Luego del triunfo electoral de Javier Milei, el gobierno de Alberto Fernández decidió pausar el proceso de licitación de la reversión del Gasoducto Norte. Será la nueva administración la encargada de decidir a partir del 10 de diciembre si la obra se concreta y bajo qué condiciones.

La iniciativa es clave debido al declino de la producción de la Cuenca del Noroeste Argentino y la caída de las importaciones provenientes de Bolivia. El país vecino anunció que no podrá cumplir con los contratos firmados con Argentina. Por lo tanto, el abastecimiento de la región norte del país podría verse comprometido. La obra también es fundamental para exportar a Brasil parte del gas generado en Vaca Muerta.

La reversión del Gasoducto Norte permitirá llevar el gas a las industrias y hogares de las provincias de Córdoba, Tucumán, La Rioja, Catamarca, Santiago del Estero, Salta y Jujuy.

El ministro de Economía Sergio Massa presentó la obra a fines de agosto en la localidad cordobesa de Tío Pujío como parte de un acto de campaña. “Permitirá cuidar los dólares de las reservas, fomentar y promover el trabajo argentino, garantizar el abastecimiento energético y abaratar costos", aseguró entonces.

En ese contexto, señaló que "así como algunos tomaron deuda para financiar la fuga de capitales y la timba financiera, nosotros la tomamos para construir el desarrollo del gas y del hidrocarburo en la Argentina", en referencia al crédito de 540 millones de dólares otorgado por el Banco de Desarrollo para América Latina y el Caribe (CAF) para hacer frente a la mayor del costo del proyecto.

La empresa Energía Argentina (Enarsa) ya había iniciado el proceso licitatorio y el pasado miércoles 25 de octubre abrió los sobres con las propuestas económicas para el renglón 1, que abarca la reversión de cuatro plantas compresoras existentes en Córdoba, Santiago del Estero y Salta, un loop (ampliación) de 62 kilómetros junto a la traza del Gasoducto Norte y la construcción de los 22 kilómetros finales del gasoducto Tío Pujio-la Carlota.

La UTE Techint-SACDE, que participó de la construcción del Gasoducto Néstor Kirchner, iba camino a adjudicarse la obra, pues había presentado la oferta más económica, la cual representaba una erogación de 141.410 millones de pesos, frente a los 183.384 millones de pesos que ofertó BTU, su único competidor luego de la descalificación de Pumpco, una de las subsidiarias de MasTec, la principal constructora de oleoductos de Estados Unidos. Ahora la definición quedará pendiente.

Antes de adjudicar la obra, Enarsa iba a tener que hacer un ajuste en el presupuesto original ya que las ofertas superaban por más de un 20 por ciento el tope permitido, aun ajustado por inflación. Si hubiese ganado Sergio Massa, seguramente se le hubiese buscado una solución a ese tema con alguna resolución aclaratoria que dejara en claro que en el contexto inflacionario actual no se habían ponderado correctamente algunas variables, pero ahora que ganó la oposición, cualquier decisión en ese sentido y la correspondiente adjudicación de la obra a días de la entrega de mando podría generar sospechas. Por eso es que se decidió pausar todo el proceso y que sea el gobierno de Milei el que decida qué hacer.

Desde el equipo del líder libertario dejaron trascender que la intención no solo es analizar las futuras ofertas sino también el proyecto en su conjunto, incluyendo las proyecciones de gas provenientes de Bolivia. El referente energético de Milei, Eduardo Rodríguez Chirillo, explicitó algunas de estas cuestiones en la reunión inicial que mantuvo con la secretaria de Energía, Flavia Royón, al dar inicio a la transición en el área, la cual ahora pasará a depender del Ministerio de Inflaestructura que conducirá Guillermo Ferraro.

Ferraro dejó en claro a comienzos de esta semana que “se van a respetar los contratos”, pero en este caso no llegaron a firmarse. El miércoles pasado aseguró en declaraciones radiales que “el Estado tiene que reducir su participación en la economía para dar espacio al sector privado. Vamos a tratar de orientar, estimular e incentivar al sector privado para su inversión”.