Un nuevo juicio de lesa humanidad debía estar comenzando en Formosa, pero el paso del tiempo le ganó a la Justicia: Dora Regeni, exjefa de la Alcaidía de Mujeres de la capital provincial durante la última dictadura militar, acusada de secuestros y torturas contra seis mujeres que pasaron por esa dependencia policial entre 1976 y 1977, falleció, impune, el mismo día en que debía comenzar a ser juzgada.

La causa contra Regeni comenzó en 2014, meses después de que el Tribunal Oral Federal de Formosa lo indicara en la sentencia que emitió en el juicio de lesa humanidad que llevó a cabo sobre los hechos sucedidos en el Regimiento de Infantería de Monte 29º. En ese debate, del que emanaron condenas a ocho militares, policías y gendarmes retirados de entre 7 años de cárcel y prisión perpetua, los jueces Manuel Moreira y Carlos Soda y la jueza Norma Lampugnani consideraron la extracción de testimonios para investigar la responsabilidad de Dora Regeni en crímenes de lesa humanidad sufridos por unas seis mujeres que, además de estar secuestradas y haber sido torturadas en el regimiento, también lo habían sido en la Alcaidía de Mujeres.

La indagatoria y el procesamiento de la médica entonces ya jubilada, que prestó servicios a la policía provincial entre 1971 y 1987 y estuvo a cargo de la Alcaidía de Mujeres entre 1976 y 1978, llegó siete años después de abierto el expediente. En octubre de 2021, el fiscal Pablo Morán la procesó por la privación ilegal de la libertad de Nelly Daldovo y Raquel Lebi; la privación ilegal de la libertad agravada de Elsa Chagra, Miriam Daldovo, Olga Gauna y Brígida Mayo, y los tormentos agravados sufridos por las últimas cinco.

Las sobrevivientes declararon en aquel juicio que culminó en noviembre de 2013. Varias de ellas, luego, lo hicieron ante la Fiscalía. Lebi falleció en el camino. Sus relatos detallan las “condiciones infrahumanas” a las que fueron sometidas durante su encierro en los calabozos para “detenidas especiales” de la Alcaidía regenteada por Regeni: celdas mínimas y sin ventilación en donde eran obligadas a hacer sus necesidades y a comer comida que les revoleaban al piso; imposibilidad de aseo, negación de atención médica.

Elsa Chagra, por ejemplo, contó que tenía que comer “como perro” la comida que le dejaban en el piso ya que estaba maniatada; que no se higienizó durante los 15 días de encierro en la Alcaidía, que no le permitían ir al baño y debía hacer sus necesidades “en una lata de leche”. Miriam Daldovo relató que estuvo alojada “en una celda muy pequeña, sin ventilación, a la cual le daba el sol todo el día, totalmente apartada de las presas comunes”. Pasó un año encerrada en la Alcaidía. Olga Gauna definió las condiciones de encierro en la cárcel de Regeni como “infrahumanas”.

Morán también tomó como prueba el testimonio que ofreció durante el debate oral Mercedes Bresanovich, quien en la época de los hechos era celadora de la Alcaidía: señaló a Regeni como quien había ordenado el “tratamiento que recibían esas detenidas especiales” en relación a las mujeres que llegaban vía Ejército, secuestradas en el marco del plan sistemático de secuestro, torturas y exterminio desplegado durante la última dictadura. 

“Nadie tenía que hablar con ellas, salvo los del Ejército y se les suministraba la comida junto con una cuchara a través de una puertita, según orden establecida por la Dra. Regeni. Que a las detenidas especiales si se enfermaban no se las podía llevar a atender al Hospital sin orden del Regimiento y que nunca se las llevó. Que era la Dra. Regeni la que disponía qué no se debía hacer con esas detenidas, ya que era la única que hablaba con la gente del Regimiento. Que las detenidas comunes podían calentar agua para bañarse, mientras que a las “especiales” no se les permitía y se tenían que bañar con agua fría”, había detallado entonces la exceladora.

El requerimiento de elevación a juicio oral y público contra la titular de la cárcel provincial de mujeres de Formosa llegó en junio de 2022. Por entonces, Regeni ya contaba 85 años. Días antes de que comenzara el debate fue internada en terapia intensiva. Falleció el 17 de noviembre, cuando debía comenzar a ser juzgada.