lo tapó a Herrera en un mano a mano. El Canaya se construyó desde atrás hacia delante. Pero Parot recibió la segunda amarilla, fue expulsado y nada sería como tal. En tanto solo cinco minutos Central se quedó con un jugador menos y pasó a perder el partido. Primero, por un error garrafal de Rodríguez, que quedó a mitad de camino a la salida de un corner. Y luego por un cabezazo de Barceló, solo y sin marca, entre los centrales. Otra vez, entre los zagueros.

Del sueño a la pesadilla en cinco minutos. Carrizo, que reemplazó a Herrera, estrelló un cabezazo en el palo al instante. Pero Tobio terminó de embarrar al equipo con una patada descalificadora. Central quedó con nueve jugadores en cancha con doce minutos de diferencia. Los de Montero tenían un partido controlado y en cuestión de minutos, y por mérito propio, desmoronaron todo lo que habían erigido. Y ahora solo restaba no incrementar el daño.

San Martín se sentó sobre el triunfo y empezó una seguidilla increíble de situaciones dilapidadas. Tantas como para que Central, con lo poco que le quedaba, pudiera aproximarse a Ardente. Casi sobre la hora, Barceló escapó solo y Rodríguez, para completar su tarde negra, lo derribó y le cometió un claro penal. El arquero Ardente lo cambió por gol y bajó las persianas del juego. El Canaya volvió a caer en un mar de interrogantes y perdió un partido que tenía controlado ¿Cuál es el verdadero Central?, es la pregunta que no tiene respuesta.