Tras la derogación de la Ley de Alquileres, el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario (Cocir) sugiere realizar contratos a dos años, con actualizaciones que vayan de los tres a seis meses, con índices que copien a la inflación y en peso argentino. “Creemos que en estas condiciones se van a volcar más inmuebles para alquiler”, consideró Gabriela Ortíz de Urbina, presidenta de la institución, en declaraciones a Rosario/12. En tanto, los Inquilinos Agrupados Rosario sostienen que con el DNU “rige la ley de la selva” y advirtieron que se incrementaron las consultas y denuncias. “Hay una avanzada de la dolarización de la vivienda en alquiler obviamente a partir de la vigencia del DNU”, señaló Sebastián Artola, referente de la organización, en diálogo con este medio.

Con la entrada en vigencia del decreto de necesidad y urgencia (DNU) quedó derogada la Ley de Alquileres y los contratos ya se realizan como un acuerdo libre entre las partes. No obstante, desde el Colegio de Corredores Inmobiliarios de Rosario sugieren a sus matriculadores una serie de recomendaciones a la hora de fijar los contratos. Según explicaron la intención es “transmitir calma” en un contexto difícil, para que tanto los propietarios, como los inquilinos, puedan encontrar un acuerdo que sea conveniente para ambos.

“Nosotros estamos sugiriendo continuar con el período de dos años de contratos de alquiler, con una actualización trimestral, cuatrimestral o semestral, y con algún índice que copie la inflación, como el Índice de Precios al Consumidor (IPC), el Índice para Contratos de Locación (ICL) o el índice de la Cámara Argentina de la Construcción (CAC)”, explicó Ortíz de Urbina. “Otra de las cosas que estamos sugiriendo es que los contratos se realicen con nuestra moneda oficial, el peso”, añadió.

Para la presidenta del Cocir, un contrato de tres años, como proponía la Ley de Alquileres, en el contexto de incertidumbre económica que atraviesa el país “es tremendo” y que una actualización “con un índice real” puede generar un aumento de la oferta: “Estamos buscando que el propietario se vea seducido por el contrato de locación y vuelque sus inmuebles al mercado locativo para poder cubrir la demanda, que hoy no está cubierta. Y además los valores también se verían competitivos”.

Ortíz de Urbina también aseguró que en Rosario los alquileres en dólares casi no existen, salvo en algunos “segmentos premium” o en determinados barrios cerrados. “Eso no venía pasando en Rosario y por el momento no hemos tenido denuncias al respecto. No estamos notando que vengan con esas consultas”, expresó y agregó: “El vuelco grande de viviendas en alquiler que queremos aún no está. Pero tenemos confianza en que va a llegar porque es lo que se necesita. Hoy los propietaritos que tenemos están conformes con esto. Hay que esperar un poco, estamos casi a un mes del DNU, pero creemos que se van a volcar más inmuebles para alquiler”.

Crecen las consultas

En tanto, para los grupos organizados de inquilinos la situación dista mucho de ser la ideal. Sebastián Artola, referente de los Inquilinos Agrupados Rosario, aclaró que más allá de las sugerencias que puedan existir por parte de los corredores, hoy los rentistas pueden hacer contratos por el plazo que quieran y con los aumentos que quieran. “La situación de los inquilinos hoy es de mucha incertidumbre, angustia y desesperación. Bajo el DNU, lo que rige es la ley de la selva y el vale todo”, aseguró el dirigente.

Desde la agrupación señalaron que en las últimas semanas crecieron las consultas que llegan a la organización respecto a los nuevos contratos, entre las que se encontraron con propuestas de alquiler por seis meses o un año y con actualizaciones mensuales o trimestrales: “Nos escriben inquilinos porque se les termina el contrato y les avisan que se los renuevan por el doble, el triple o cuatro veces más de lo que venían pagando. Algo imposible. O donde directamente a último momento les avisan que no les renuevan, entonces esas familias no saben a dónde mudarse”.

Según explicó Artola, a la organización también llegaron diversas consultas por contratos de alquiler en dólares, a contramano de las sugerencias del Cocir a sus matriculados. “Es algo que se empieza a generalizar, cuando hasta hace poco era exclusivo de unas zonas de la ciudad. Entonces hay una avanzada de la dolarización de la vivienda en alquiler, obviamente a partir de la vigencia del DNU”, expresó y agregó: “Ahora es un fenómeno que se está generalizando. Inquilinos que reciben directamente precios en dólares”.

Por último, Artola consideró que, con la desregulación del mercado inmobiliario, lo que se genera es que los contratos sean cada vez más cortos y que, con suerte, algunos pocos inquilinos puedan lograr firmar alquileres por dos años. “La gran mayoría de los registros que nosotros estamos teniendo van de dos meses a un año, como mucho”, aseguró. “Nosotros tenemos nuestras dudas respecto de que esto pueda ampliar la oferta. Pero si se llega a dar, con estos valores y estas condiciones, esos inmuebles van a seguir estando vacíos”, añadió.

 

“Si veníamos de una situación difícil, la desregulación total del mercado inmobiliario, sin ningún marco legislativo que defienda a los inquilinos, va a llegar a una situación límite que va a encontrar a muchas familias de sectores medios y asalariados en la calle. Por eso para nosotros también lo fundamental es seguir en estado de alerta y movilización”, evaluó.