Docentes y no docentes de la Universidad de Buenos Aires denuncian un fuerte aumento en diferentes áreas de su obra social, Dosuba, que perjudican al personal de la institución. Aunque algunas medidas se retrotrajeron, otras continúan en marcha. Ante una situación económica de “crisis”, explicó la conducción del sindicato no docente Apuba, las autoridades de la obra social definieron “una serie de medidas pensadas como una posibilidad de solución” pero que generaron “un impacto directo sobre los afiliados y provocaban un perjuicio concreto e inaceptable”. Además, destacó que el Rectorado se comprometió a que “no tendrán coseguro las consultas médicas y que se pondrá en funcionamiento el Instituto Alfredo Lanari como centro de referencia de Dosuba, con cobertura del 100 por ciento en todas las especialidades. Más allá de esta situación puntual, todos los consultados por este diario destacaron que Dosuba –que no depende de la Súperintendencia de Salud– atraviesa una grave crisis.  

El primer aumento se dio en junio, cuando para los jubilados el porcentaje que tenían que ceder a Dosuba pasó del 4,5 al 9 por ciento. Eso generó un fuerte malestar y, tras algunos reclamos, no se aplicó la medida. Pero aquella decisión incluyó también el aumento del monto que se paga por los adherentes (aquellos que son afiliados como parte del núcleo familiar), que pasó de 1500 a 5 mil pesos. Con esto no se dio marcha atrás, sino que se prometió revisar las situaciones caso por caso. Luego, en agosto, aumentaron los coseguros, prestaciones que pasaron de 50 a 400 pesos en algunos casos, además de bajar el número de prestadores. Desde la UBA informaron el martes pasado que persisten los aumentos de los coseguros en las prácticas médicas, pero que se pasará a la consulta totalmente gratuita de las consultas. 

“Exigimos al Consejo Superior de la UBA y al Estado nacional el financiamiento necesario para evitar aumentos en las cuotas que vayan por encima de la pauta salarial definida por el ministerio, evitando el desfinanciamiento y la caída de prestadores”, dijo Ileana Celotto, secretaria general de la Asociación Gremial Docente (AGD), gremio de base de Conadu Histórica en la UBA. Además, indicó que debería conformarse una “mesa de trabajo con los representantes de los trabajadores docentes, no-docentes y afiliados”, algo que hoy no existe y “deja por fuera de las decisiones” a los trabajadores. 

Desde Apuba advirtieron que el esquema de incremento de los coseguros “provocó una nueva situación de grave afectación directa en la economía de los afiliados”. El gremio de los trabajadores no docentes advirtió que no convalidarán que “el peso del achique lo sufran desproporcionadamente los afiliados”. Destacaron como un mérito el funcionamiento del Instituto Lanari con cobertura total en todas las especialidades.

Federico Montero, secretario general de Feduba, gremio de base de Conadu, dijo a este diario que la situación es “preocupante porque está en juego la salud de los docentes y no docentes”. “Hay una crisis de Dosuba que no escapa a la crisis general que vive la salud en Argentina”, dijo, “pero eso no puede trasladarse a los trabajadores”.