Afuera del viejo Salón La Argentina del barrio Congreso, un montón de ciudadanos de a pie ocupan las veredas de lado a lado, formando dos cuadras de fila para entrar a un misterioso trámite del que no tienen mucho más que una certeza: recibir plata a cambio de que les escaneen los ojos. 

Gorras, shortcitos de fútbol y ojotas es el look de los jóvenes en busca de changuitas para llegar a fin de mes (y de año) un día de semana con 30 grados de térmica. Del edificio estilo art nouveau sobre Rodriguez Peña al 361, entra y sale gente. Los sorprendidos choferes de autos bajan la velocidad y cogotean intentando ver "qué regalan". 

Quienes esperan estoicos desde las 9 am. entran a las cinco de la tarde. El común denominador llegó a la fila a través de un amigo, conocido o familiar que hizo el escaneo ocular anteriormente, cobró lo acordado sujeto al precio del dólar y por pasó la posta.

"Se dio en cadena. A mi mamá se lo comentó una amiga que ya lo había hecho. Ella lo hizo y salió todo bien, le dieron la plata. Se lo depositaron a esa amiga que le pasó el dato y ella se lo transfirió a mi mamá. Si vos vas invitando más gente te van dando unas monedas digitales que ahora valen $2500. Entonces, mi mamá nos invitó a nosotros, que para hacerlo nos tuvimos que bajar la aplicación Word All", cuenta a Página/12 Rubén Menez, vecino de Sarandí.

Preguntas sin respuesta

Sobre los riesgos o miedos del mundo de los datos, el sarandiense reconoce no haberlo meditado demasiado. "Al principio no lo pensé. Después un amigo me dijo, '¿y vos qué sabés que van a hacer con tu escaneo? ¿Mirá si te vacían la cuenta del banco con tus datos?'. Y de última si veo algo raro cambio de banco y de cuenta", pone como alternativa.

Micaela López --27 años-- ha llegado temprano desde el conurbano para hacer el escaneo. Partió de Ituzaingó y, aún con sus dudas, estuvo ocho horas haciendo la fila del palacio entre Corrientes y Sarmiento. "A mi me lo pasó un amigo por un enlace. Al principio me pareció medio extraño porque te escanean el ojo y te regalan plata en criptomonedas. Adentro hay una bola que te escanea el ojo. Después, cada dos semanas, te da un bono y eso después lo canjeás, tenés que tener cuidado con quién porque hay mucho fraude. La plata te la acreditan instantáneamente: te dan $10.000 y después, antes de los 15 días, te dan otros $16.000", precisó recién salida del trámite.

"No sé bien para qué es y me resulta raro -continua Micaela-. Por lo que vi, si preguntás tratan de evitar contestarte, te dicen que ellos no tienen esa información, que solo están trabajando. Sé que es de otro país y se me hace como que están lavando dinero. Es raro que el gobierno deje que se arme todo esto".

Un bono cada 15 días

Tras ella, sale del escaneo Alexander Santiago, vecino de San Telmo que también llegó a través de un amigo. No le pidieron más que el número de teléfono y al salir, ya le habían acreditado el monto: "Con diferentes platafomas de criptomonedas como Binnance las pasas, y las transferís a Mercado Pago que te lo abona, pero de eso te encargás vos; ya no tiene nada que ver con la empresa de la aplicación. Cada 15 días te regalan un bono ya sea de tres dólares, o tres criptos y a medida que vas acumulando, los cambiás". 

A Leandro Orellana -40 años, de Espeleta-- lo anotó una vecina del barrio. Tenía sus dudas con el procedimiento pero igual se animó. "Supuestamente el gobierno intervino para controlar que no hagan nada con nuestros datos, aunque no se bien qué es lo que hacen. Pero por algo te dan plata, para que hagan negocio ellos, seguramente su moneda valga más", aventura sobre la criptomoneda de pago, que es propiedad de la empresa que se encarga de los escaneos.  

Informe: Carla Spinelli