Esta mañana comenzó el juicio por el femicidio de Micaela Ortega, la niña 12 años que fue asesinada en abril de 2016 en Bahía Blanca, luego de haber sido engañada en Facebook por un hombre que tenía varias cuentas falsas donde se hacía pasar por adolescente. Fue el primer caso en el país de grooming, como se llama al engaño y captación de menores a través internet con el fin de abuso sexual, seguido de muerte.

Alrededor de 90 testigos declararán en las audiencias que se extenderán durante toda la semana ante el Tribunal Oral en lo Criminal (TOC) de Estomba 34, en el centro bahiense, integrado por los jueces Eugenio Casas, María Elena Baquedano y Claudia Fortunatti.

El acusado de haber matado a Micaela es Jonathan Luna (28), quien enfrenta cargos por "homicidio calificado agravado por alevosía, violencia de género y por criminis causa, robo y grooming".

"Hay pruebas suficientes para demostrar la autoría de Luna y es que lo se va a tratar de demostrar ante el Tribunal", afirmó el fiscal Roberto de Lucía y agregó: "El resto de la discusión tendrá que ver si las circunstancias del caso lo llevan a que encuadre como un homicidio calificado, que es lo nosotros sostenemos".

El fiscal De Lucía cree que "no va a haber muchas dudas de que Luna fue el autor del homicidio" y adelantó que la pena prevista para los delitos que se le imputan es "prisión perpetua". Entre los testigos citados se encuentran Mónica Cid, madre de la víctima; otras jóvenes que fueron captadas por Luna a través de las redes sociales; personal policial y peritos psicólogos y psiquiatras que analizaron la personalidad y salud mental del imputado.

"Las pericias nos dan cuenta del perfil violento y la constante captación de la nenas que tenía Luna acreditados a través de diálogos telefónicos por WhastApp", indicó De Lucía, quien consideró que éste "se trataría del primer caso de grooming seguido de muerte en el país".

Según confirmó la abogada de la familia de la víctima, Fernanda Pettersen, los informes entregados por Facebook prueban que Luna contactaba a menores a través de dicha red social haciéndose pasar por un adolescente.

Micaela desapareció el 23 de abril de 2016 en Bahía Blanca y cinco días después su cuerpo fue encontrado cerca de la ruta nacional 3, a la altura de la vecina localidad de Ingeniero White. Había sido golpeada y estrangulada. Tras el hallazgo del cuerpo, Luna fue detenido en la precaria vivienda que habitaba, la cual fue parcialmente incendiada por vecinos.

Para llegar al acusado, fue fundamental la información incorporada a la causa por "The National Center for Missing & Exploited Children" (El Centro Nacional para Niños Desaparecidos y Explotados), un organismo sin fines de lucro de Estados Unidos que trabaja a nivel mundial contra la pedofilia y que colabora con la Justicia en este tipo de investigaciones. A partir de los datos aportados por esta ONG, los investigadores determinaron que Luna había contactado a Micaela a través de Facebook fingiendo ser una niña de su misma edad.