El cálculo es sencillo: Javier Milei sabe que la profundidad del ajuste fiscal que busca ejecutar será proporcional al músculo político que logre ganar. También que la luna de miel no es infinita y que el recrudecimiento de la situación social le complicará sumar respaldos. Por esa razón, el Presidente aceleró los pasos y convocó a todos los gobernadores a un encuentro para el próximo martes en la Casa Rosada. Será la primera reunión oficial con todos los mandatarios y coincidirá con el lanzamiento de un conjunto de medidas que se realizará la semana que viene a través de un DNU y de proyectos legislativos para “desregular la economía”. La cumbre servirá para escuchar e intentar contener el enojo de los gobernadores por la “reducción al mínimo” de las transferencias a las provincias y la paralización de la obra pública. El discurso que bajará el jefe de Estado será que el grueso de la población “entiende y avala” la necesidad de ajustar para “evitar una hiperinflación”. Según Milei, que ayer habló por primera vez sobre los anuncios económicos, el "enorme esfuerzo” que se está haciendo, supuestamente, recae “un 60 por ciento en los políticos” y el otro 40 por ciento “en el sector privado”. Plagado de eufemismos, nada concreto dijo sobre el brutal impacto de la devaluación en los sectores medios y bajos.

Los preparativos para la reunión que se llevará a cabo el martes a las 12 del mediodía en Balcarce 50 están a cargo de Guillermo Francos. Ayer por la tarde, el ministro del Interior mantuvo un encuentro con casi todos los mandatarios provinciales para anticipar eventuales cruces y evitar sorpresas, sobre todo teniendo en cuenta que La Libertad Avanza no ostenta ninguno propio. “Hay un problema fiscal grande y el ánimo de la gran mayoría de los gobernadores es colaborar con el gobierno nacional”, sostuvo el mendocino Alfredo Cornejo al salir de la Casa Rosada. Fue uno de los cuatro radicales que participaron de forma presencial, junto a Leandro Zdero (Chaco), Maximiliano Pullaro (Santa Fe) y Gustavo Valdés (Corrientes), que estaban en Buenos Aires por las elecciones del Comité Nacional del partido. El resto se conectó por Zoom, salvo el porteño Jorge Macri y el tucumano Osvaldo Jaldo que dijeron ausente.

En la cumbre de la semana que viene, Milei buscará sumar apoyos al paquete de reformas que presentará. Hasta el momento, los mandatarios afirman que desconocen de qué se trata. Algunas versiones indican que podrían incluir la privatización de las Sociedades del Estado, la desregulación de los alquileres; de las leyes de empleo público y la comunicación audiovisual, entre otras. La principal preocupación que manifiestan los gobernadores es que no pueden financiar los gastos corrientes sin los aportes de Nación. Incluso, en los últimos días, muchos de ellos anunciaron que producto de la “emergencia económica” se vieron obligados a concretar un severo plan de recorte del gasto público. La reversión del Impuesto a las Ganancias y la coparticipación del Impuesto al Cheque serán, en ese sentido, dos temas clave de la conversación con la Casa Rosada. “El debate pasa por ahí. Cuál va a ser la mirada impositiva del Gobierno y de qué manera las provincias, que no la estamos pasando bien, reconstituímos recursos para lograr pagar salarios”, expresó Pullaro.

En la lista de demandas, los gobernadores tienen anotado el tema obra pública. Al respecto, buscarán llevarse también el compromiso del gobierno nacional de que se concluirán las que ya están en ejecución. El santafesino, por ejemplo, le llevó una carpeta de 100 hojas a Francos con todos los proyectos que están en marcha en su provincia.

Show en redes

Después de encabezar la quinta reunión de gabinete nacional consecutiva y de discutir la agenda del encuentro con los gobernadores, Milei se tomó un tiempo al mediodía para volver a su hábitat natural: las redes sociales. El Presidente realizó una transmisión en vivo para hablar con sus seguidores de Instagram y sortear su último sueldo como diputado. En modo influencer, mostró su despacho en Casa Rosada y el sillón de Rivadavia. También saludó a “el Jefe” –la secretaria General de la Presidencia, Karina Milei–; y presentó a su equipo de comunicación, entre otros, al camarógrafo Santiago Oría y a los responsables de redes, Iñaki Gutiérrez y Eugenia Rolón.

Después de cinco minutos de show, de jugar con la banda y el bastón presidencial, Milei dio su parecer sobre las medidas económicas anunciadas por el ministro de Economía, Luis Caputo, el martes pasado. "Estamos totalmente abocados en terminar con la inflación y evitar la hiperinflación, para eso realizamos este ajuste hiperortodoxo, un sinceramiento del mercado de cambios y toda la reestructuración del Banco Central", afirmó con crudeza.

De acuerdo al mandatario, ese “ajuste hiperortodoxo” significa “un esfuerzo enorme” que recae en “un 60 por ciento en los políticos y un 40 por ciento en el sector privado”. “Todo lo que recae en el sector privado es transitorio", aclaró y aseguró que "una vez que reacomoden la economía" comenzarán a "eliminar las cosas que a los liberales libertarios no les gustan". En el análisis presidencial, no estuvieron mencionadas las clases media y baja que sufren una aceleración inflacionaria, que según Caputo, es del 1 por ciento diario. Frente a este sombrío panorama, Mile optó por concluir la transmisión con un mensaje esperanzador: "Jamás la noche pudo vencer al día, no maldigamos la oscuridad. La Argentina empieza a despertar y estamos poniéndonos de pie".