Puede no ser tan famoso como el Colón habanero, pero el cementerio Santa Ifigenia de Santiago de Cuba es conocido por ser la necrópolis de los próceres y mártires cubanos y, a partir de hoy, también será la última morada de Fidel Castro, que reposará junto al héroe nacional de la isla, José Martí.

Santa Ifigenia, la necrópolis más importante de la capital oriental, fue una elección natural para el ex presidente, nacido en esa región, escenario de las luchas independentistas cubanas y que dio cobijo a los “barbudos” liderados por Fidel en su lucha contra Fulgencio Batista, hasta el triunfo revolucionario de 1959.

Bautizado con el nombre de una santa de raza negra –como la mayoría de los que viven en la ciudad–, el camposanto está entre los más antiguos de la isla y fue inaugurado en febrero de 1868, al noroeste de la urbe santiaguera. Además de guardar los restos de los lugareños, sobresalen las tumbas del “Padre de la Patria”, Carlos Manuel de Céspedes, iniciador de la Guerra de los Diez Años (1868-1878) y el “Titán de Bronce” Antonio Maceo, figura clave de ésta y de la “Guerra Necesaria” (1895-1898).

Junto a ellos reposan unos 30 generales mambises y Mariana Grajales, matriarca de la familia Maceo y símbolo del valor de la mujer cubana.

Varios compañeros de Fidel han sido enterrados allí, muchos de ellos participantes en el asalto al santiaguero Cuartel Moncada, acción liderada por Castro en 1953, y luchadores clandestinos como los hermanos Josué y Frank País, dos de los máximos jefes del Movimiento 26 de julio.

Cuando en una tumba ondean la bandera cubana y la rojinegra de esta organización rebelde comandada por Fidel, allí reposa un guerrillero.

Además, Santa Ifigenia, considerado un museo a cielo abierto, resalta por las obras de arte que adornan las tumbas de luchadores y patricios santiagueros, entre ellos el rico magnate ronero Emilio Bacardí, que yace dentro de una pirámide de mármol negro.

Si se sigue el Sendero de los Trovadores el visitante encontrará además lápidas con nombres importantes de la música como el del creador del Son, Pepe Sánchez; Miguel Matamoros, Ñico Saquito y el famoso Compay Segundo.

Sin embargo, el más conocido entre quienes reposan hasta el momento en el cementerio es José Martí, Héroe Nacional de Cuba y considerado por Fidel el “autor intelectual” de la Revolución.

El mausoleo del prócer une elementos de la simbología martiana y de la historia del mártir, que vaticinó en sus versos que moriría de “cara al sol” y que descansa con todos los honores y frente a una llama eterna.