Los Panama Papers no se agotan. Entre los 11,5 millones de documentos se revela la existencia de tres cuentas en el Credit Lyonnais de Suiza controladas por Luis Moreno Ocampo y su esposa. El ex fiscal adjunto del juicio a las Juntas que se desempeñó como fiscal general ante la Corte Penal Internacional (CPI) entre 2003 y 2012 no administraba las inversiones con su nombre sino que lo hacía a través de una empresa offshore llamada Yemana Trading. La información surge de los documentos de Mossack Fonseca que detectó y analizó PáginaI12 en el marco de la investigación impulsada por el Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ) y el diario alemán Süddeutsche Zeitung. 

Los archivos identificados por este diario muestran que la sociedad establecida en agosto de 2002 en Islas Vírgenes Británicas era administrada en los papeles por dos prestanombres provistos por el estudio panameño. En julio de 2005, cuando Moreno Ocampo llevaba dos años al frente del tribunal creado para juzgar crímenes de guerra alrededor del mundo, el letrado cambió de banco. Mantuvo los fondos en la misma ciudad, Ginebra, pero pasó las colocaciones del Credit Lyonnais al Credit Agricole. Los correos electrónicos que forman parte de la filtración muestran que en 2009 analizaba con sus asesores suizos la posibilidad de invertir en el sector petrolero. 

La historia comenzó hace una semana cuando la red de periodistas denominada Investigaciones Colaborativas Europeas (EIC, por sus siglas en inglés) expuso un conjunto de operaciones financieras canalizadas por Moreno Ocampo a través de la red global de guaridas fiscales. Las revelaciones exceden los estados financieros de Moreno Ocampo y apuntan a su desempeño durante su paso por la Corte Penal Internacional. La nueva filtración de 40 mil documentos que dio forma al proyecto denominado “Court Secrets” reveló los vínculos del ex fiscal de la CPI con las offshore Tain Bay en Panamá, Lucia Enterprises en Belice y Yemana Trading en Islas Vírgenes Británicas. 

Como la creación y administración de la última firma estuvo a cargo de Mossack Fonseca, este diario halló entre los Panamá Papers actas, documentos y correos electrónicos sobre sus movimientos financieros. En los archivos figuran formularios del Credit Lyonnais de Ginebra con la firma de puño y letra de Moreno Ocampo y su pareja, Elvira Bulygin. Los documentos hacen referencia a tres cuentas bancarias numeradas en la entidad suiza donde ambos eran ungidos como las únicas personas autorizadas para tomar decisiones. La existencia de Yemana Trading y sus cuentas en bancos suizos se extiende a lo largo de la gestión del letrado en la CPI.

A finales de 2009 cuando ya había cambiado al Credit Agricole, Moreno Ocampo solicitó a Mossack Fonseca que le informe la dirección de sus oficinas en Ginebra. El pedido llegó desde su casilla oficial de correo electrónico en el CPI. Necesitaba el dato para abrir una nueva cuenta. En ese intercambio el letrado sostiene que va a crear una nueva compañía panameña para quedar al frente de esa colocación financiera. 

“Mientras ocupaba el cargo mi salario no era suficiente”, lanzó el abogado al ser consultado por uno de los periodistas del diario español El Mundo que participó del proyecto. Entonces justificó su presencia offshore al señalar que “tenía que protegerme en un país donde los bancos un día deciden llevarse su dinero. Así que tenía dinero fuera de Argentina”.

Los correos electrónicos muestran además cómo la firma NWT Conseil, los asesores financieros del argentino, recomiendan disolver Yemana Trading y reemplazarla por otra sociedad panameña para no quedar sujetos a los cambios en la legislación de Islas Vírgenes Británicas. Las modificaciones regulatorias obligaban a transformar las acciones al portador en acciones nominativas por lo que permanecer en la isla hubiera implicado revelar la identidad de los dueños de la empresa. 

“Puedo confirmar que yo y algunos de mis colegas hemos sufrido un ataque cibernético”, expresó Moreno Ocampo tras conocerse la investigación de EIC. “En relación a mis finanzas personales me gustaría dejar en claro que trabajo ‘offshore’. No tengo clientes ni oficina en Argentina. Tengo oficinas en New York y Montevideo y eso es lo que reflejan mis arreglos bancarios”, sostuvo a través de sus redes sociales. 

“Los documentos analizados por EIC muestran cómo el abogado actuó en contra de los intereses de la Corte Penal Internacional al defender al magnate petrolífero libio Hassan Tatanaki”, advierten los responsables de la iniciativa Court Secrets. El empresario está vinculado al general del Ejercito Nacional Libio, Khalifah Hartar, investigado por el tribunal por posibles crímenes de guerra y violaciones a los derechos humanos. Court Secrets considera que “Moreno Ocampo utilizó su red personal en la organización en beneficio de su cliente y puso en riesgo la confidencialidad de las investigaciones del tribunal al que debe en gran parte su status”. 

Ayer la CPI emitió un comunicado donde relativizó la existencia de un hackeo de sus correos electrónicos. Fatou Bensouda, el fiscal que reemplazó al argentino, le solicitó que “se abstenga de realizar cualquier pronunciamiento público que pueda ser percibido como una interferencia a las investigaciones de la oficina y dañar nuestra reputación”.