Un intento de entradera o de robo de vehículo terminó este lunes en el asesinato de una niña de 9 años, Umma, hija de dos policías federales. Los padres --él, integrante de la custodia de la ministra Patricia Bullrich; ella, de la División Rastros-- salieron de su vivienda a las 8.40 de la mañana, en un Ford Ka, y fueron cruzados por dos hombres armados. Todo indica que se trató de un robo al voleo, es decir que los individuos se encontraron con la oportunidad de llevarse el auto o de robarles dinero y celulares.  Viendo la posibilidad de escapar de la situación, el padre aceleró y avanzó unos metros por la calle Pio Baroja, de Lomas de Zamora. Pero en esa circunstancia, los ladrones dispararon de atrás y varios proyectiles entraron por el vidrio de la puerta trasera. Ahí, en ese asiento, el derecho, estaba sentada la niña. El drama mereció una sórdida respuesta del diputado José Luis Espert, quien en la red X posteó la foto de un pedazo de queso agujereado, postulando una venganza a tiros. Al cierre de esta edición, había un aprehendido, sospechado de ser uno de los cuatro que intervino en el hecho. 

Por lo que fuera

Los delincuentes llegaron a la vivienda de Eduardo Aguilera y María Rodríguez Alvarez a bordo de un Toyota Corolla negro, que había sido robado a 15 cuadras del lugar de la tragedia. No está claro el objetivo de la entradera: tal vez se quisieran llevar el Ford K de la pareja o tal vez intentaban robarles los celulares y el dinero que tenían encima.

“Por un celular se quedan hoy con 20.000, 30.000 o 40.000 pesos, por más antiguo que sea el modelo --analizó un veterano oficial de la Bonaerense--. Pero es difícil saber qué buscaban. La lógica indica que salieron, a esa hora de la mañana, a buscar plata para comprar droga. De manera que iban por lo que fuera, el coche, el celular, la plata, lo que encontraran. Dicen que el Ford K es buscado por los repuestos”.

De acuerdo a la investigación que encabeza el fiscal de Lomas de Zamora Pablo Rossi, los delincuentes que intervinieron serían cuatro, obviamente los mismos cuatro que robaron el Corolla.

Algunos medios hicieron trascender que los cuatro sujetos estarían identificados, pero cerca de la investigación lo negaron: se están trabajando las huellas encontradas en el Toyota negro. Uno de los mencionados mediáticamente incluso se presentó en una comisaría y sostuvo que no tiene ninguna relación con lo ocurrido. Al atardecer, la fiscalía concretó una detención y se investiga su participación en el robo y muerte.

El gran bonete

El asesinato de Umma vuelte a plantear una especie de guerra de todos contra todos en materia de inseguridad.

  • Los policías dicen que todos los que cometen estos hechos tienen antecedentes y que es la justicia la que no trabaja y los pone en libertad.
  • Los fiscales y jueces sostienen que los policías hacen que patrullan, pero no patrullan nada y, además, en el mejor de los casos, dejan andar a las bandas, y en el peor de los casos, tienen un arreglo.
  • Las dos partes también le echan la culpa al Servicio Penitenciario “que no sirve para nada”, presiona para no recibir presos o para largar a los que están tras las rejas.
  • No faltan los que reclaman penas más altas o que la imputabilidad sea a los 14 y 15 años.
  • Y, por supuesto, están los que ven el trasfondo de un cuadro social deteriorado, con violencia creciente en los barrios más humildes.

“No estamos hablando del Cartel de Sinaloa --ironiza el oficial veterano--. Es casi seguro que la investigación dará con unos tipos con problemas de drogas, que salieron a robar al voleo”.

Más allá de las polémicas, lo cierto es que la Argentina tiene bajísimos niveles de homicidios dolosos. Las estadísticas de Naciones Unidas señalan que son 4,3 cada 100.000 habitantes por año, menos que en Uruguay, menos que en Chile, por debajo de los 6,4 de Estados Unidos, y ni hablar de los 27 de Colombia y la misma cifra en México. Los índices más bajos están en Europa.

A los tiros

La reacción más violenta provino del diputado Espert, con el meme del queso con agujeros, simbolizando que hay que agujerear a tiros a los ladrones-homicidas.

La ministra Bullrich posteó, en referencia a la hija de su custodio: “Asesinaron a Umma. Estos criminales no tienen perdón. Los vamos a buscar hasta encontrarlos. Estamos junto a sus padres, María Eugenia y Eduardo, en este terrible momento”.

El presidente Javier Milei también se sumó: “Umma fue asesinada cobardemente, vamos a hacer que paguen por la vida que se llevaron. Los delincuentes creen que siguen viviendo en la Argentina de la impunidad, pero se equivocan”.

En los dos casos anteriores de asesinatos de niñas, con muchisima repercusión, los autores están presos y afrontan un juicio con pena de prisión perpetua. Uno, el asesinato de Morena Domínguez, en Lanús, pocos días antes de las PASO. El homicida, Facundo Alejandro Ortiz, fue capturado poco tiempo después. Dos: el asesinato de Nayla Torrilla, una chiquita de 4 años, en un tiroteo de narcos en Villa Lugano, CABA. También el autor, Nahuel Moyano, fue apresado.

Lo más seguro es que también los homicidas de Umma terminen entre rejas. De hecho, al cierre de esta edición hay un aprehendido en Lomas de Zamora, por pedido del fiscal Rossi, y podría tener relación con el asesinato de Umma. Todo indica que en menos de dos años habrá condena a prisión perpetua. Pero lo cierto es que, hoy por hoy una familia vive el peor de los dramas y buena parte de los actores se echan la culpa unos a otros.