A días del vencimiento del programa Precios Justos y ante la especulación de varias firmas que enviaron a los comercios listas remarcadas con aumentos de hasta 50%, la Asociación Supermercados Unidos (ASU) advirtió en un comunicado que solo puede dar previsibilidad a los precios hasta el 10 de diciembre, debido a que luego se deberán esperar las decisiones del nuevo gobierno de La Libertad Avanza. 

La Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA), en tanto, reclamaron "prudencia" en la fijación de precios de los productos de consumo masivo, instaron a "respetar las pautas fijadas por el gobierno nacional" y responsabilizaron a sus proveedores por los aumentos.

El comunicado de ASU

El director ejecutivo de la Asociación Supermercados Unidos (ASU), Juan Vasco Martínez, informó en un comunicado que "desde el día martes" se mantienen contactos con la secretaria de Comercio para "adecuar a la situación post-electoral los acuerdos de precios vigentes oportunamente formalizados".

En esas reuniones "se avanzó priorizando el diálogo con la cadena de valor para encauzar situaciones que permitan, sobre todo, garantizar el abastecimiento y adecuar el sendero vigente con el objetivo de evitar aumentos desmedidos", señaló el titular de la entidad. 

En el marco de la transición, detalló, "una importante cantidad de las firmas proveedoras signatarias del programa Precios Justos relacionadas con los principales rubros se han adecuado a esta iniciativa, con incrementos que durante esta semana oscilan en promedio entre el 5% y el 12%".

En diciembre, confirmó la asociación, "operará el tradicional aumento mensual del programa en el orden del 8%", que sólo estará vigente hasta el 10 de ese mes. 

Luego de esa fecha, explicaron los supermercadistas, los precios quedarán libres, en sintonía a la propuesta económica de libremercado que plantea el presidente electo, Javier Milei.

CAS y FASA piden "prudencia" a sus proveedores

La Cámara Argentina de Supermercados (CAS) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA) también difundieron un comunicado en el que reclamaron "prudencia" en la fijación de precios de los productos de consumo masivo.

"Lamentablemente, nos veremos obligados a no recibir aquellos productos cuyos precios excedan los límites de aumentos establecidos por la Secretaría de Comercio de la Nación, en defensa de los bolsillos de nuestros clientes", indicaron CAS y FASA en un comunicado, en el que advirtieron que "los perjudicados por los aumentos excesivos de precios son los consumidores, la gente que debe enfrentar esta situación con bajísimos niveles de ingresos".

En ese marco, destacaron "la necesidad de proceder con extrema prudencia", al tiempo que consideraron que las remarcaciones obedecen a una "situación transitoria" que es "producto de la incertidumbre que genera el cambio de Gobierno en un entorno de elevadísima inflación", aunque prevén "seguras modificaciones en la política de precios que fijará la nueva administración gubernamental".

Asimismo, plantearon que las variables económicas están "sumamente deterioradas", por lo que convocaron a "la producción primaria, la industria y el comercio" a "trabajar juntos" y fortalecer "el vínculo profesional que nos une".

Incertidumbre y remarcación de precios

Esta semana, tras el triunfo de Javier Milei, varios fabricantes de productos de canasta básica les enviaron a los grandes supermercados listados con aumentos de precios de hasta el 50%. Este envalentonamiento de los empresarios tiene una explicación: el propio Milei avisó en diferentes entrevistas que no se seguirá ni con Precios Cuidados ni con Precios Justos, este último un acuerdo que vence en noviembre.

Mastellone, la firma que produce la leche La Serenísima, avisó que subirá sus precios un 50%, lo mismo que la fabricante de higiene personal Colgate. La multinacional Unilever, que produce limpieza y alimentos, pasó aumentos del 40%, mientras que Arcor envió mensajes con hasta un 35% de incremento. Procter and Gamble subió un 30%, mismo margen que la estadounidense Mondelez. Mientras que Coca Cola pasó un listado con subas de hasta el 35%.

Las compañías Fargo y Bimbo, propiedad de capitales mexicanos y dueñas del 80% de la góndola del sector, fueron aún más allá y según supo Página/12 enviaron a los supermercados listas con aumentos de hasta el 140% en toda su gama de productos.