Diez días antes del comienzo que tenía pautado en la agenda judicial, el Tribunal Oral Federal número 5 de San Martín pospuso el juicio de lesa humanidad contra cinco miembros retirados de la Fuerza Aérea acusados de secuestros y torturas contra 127 personas que fueron mantenidas cautivas en Mansión Seré y otros centros clandestinos de la zona Oeste del Conurbano bonaerense durante la última dictadura cívico militar. En principio, el debate fue repautado para mayo próximo. La supuesta “incapacidad sobreviniente” del agente de Inteligencia de la Fuerza Aérea Juan Carlos Vázquez Sarmiento, prófugo hasta hace dos años y acusado por secuestros en la Regional de Inteligencia de Buenos Aires (RIBA), es la razón principal del retraso del debate oral y público. Se rata del segundo juicio de lesa humanidad para él y el primero para el resto de los acusados.

Tras permanecer prófugo de la Justicia durante casi 20 años, Vázquez Sarmiento fue detenido en octubre de 2021, caminando por las calles de Ituzaingó, en el Oeste del Conurbano, con documentos falsos. Entonces tenía 74 años. En marzo pasado fue juzgado y condenado a 15 años de prisión por la apropiación de Ezequiel Rochistein Tauro, nacido en la ESMA y restituida su identidad en 2010 gracias a la búsqueda de Abuelas de Plaza de Mayo. Y ahora que debe responder por el secuestro de Patricia Roisinblit y José Manuel Pérez Rojo, que fueron mantenidos cautivos en la RIBA, parece que su salud no se lo permite.

“Recientemente se ha planteado respecto de Juan Carlos Vázquez Sarmiento la suspensión del proceso por incapacidad sobreviviente”, informó el lunes el Tribunal a las partes intervinientes en el juicio que debía comenzar contra él y otros cuatro agentes de la Fuerza Aérea en San Martín. Según la notificación tribunalicia, el apropiador será analizado por el Cuerpo Médico Forense el 20 de diciembre, mientras que resta fecha para someterlo a un informe psicológico.

En principio, el TOF fijó nueva fecha de inicio del debate para el 2 de mayo de 2024.

El circuito represivo de la Subzona 16

El planteo de su defensa frenó también otra causa que se juzgaría con la que lo tiene como acusado y que revisará la responsabilidad de otros cuatro agentes de la Aérea en crímenes de lesa humanidad en el circuito represivo que funcionó en la subzona 16, en la zona del oeste conurbano. La cabeza de ese circuito fue el centro clandestino conocido como Mansión Seré. También lo integraron la Iª Brigada Aérea de Palomar, la VIIª Brigada Aérea de Morón, y las Comisarías de Castelar, Haedo y Morón, además de la RIBA. En ellos actuaron los acusados Juan Carlos Herrera, José Juan Zyska, Ernesto Rafael Lynch y Julio César Leston.

Juan Carlos Herrera y José Zysca fueron parte de la I° Brigada Aérea de El Palomar. Zyska integró la Fuerza de Tareas 100 como jefe de Patrullajes. Ambos llegan a juicio acusados del secuestro y las torturas sufridas por decenas de personas en Mansión Seré. Ernesto Lynch integró la División Inteligencia de la VIII° Brigada Aérea entre el 76 y el 78 y luego fue jefe de la Compañía de Policía Militar de esa brigada. Está acusado de secuestro y torturas aplicadas a 28 personas que pasaron por la Comisaría 1° de Moreno, el Destacamento de Paso Del Rey y la Subcomisaria de Francisco Álvarez, que dependían de la VIII Brigada. Por último, Julio César Leston se desempeñó como auxiliar de la RIBA y está acusado de crímenes de lesa humanidad contra 24 personas que pasaron por la comisaría de Morón.

El juicio contra el “Colo”

Patricia y José Manuel fueron secuestrados el 6 de octubre de 1978. José estaba en la juguetería que regenteaba en Martínez con Gabriel Pontnau. De allí se los llevó a ambos una patota cuyo siguiente destino fue el departamento que José compartía con Patricia, embarazada de ocho meses, y la primera hija de ambos, Mariana Pérez, de 15 meses al momento de los hechos, en Villa Crespo. El operativo continuó, horas después, rumbo a la casa de los abuelos paternos de Mariana, en donde los represores la dejaron. Marcelo, uno de los sobrinos de José, les abrió la puerta y reconoció, años después y ante la Justicia, al represor como integrante de la patota.

El secuestro de Mariana, que duró unas horas, no fue tenido en cuenta para imputar a Vázquez Sarmiento, pero sí el de Patricia, José Manuel y Gabriel. El matrimonio fue mantenido cautivo en la RIBA por al menos un mes. Entonces, Vázquez Sarmiento era cabo principal y encargado de la Sección Contrainteligencia de la Regional de Inteligencia Buenos Aires de la Jefatura II de Inteligencia del Estado Mayor General de la Fuerza Aérea, pero quedó fuera del primer juicio que se desarrolló por estos hechos, y que culminó con condenas al jefe de la fuerza Omar Graffignia, Luis Trillo y Francisco Gómez, quien se apropió del hijo de Patricia y José.

A días de parir, Patricia fue trasladada a la ESMA. Allí nació Guillermo Pérez Roisinblit, quien fue entregado a otro agente de Inteligencia de la Aérea, Francisco Gómez, y su esposa, Teodora Jofré, quienes lo criaron en la mentira. Guillermo restituyó su identidad en 2000. Su abuela, Rosa Roisinblit, es una de las referentes de Abuelas. Durante su crianza en la mentira, Ezequiel y Guillermo compartieron la infancia, entre familias de apropiadores y represores.