El Tribunal Superior británico dictaminó este viernes que el príncipe Harry de Inglaterra fue víctima de hackeo de su teléfono móvil por parte del grupo editorial Mirror Group Newspapers (MGN), propietario del diario Daily Mirror, y ordenó pagarle una indemnización por daños y perjuicios.

La Justicia le dio la razón al duque de Sussex en 15 de los 33 artículos periodísticos que él había dicho que fueron elaborados a partir de información obtenida por medios ilegales entre 2003 y 2009. Aunque se trató de una victoria parcial, ya que se le dio la razón a menos de la mitad de las notas, el príncipe debe recibir una indemnización de unos 179.000 dólares, según estableció el juez Timothy Fancourt. "Aunque la compensación es modesta, refleja el daño experimentado por el príncipe por las acciones del Mirror", señaló.

El veredicto

Harry --que vive en Estados Unidos con su mujer Meghan y sus dos hijos-- había iniciado un proceso legal contra MGN, que publica los rotativos Sunday Mirror, Daily Mirror y Sunday People. Acusó al grupo de haber utilizado prácticas dudosas como pinchar teléfonos con el fin de obtener información y vender diarios.

"Observé que 15 de los 33 artículos juzgados fueron producto de la piratería de su teléfono móvil o de los teléfonos móviles de sus asociados, o el producto de otra recopilación ilegal de información. Creo que su teléfono fue pirateado solo de forma modesta y que quizá fue controlado cuidadosamente por ciertas personas en cada periódico", indicó el juez al leer el fallo. "Sin embargo, sucedió en ocasiones desde finales de 2003 hasta abril de 2009. En su testimonio, el duque tendía a asumir que todo lo publicado era producto de la interceptación del correo de voz porque la piratería telefónica estaba muy extendida en el grupo Mirror en ese momento", agregó.

Por otro lado, el juez concluyó que el presentador de televisión Piers Morgan estaba al tanto del hackeo telefónico cuando era editor del Daily Mirror. Y dijo que también dos directores del grupo de medios, Paul Vickers y Sly Bailey, sabían de las prácticas de escuchas telefónicas, pero eligieron no informar a la junta directiva de la empresa. "Se lo ocultó a la junta, al Parlamento, al público y al informe de la investigación Leveson", declaró el juez, que hizo referencia así al magistrado Brian Leveson, que en 2012 publicó un informe sobre las prácticas de la prensa británica a raíz del escándalo de escuchas ilegales del medio News of the World, de Rupert Murdoch.

"Un gran día para la verdad"

Tras conocerse el fallo, a la puerta del tribunal, el abogado David Sherbourne leyó un comunicado del príncipe, ausente en la corte. "Hoy es un gran día para la verdad y para la rendición de cuentas", expresó. "La medida legal estuvo basada en la necesidad de contar con una prensa libre y honesta, y que sea debidamente responsable cuando sea necesario", agregó el duque, quien admitió que el camino hacia la Justicia puede ser lento y doloroso.

El duque había prestado declaración ante el tribunal el pasado junio, en lo que fue la primera vez en más de cien años que un miembro de la familia real lo hacía ante una corte. En su comparecencia, el príncipe admitió que las acciones de los tabloides para obtener exclusivas le generaron paranoia y desconfianza, al tiempo que tuvieron un impacto en su vida, desde la seguridad hasta las relaciones. A su vez los acusó de haber incitado al odio y al acoso en su vida privada en un documento escrito.

MGN y Morgan tras el fallo

"Recibimos con satisfacción el fallo de hoy, al dar a la empresa la claridad necesaria para avanzar respecto a acontecimientos que tuvieron lugar hace muchos años. Cuando se produjeron irregularidades históricas, pedimos disculpas sin reservas, asumimos toda la responsabilidad y pagamos una compensación adecuada", mencionó por su parte un portavoz de MGN.

Piers Morgan atacó al príncipe, diciendo que no sabe ni reconocer la verdad y negó que él personalmente pinchara o autorizara el pirateo de su móvil en esa época. "Harry exige responsabilidad a la prensa, pero se niega a aceptar ninguna por difamar a la familia real, a su propia familia, como si fueran un grupo de racistas insensibles, sin presentar ninguna prueba que respalde esas vergonzosas afirmaciones", le reprochó. "También dice que tiene la misión de reformar los medios de comunicación, pero ha quedado claro que su verdadera misión, junto con la de su esposa, es destruir la monarquía británica, y yo seguiré haciendo todo lo que pueda para detenerlos", añadió.

Morgan, actualmente presentador en TalkTV, lamentó que ni los abogados de las diversas víctimas en este caso ni la defensa de MGN lo llamaran a declarar durante el proceso para defenderse. "Nunca pirateé un teléfono ni se lo pedí a nadie y nadie aportó ninguna prueba real que demuestre que lo hice", manifestó a los medios locales e insistió en que los testimonios en su contra oídos durante el proceso fueron de viejos enemigos con agravios.