El entrenador de Boca, Guillermo Barros Schelotto, su hermano mellizo y ayudante de campo, Gustavo, y el presidente del club, Daniel Angelici, se retiraron con una mueca de fastidio y mucha preocupación de la Bombonera luego del empate entre la Argentina y Perú, alterados por la seria lesión que sufrió el capitán del equipo xeneize, Fernando Gago, quien se rompió los ligamentos de la pierna derecha.

Gago, de 31 años, ingresó frente a Perú a los 59 minutos por Ever Banega y comenzó su pesadilla, ya que a poco de entrar pisó mal al dar un pase, resbaló y se lesionó, lo que motivó su reemplazo inmediato por el mendocino Enzo Pérez. El mediocampista sufrió, según detalló el parte médico del seleccionado, una rotura de los ligamentos cruzados anteriores y el lateral interno de la rodilla derecha, lesión por la que será operado la semana próxima (seguramente por el doctor Jorge Batista) y que le demandará una recuperación de entre seis y ocho meses, siendo además su tercera lesión seria en los últimos dos últimos años, ya que se rompió el Tendón de Aquiles dos veces, en 2015 y 2016.

En Boca, la lesión de Gago fue un “baldazo de agua fría”, mientras que para el DT del seleccionado argentino Jorge Sampaoli se trató de un “mazazo” según reveló en la conferencia de prensa post partido. En ese contexto, en Boca saben que pueden ejercer la opción de incorporar a un futbolista del medio local y sino el entrenador deberá ejercitar otras variantes tácticas, como retrasar a Edwin Cardona para que cumpla la función de Gago, así ingresaría en el equipo Oscar “Junior” Benítez para cubrir al colombiano y juntarse con Darío Benedetto y Cristian Pavón en la zona de definición.

En lo inmediato, la opción que Guillermo tiene a mano es incluir al uruguayo Nahitan Nández en el mediocampo junto al colombiano Wilmar Barrios y el rosarino Pablo Pérez, seguramente los tres serán titulares en el reinicio del campeonato frente a Patronato, en Entre Ríos, por la sexta fecha de la Superliga.